Vías de abordaje de cirugía ortopédica. Un enfoque anatómico
¿Cómo mejorar un buen libro en un entorno ortopédico enormemente cambiante? Manteniendo los principios bá- sicos y teniendo en cuenta las peticiones que durante los últimos nueve años, desde la publicación de la primera edi- ción, nos han hecho los cirujanos. Una de las características principales de este texto conti- núa siendo el énfasis en el concepto de plano internervioso. El principio básico de “no cortar nada redondo” se destaca ahora mediante la adición de color a los nervios, arterias y venas para resaltar la dimensión clínica de las ilustraciones. Se han añadido nuevos abordajes quirúrgicos, como el abordaje anterolateral al hombro, el abordaje anterolateral a la tibia, y un abordaje lateral a la cadera perfeccionado. También se presenta un apartado totalmente nuevo de abordajes al acetábulo y a la pelvis. Los capítulos se com- pletan con numerosos dibujos anatómicos y quirúrgicos detallados. También se incluye un nuevo capítulo sobre abordajes seguros para la colocación percutánea de fijadores externos en huesos largos. Las ilustraciones que incorporan amplia- ciones permiten detallar además la localización y disposi- ción tridimensional de las estructuras neurovasculares más importantes. Prefacio a la segunda edición
Aunque evidentemente la anatomía no ha experimenta- do modificaciones en los pasados nueve años, sí que se ha puesto más énfasis en la conservación de la vascularización ósea durante la cirugía. Este concepto es de especial impor- tancia en el tratamiento de aquellas fracturas en las cuales la vascularización ósea con frecuencia se ha lesionado du- rante el traumatismo. La conservación de la vascularización se consigue mediante el mantenimiento de la cobertura de partes blandas del hueso. En los abordajes descritos en este libro es pertinente describir con detalle la exposición de toda la región anatómica, como se ve en las ilustraciones. En la práctica clínica a menudo es suficiente con una parte del abordaje descrito. Siempre que sea posible, deben con- servarse las inserciones de las partes blandas para acceder a todos los fragmentos fracturarios; en una fractura, el hueso necrótico no consolida. Únicamente debe exponerse la zona necesaria para ga- rantizar una intervención quirúrgica adecuada. El concep- to de “fijación biológica” de las fracturas se apoya en estos principios.
Stanley Hoppenfeld, M.D. Piet de Boer, M.A., F.R.C.S.
AMPLE
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