Suk.Tratamiento de fracturas_2ed

100 CAPÍTULO 12 • Fracturas de la cintura escapular del paciente. Además, cualquier lesión concomitante también puede influir en el tratamiento. 6,12,13 Con respecto al tratamiento quirúr- gico, existe un debate importante sobre qué método es el mejor para los distintos tipos de fractura. 13 No quirúrgico El tratamiento no quirúrgico es el estándar de tratamiento para las fracturas proximales del húmero no desplazadas y mínimamente desplazadas. 2,14 En la bibliografía se han descrito resultados satis- factorios comunicados por los pacientes, junto con altas tasas de consolidación. 11,15-18 Además, el tratamiento no quirúrgico está indicado en pacientes de edad avanzada con baja demanda fun- cional y en individuos médicamente debilitados a los que no se les puede aplicar un tratamiento quirúrgico. También se ha informado el éxito del tratamiento no quirúrgico de las fracturas del cuello quirúrgico en dos partes con un desplazamiento superior al 50% y de las fracturas en valgo de cuatro partes. 10 Las contraindicaciones relativas al tratamiento no quirúrgico son las fracturas desplazadas con pérdida de contacto óseo. 12 Durante la primera fase del tratamiento no quirúrgico y la reha- bilitación, en las semanas 1-3 después de la lesión, el paciente debe llevar un cabestrillo y una faja o un inmovilizador de hombro fijo en todo momento, excepto durante el autocuidado y los ejercicios terapéuticos. 19 Con la tracción del tendón del pectoral mayor sobre el segmento proximal de la diáfisis, puede recomendarse la colo- cación de una almohadilla en la axila para ayudar a mantener la alineación adecuada de la fractura. Se instruye al paciente para que realice ejercicios de amplitud de movimiento activo (AMA) de la columna cervical, el codo, la muñeca y la mano, así como ejercicios de Codman o «de mecer al bebé» ( rock the baby ) dentro de los límites

tolerables. 20 Durante los ejercicios de Codman, también denomina- dos con frecuencia ejercicios de péndulo , se indica al paciente que se doble por la cintura, de modo que quede paralelo al suelo, con el brazo lesionado colgando perpendicularmente al suelo y el brazo no lesionado sujetando una superficie. Manteniendo el brazo y los músculos del hombro relajados, el paciente mueve su brazo len- tamente en movimientos de adelante hacia atrás, de lado a lado y circulares en el sentido horario y antihorario ( fig. 12-1A y B ). 20,21 Hay que instruir a los pacientes sobre la forma correcta de realizar los ejercicios de Codman, ya que se ha demostrado que los pén- dulos grandes incorrectos provocan más del 15% de contracción isométrica voluntaria máxima de los músculos supraespinoso e infraespinoso. 20 Un ejercicio terapéutico alternativo y más seguro que los ejercicios de Codman es el ejercicio de «mecer al bebé». Los pacientes utilizan la extremidad contralateral para apoyar el brazo lesionado en el codo y mueven lentamente el brazo de adelante hacia atrás, de lado a lado y en movimientos circulares en el sentido horario y antihorario ( fig. 12-2A y B ). Durante la fase II, en las semanas 4-6 después de la lesión, se puede iniciar la AMA mientras se mejora simultáneamente el control neuromuscular y la propiocepción mediante la facilitación neuromuscular propioceptiva ( FNP) ( tabla 12-1 ; fig. 12-3A-E ). 22,23 Las semanas 7-9 se centran en el fortalecimiento y la vuelta a la función normal. Según la consolidación radiográfica y clínica, los ejercicios de resistencia por encima de la cabeza y avanzados, como el remo multinivel, pueden iniciarse en la semana 10 ( fig. 12-4A-F ). El terapeuta debe impulsar la amplitud de movimiento (AM) final del paciente, además de optimizar la movilización de la articulación GH mediante maniobras de desli- zamiento anterior, inferior y posterior. 1

A B FIGURA 12 1 A y B. Ejercicio de Codman. SAMPLE

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