Lilly-Cardiología, 7ed
92 Capítulo 4
I ntervalos (PR, QRS, QT)
Los intervalos PR, QRS y QT se cuantifican según se muestra en la Figura 4-12. Para cada uno de ellos resulta apropiado tomar la medida en la derivación en la que el intervalo tiene su mayor duración (los intervalos pueden variar un poco en cada derivación). El intervalo PR se cuantifica desde el inicio de la onda P hasta el inicio del QRS. El intervalo QRS se mide desde el inicio hasta el final del complejo QRS. El intervalo QT se mide desde el inicio del QRS hasta el final de la onda T. Los valores normales de los intervalos se listan en la Tabla 4-3, junto con las afecciones relacionadas con valores anómalos. Puesto que el intervalo QT varía a la par de la frecuencia cardiaca (a mayor frecuencia cardiaca, más corto es el QT), el intervalo QT corregido (QT c ) se determina al dividir el QT cuantificado por la raíz cuadrada del intervalo RR ( véase Fig. 4-12). Esto también se muestra en la parte inferior de la Tabla 4-3 y se conoce como fórmula de Bazett. Dicho de modo más simple, cuando la frecuencia car- diaca se ubica en el intervalo normal (60 a 100 lpm) puede aplicarse una regla rápida: si el intervalo QT aparenta tener menos de la mitad del intervalo entre dos complejos QRS consecutivos, entonces el intervalo QT esta dentro del rango normal. El eje eléctrico (eje eléctrico medio del QRS) representa el promedio de las fuerzas eléctricas instan- táneas generadas durante la secuencia de despolarización ventricular, cuantificadas en el plano fron- tal. Su valor normal se ubica entre − 30° y + 90° (Fig. 4-14). Un eje eléctrico más negativo que − 30° implica una desviación del eje hacia la izquierda , mientras que un eje superior a + 90° representa una desviación del eje a la derecha . El eje puede ser determinado con precisión al graficar los com- plejos QRS de las distintas derivaciones en el diagrama de referencia axial de las derivaciones de las extremidades ( véase Fig. 4-5), pero esto es tedioso y rara vez necesario. La siguiente estrategia rápida para la determinación del eje suele permitir una precisión suficiente. En primer lugar, recuérdese de la Figura 4-5 que cada derivación del ECG tiene una región ( + ) y una ( − ). La actividad eléctrica que se dirige hacia la mitad ( + ) genera una deflexión positiva, mientras que la actividad que se dirige hacia la mitad ( − ) determina una deflexión negativa en el registro del ECG en esa derivación. Para determinar si el eje es normal o anormal deben analizarse los complejos QRS en las derivaciones de las extremidades I y II. Como se ilustra en la Figura 4-15, si el QRS es ante todo positivo, en estas dos derivaciones (es decir, la deflexión positiva es superior que la deflexión negativa en cada una de ellas), entonces el vector promedio cae dentro del intervalo normal y no se requiere un cálculo
E je eléctrico
TABLA 4-3 Intervalos electrocardiográficos
Intervalo Normal
Acortamiento del intervalo Prolongación del intervalo
PR SAMPLE 0.12 a 0.20 s (3 a 5 cuadros pequeños) ≤ 0.10 s ( ≤ 2.5 cuadros pequeños) • Síndrome de preexcitación • Ritmo de la unión • Bloqueo AV de primer grado QRS • Bloqueos de rama del haz de His • Contracción ventricular ectópica • Efecto farmacológico tóxico (p. ej., ciertos medicamentos antiarrítmicos; véase Capítulo 17) • Hiperpotasemia grave • Hipocalcemia • Hipopotasemia ( ↑ intervalo QU por onda U) • Hipomagnesemia • Isquemia miocárdica QT QT corregido a ≤ 0.44 s • Hipercalcemia • Taquicardia • Prolongación congénita del QT • Efecto farmacológico tóxico
QT R-R
a QT corregido
=
.
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