Lilly-Cardiología, 7ed
90 Capítulo 4
Muchos trastornos cardiacos alteran el registro del ECG en una forma útil desde la perspec- tiva diagnóstica, y es importante interpretar cada trazo de manera estandarizada para evitar pasar por alto alteraciones sutiles. Aquí se menciona una secuencia de análisis que se utiliza a menudo, seguida por una descripción de cada elemento: 1. Verificar la calibración de voltaje 2. Ritmo cardiaco 3. Frecuencia cardiaca 4. Intervalos (PR, QRS, QT) 5. Eje eléctrico 6. Alteraciones de la onda P 7. Alteraciones del QRS (hipertrofia, bloqueo de rama del haz de His, infarto) 8. Alteraciones del segmento ST y de la onda T Los electrocardiógrafos inscriben de manera sistemática una señal vertical de 1.0 mV al inicio o al final de cada trazo de 12 derivaciones para documentar la calibración del voltaje del aparato. En con- diciones normales, cada cuadro vertical de 1 mm en el papel del ECG representa 0.1 mV, de modo que la señal de calibración registra una deflexión de 10 mm (p. ej., como se muestra más adelante en la Fig. 4-28). Sin embargo, en pacientes con incremento marcado del voltaje del complejo QRS (p. ej., algunos pacientes con hipertrofia del ventrículo izquierdo o bloqueos de rama del haz de His), las deflexiones tan altas no caben en el registro estándar. Para facilitar la interpretación en tales casos, es frecuente que el registro se haga a la mitad del voltaje estándar (es decir, cada cuadro de 1 mm = 0.2 mV) y esto se indica en el registro del ECG a partir de un cambio de la altura de la señal de cali- bración de 1.0 mV (a la mitad del voltaje estándar, la señal sería de 5 mm de altura). Es importante verificar la altura de la señal de calibración en cada ECG para asegurar que se aplican los criterios de voltaje usados para definir alteraciones específicas. Para clasificar el ritmo cardiaco del paciente, es necesario identificar la onda P y el complejo QRS, así como la relación que existe entre ellos. El ritmo cardiaco normal, que se genera partir de la despola- rización del nodo sinusal, se denomina ritmo sinusal . Un registro de ECG cuenta con ritmo sinusal si se cubren los criterios siguientes: (1) cada onda P va seguida por un QRS; (2) cada QRS es prece- dido por una onda P; (3) la onda P es positiva en las derivaciones I, II y III; y (4) el intervalo PR es superior a 0.12 s (tres cuadros pequeños). Si la frecuencia cardiaca en ritmo sinusal es de entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm), entonces existe ritmo sinusal normal . Si es inferior a 60 lpm, el ritmo es de bradicardia sinusal ; si es supe- rior a 100 lpm, el ritmo es de taquicardia sinusal . En los Capítulos 11 y 12 se describen otros ritmos anormales (llamados arritmias ).
C alibración
R itmo cardiaco
F recuencia cardiaca Sin embargo, rara vez es necesario determinar la frecuencia cardiaca exacta , y es posible cuanti- ficarla con más rapidez si se memorizan ciertos elementos. Debe hacerse una cuenta regresiva con el número de cuadros grandes entre dos complejos QRS consecutivos, mediante la secuencia 300—150—100—75—60—50 que corresponde a la frecuencia cardiaca en latidos por minuto, como se ilustra en la Figura 4-13 (método 2). SAMPLE Existen varios métodos para determinar la frecuencia cardiaca a partir de un ECG. Los tres de uso más frecuente se presentan en la Figura 4-13. La velocidad estándar del papel de registro del ECG es de 25 mm/s. Con base en este dato es posible calcular con precisión la frecuencia cardiaca por medio del método 1 de la Figura 4-13.
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