Hansen_9788419284655. Manual de neonatología.9ed

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Evaluación y tratamiento en el periodo posnatal inmediato

iii. El diagnóstico diferencial incluye el síndrome de Möbius (agenesia nu clear), la hemorragia intracraneal, la hipoplasia congénita del músculo depresor angular y la ausencia congénita de músculos faciales o ramas nerviosas. iv. El pronóstico de la lesión adquirida del nervio facial es excelente, y la recuperación suele ser completa a las 3 semanas. El tratamiento inicial se dirige a la prevención de las lesiones corneales mediante el uso de lá grimas artificiales y la protección del ojo abierto mediante parches. La electromiografía puede ser útil para predecir la recuperación o los posibles efectos residuales. Lo más probable es que la recuperación sea completa. b. Lesión recurrente del nervio laríngeo i. La parálisis del abductor unilateral puede ser causada por una lesión laríngea recurrente secundaria a una tracción excesiva de la cabeza del feto durante el parto de nalgas o a una tracción lateral de la cabeza con fórceps. El nervio laríngeo recurrente izquierdo se ve afectado con mayor frecuencia debido a su mayor longitud. La lesión bilateral del nervio laríngeo recurrente puede ser causada por un traumatismo, pero suele deberse a una hipoxia o a una hemorragia del tronco del encéfalo. ii. Un neonato con parálisis unilateral del abductor suele ser asintomático en reposo, pero presenta ronquera y estridor inspiratorio con el llanto. La lesión unilateral se asocia ocasionalmente a una lesión del nervio hipogloso y se presenta junto con dificultad para la alimentación y las secreciones. La parálisis bilateral suele provocar estridor, dificultad res piratoria grave y cianosis. iii. El diagnóstico diferencial de los síntomas similares a una lesión unilate ral incluye las malformaciones laríngeas congénitas. Especialmente en caso de la parálisis bilateral, deben descartarse malformaciones intrín secas del sistema nervioso central (SNC), incluyendo la malformación de Chiari y la hidrocefalia. Si no hay antecedentes de traumatismo en el nacimiento, deben considerarse las anomalías cardiovasculares y las masas mediastínicas. iv. El diagnóstico puede realizarse mediante laringoscopia directa o flexible de fibra óptica. Una deglución de bario modificada y una consulta de logo pedia pueden ser útiles para optimizar la alimentación. La lesión unilateral suele resolverse a las 6 semanas de edad sin intervención ni tratamiento. La parálisis bilateral tiene un pronóstico variable; puede ser necesaria una traqueotomía. 2. Lesiones de la médula espinal a. El parto vaginal de un bebé con la cabeza o el cuello hiperextendidos, el parto de nalgas y la distocia grave de hombros son factores de riesgo de lesión medu lar. Sin embargo, las lesiones medulares significativas son raras, con una tasa de prevalencia de , 0.2 por cada 10000 nacidos vivos. Las lesiones incluyen hema tomas epidurales espinales, lesiones de la arteria vertebral, hematomielia cervical traumática, oclusión de la arteria espinal y transección de la médula. b. La lesión medular se presenta de cuatro maneras: i. Algunos bebés con lesiones graves de la parte alta de la columna cervical o del tronco del encéfalo se presentan como mortinatos o en mal estado al nacer, con depresión respiratoria, choque e hipotermia. La muerte suele producirse a las pocas horas de nacer. ii. Los bebés con una lesión en la parte superior o media de la columna vertebral presentan una depresión respiratoria central. Tienen parálisis de las extremidades inferiores, ausencia de reflejos tendinosos profun

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