Hansen_9788419284655. Manual de neonatología.9ed

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Evaluación y tratamiento en el periodo posnatal inmediato

7. Lesiones oculares a. Las hemorragias retinianas y subconjuntivales se observan con frecuencia después del parto vaginal. Son resultado de un aumento de la congestión ve nosa y de la presión durante el parto. La mala colocación de los fórceps puede provocar lesiones oculares y periorbitales, como hifema, hemorragia vítrea, laceraciones, fractura orbital, lesión del conducto lagrimal o de la glándula, y alteración de la membrana de Descemet de la córnea (que puede provocar astigmatismo y ambliopía). El traumatismo ocular significativo se produce en , 0.5% de todos los partos. b. Las hemorragias retinianas suelen resolverse en 1 a 5 días. Las hemo- rragias subconjuntivales se reabsorben en 1 o 2 semanas. No suelen produ cirse complicaciones a largo plazo. En el caso de otras lesiones oculares, es necesario un diagnóstico y un tratamiento rápidos para garantizar un buen resultado a largo plazo. c. Manejo. Debe obtenerse una consulta oftalmológica inmediata cuando exista una preocupación clínica por una lesión ocular o periorbital signifi cativa. 8. Lesiones en el oído a. Las orejas son susceptibles de ser lesionadas, particularmente con la apli cación de fórceps. Las lesiones más importantes se producen con la mala posición del feto. Pueden producirse abrasiones, hematomas y laceraciones. b. Las abrasiones suelen curarse bien con cuidados locales. Los hemato mas del pabellón auricular pueden dar lugar al desarrollo de una oreja en forma de “coliflor”. Las laceraciones pueden provocar pericondritis. Las lesiones del hueso temporal pueden dar lugar a complicaciones del oído medio e interno, como hemotímpano y desarticulación osicular. c. Los hematomas del pabellón auricular deben ser drenados para evitar la organización de coágulos y el desarrollo de la oreja en coliflor. Si el cartílago y el hueso temporal están afectados, debe consultarse a un otorrinola- ringólogo. Puede ser necesaria una terapia con antibióticos. 9. Lesión del esternocleidomastoideo (ECM) a. La lesión del ECM también se conoce como tortícolis congénita o muscu lar. La etiología es incierta. La causa más probable es un síndrome comparti mental del músculo resultante del posicionamiento intrauterino. La tortícolis también puede surgir durante el parto cuando el músculo se hiperextiende y se rompe, con el desarrollo de un hematoma y la subsiguiente fibrosis y acortamiento. La tortícolis congénita puede observarse hasta en 2% de la po blación de recién nacidos. b. La tortícolis puede presentarse al nacer con una masa palpable de 1 a 2 cm en la región del ECM y una inclinación de la cabeza hacia el lado de la lesión. Lo más frecuente es que se observe entre la 1.ª y la 4.ª semana de edad. Puede haber asimetría facial y hemihipoplasia en el lado de la lesión. Un tratamiento rápido puede reducir o corregir la tortícolis. c. Otras condiciones pueden imitar la tortícolis congénita y deben ser des cartadas. Entre ellas se encuentran las anomalías vertebrales cervicales, el hemangioma, el linfangioma y el teratoma.

d. El tratamiento de inicio es conservador. El estiramiento del músculo afectado debe comenzar rápidamente y realizarse varias veces al día. Cuanto antes se diagnostique y se inicie el tratamiento, mayor será el porcentaje de recién nacidos que consigan una amplitud de movimiento completa. De los recién nacidos tratados antes de 1 mes de edad, 98% conseguirá una amplitud de movimiento normal en un mes y medio. Se puede utilizar un collarín de ortesis tubular para la tortícolis (OTT) en los bebés de más de Copyright © 2024 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.

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