Hansen_9788419284655. Manual de neonatología.9ed

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Traumatismos de nacimiento

c. Las fracturas lineales no complicadas no suelen requerir tratamiento. El diagnóstico se realiza mediante una radiografía del cráneo. Debe obtenerse una resonancia magnética de la cabeza si se sospecha una lesión intracraneal o si se desarrollan síntomas neurológicos. Las fracturas de cráneo deprimidas requieren una evaluación neuroquirúrgica. Algunas pueden elevarse medi ante técnicas cerradas. Las fracturas de cráneo conminutas o de gran tamaño asociadas a hallazgos neurológicos requieren una evaluación neuroquirúrgica inmediata. Si se observa una fuga de líquido cefalorraquídeo por las fosas nasales o los oídos, debe iniciarse una terapia antibiótica y obtenerse una consulta neuroquirúrgica. Deben realizarse imágenes de seguimiento a las 8 o 12 semanas para evaluar la posible formación de quistes leptomeníngeos. 5. Fracturas faciales o mandibulares a. Las fracturas faciales pueden ser causadas por numerosas fuerzas, inclu- yendo el paso natural a través del canal del parto, el uso de fórceps o el nacimiento de la cabeza en presentación de nalgas. b. Las fracturas de la mandíbula, el maxilar y los huesos lagrimales jus tifican una atención inmediata. Pueden presentarse como asimetría facial con equimosis, edema y crepitación o dificultad respiratoria con mala ali mentación. Las fracturas no tratadas pueden provocar deformidades fa ciales con la consiguiente maloclusión y dificultades de masticación. El tratamiento debe iniciarse con prontitud, ya que las fracturas maxilares y lagrimales comienzan a curarse en un plazo de 7 a 10 días, y las fractu ras mandibulares se empiezan a reparar a los 10 o 14 días. Las fracturas tratadas suelen curarse sin complicaciones . c. La permeabilidad de las vías respiratorias debe monitorizarse estrecha mente. Se debe consultar a un cirujano plástico u otorrinolaringólogo y obtener los estudios radiográficos adecuados. Puede ser necesario realizar una tomografía computarizada (TC) de la cabeza o una resonancia magnética para evaluar si se ha producido una alteración de la placa retroorbital o cribiforme. Deben administrarse antibióticos para las fracturas que afecten a los senos paranasales o al oído medio . 6. Lesiones nasales a. La fractura y la dislocación nasal pueden producirse durante el proceso del parto. La lesión nasal más frecuente es la dislocación del cartílago nasal, que puede ser consecuencia de la presión ejercida por la sínfisis pubiana o el pro montorio sacro maternos. La prevalencia notificada de dislocación es , 1%. b. Los recién nacidos con un traumatismo nasal importante pueden desa- rrollar dificultad respiratoria. Al igual que las fracturas faciales, las nasales comienzan a curarse en 7 a 10 días y deben ser tratadas con prontitud. La curación rápida suele producirse una vez iniciado el tratamiento. Si el tratamiento se retrasa, son frecuentes las deformidades .

c. Una nariz deformada puede parecer dislocada. Para diferenciar la dislo cación de una deformación temporal, comprima la punta de la nariz. Con la dislocación del tabique, las fosas nasales se colapsan y el tabique desviado es más aparente. Con una nariz deformada, no se produce desviación nasal. El edema nasal debido a la aspiración repetida puede simular una obstrucción parcial. La permeabilidad puede evaluarse con un mechón de algodón bajo las fosas nasales. El tratamiento implica la protección de las vías respiratorias y la consulta de otorrinolaringología . d. Si las dislocaciones nasales se dejan sin tratar, hay un mayor riesgo de deformidad septal a largo plazo. Copyright © 2024 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.

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