9788419284501.Egan_Manual de urgencias oftalmológicas

Capítulo 50 Neuropatías ópticas: isquémica, inflamatoria, infecciosa o compresiva 383

Neuropatía óptica isquémica anterior arterítica La NOIAA es menos frecuente que la NOIANA, pero es más devastadora para la visión si no se le reconoce y trata de forma urgente. La mayoría de los casos son secundarios a arteritis de células gigantes (ACG) y no deben pasarse por alto. La ACG es una vasculitis in amatoria que suele afectar las arterias de la cabeza, el cuero cabelludo y los brazos. La edad promedio de los pacientes con NOIAA es de 70 años y rara vez se presenta en menores de 50 años. Así, en los pacientes con pérdida de visión aguda, es imprescindible realizar una anamnesis exhaustiva para detectar otros signos de ACG, como cefalea temporal, dolor en el cuero cabelludo, claudicación mandibular, anorexia, pérdida de peso, ebre y polimialgia reumática asociada. Para la evaluación de una posible ACG, se solicitan marcadores in amatorios (velocidad de eritrosedimentación [VES] y proteína C reactiva [CRP, C-reactive protein ]) y la derivación para realizar una biopsia de la arteria temporal. Neuropatía óptica infecciosa Las infecciones pueden afectar directamente al nervio óptico y provocar neuropatía óptica. La pérdida de visión se produce como consecuencia de la in amación de la cabeza del nervio óptico y, a menudo, de una hemorragia. La infección primaria del nervio óptico puede provocar exudación en la mácula en forma de estrella. También puede producirse vasculitis retiniana, la cual causa exudación, hemorragias en llama y manchas algodonosas isquémicas. Este trastorno combinado del nervio óptico y la vasculatura retiniana se denomina neurorretinitis . 4 También puede producirse in amación en el vítreo (vitritis) y, dependiendo del microorganismo (p. ej., tuberculosis), pueden observarse lesiones coroideas. Entre las causas frecuentes de neuropatía óptica infecciosa se encuentran Bartonella y las toxoplasmosis, pero también deben tenerse en cuenta otras infecciones como sí lis, enfermedad de Lyme, tuberculosis, citomegalovirus y virus del herpes simple. Cada una de ellas presenta una enfermedad característica del nervio óptico, la retina y el vítreo, que queda fuera del ámbito de este capítulo. Sin embargo, la afectación primaria del nervio óptico puede ocurrir sin compromiso de la retina en los casos de Bartonella y sí lis. Además, la in amación del nervio óptico provocada por meningitis puede dar origen a una perineuritis óptica. Neuropatía óptica inflamatoria Neuritis óptica describe en términos generales a cualquier alteración in amatoria que afecte al nervio óptico, aunque lo más habitual es que se re era a la in amación causada por una enfermedad desmielinizante. El trastorno del espectro de la neuromielitis óptica (TENMO) es una forma de neuritis óptica asociada a la mielitis transversa y a otras lesiones del tronco encefálico. Los síntomas incluyen hipo, náuseas o vómitos inexplicables y síndrome diencefálico. Por desgracia, el pronóstico visual es peor en este tipo de neuritis y tiende a recurrir, lo que conduce a una discapacidad visual grave. La enfermedad por anticuerpos contra la glicoproteína de la mielina de los oligodendrocitos (EAGMO) es otro trastorno desmielinizante del sistema nervioso central que ha sido descrito de forma reciente y que parece ser diferente de la esclerosis múltiple (EM). Su presentación, sin embargo, es similar a la del TENMO, con neuritis óptica, mielitis transversa o ambas. Los hallazgos en la resonancia magnética (RM) son similares, especialmente los que afectan el tronco encefálico, pero pueden mejorar o resolverse drásticamente con el tiempo. En comparación con el TENMO, los pacientes con EAGMO tienden a ser más jóvenes, no tiene predominio femenino, pueden presentar encefalomielitis diseminada aguda (EMDA) y tienen un mejor pronóstico. Otras causas que se superponen en la categoría isquémica o in ltrativa incluyen procesos autoinmunitarios, como el lupus eritematoso sistémico (LES), y asociaciones con enfermedad intestinal in amatoria, sarcoidosis y granulomatosis de Wegener. 5

Neuropatía óptica compresiva Las lesiones compresivas del nervio óptico pueden producirse en cualquier lugar de su trayecto, desde la parte posterior del globo ocular hasta el quiasma y el tracto óptico. El grado y la ubicación de la compresión se correlacionan con los síntomas. Las causas más frecuentes incluyen meningioma intracraneal y de la vaina del nervio óptico, aneurisma de la arteria comunicante anterior y adenoma hipo sario. También deben tenerse en cuenta otros tumores in ltrantes, como el glioma del nervio óptico en la neuro bromatosis de tipo 1 y el carcinoma metastásico. Clásicamente, los pacientes describen una pérdida progresiva de visión periférica más crónica. En los casos de compresión de bras centrales, o con una lesión expansiva aguda, como orbitopatía tiroidea compresiva, aneurisma intracraneal en expansión o accidente cerebrovascular hipo sario, los pacientes pueden presentar una pérdida de visión más aguda. Copyright © 2023 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.

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