Woolridge.Errores comunes en medicina de urgencias pediatric

48

Oídos, nariz y garganta

P U N T O S C L A V E

n El cartílago de la oreja tiene una irrigación sanguínea tenue y está en riesgo de necrosis, infección y deformidad después de un traumatismo. n Debe considerarse la consulta con un subespecialista para laceraciones de la oreja que incluyan el cartílago. n Los hematomas auriculares deben evacuarse por completo y aplicar un apósito de presión, para des- pués implementar un seguimiento estrecho a €n de evitar que se desarrolle una oreja de coli or. Lecturas sugeridas Desai BK. Treatment of auricular hematoma. In: Ganti L, ed. Atlas of Emergency Medicine Procedures . New York, NY: Springer; 2016. Martinez NJ, Friedman MJ. External ear procedures. In: King C, Henretig FM, eds. Textbook of Pediatric Emer- gency Procedures . 2nd ed. Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins; 2008. Niescierenko ML, Lee GS, et al. ENT trauma. In: Shaw KN et al., eds. Fleisher & Ludwig’s Textbook of pediatric emergency medicine . 7th ed. Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins; 2016:1142‐1144. Sarabahi S. Management of ear burns. Indian J Burns . 2012;20:11‐17. 32 No pasar por alto los traumatismos del oído medio e interno: no toda secreción ótica es infecciosa “Toc-toc”. “¿Quién es?” “Abraham”. “No, primero dígame quién es”. Este chiste es uno de los que mis hijos suelen contar en casa, por lo general con la voz más alta posible. Sin embargo, los niños con traumatismo del oído medio e interno están en riesgo de no poder participar naturalmente en este tipo de dinámicas cotidianas. La anato- mía y las funciones del oído medio y el interno son fundamentales para entender los patrones de lesión y la patolo- gía. El sonido se transmite del exterior del oído al tímpano, que hace vibrar el martillo, el yunque y el estribo. Estos huesecillos transmiten ondas sonoras a la cóclea, que las convierte en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta. Los traumatismos al oído medio e interno provienen de varias fuentes y se mani€estan de diferentes mane- ras, que van de un traumatismo penetrante a lesiones inducidas por presión. El tipo de lesión más frecuente es un traumatismo directo por la inserción de un objeto en el canal auditivo. Los hisopos con punta de algodón son más a menudo los culpables, pero la bibliografía también registra dedos, juguetes, llaves y muchos otros objetos como la causa de una lesión penetrante. Un traumatismo penetrante puede causar rotura del tímpano, daño a los huesecillos (fractura o alteración), lesión a la cóclea o afectación de los tres. Los traumatismos pene- trantes suelen causar otorrea sanguinolenta que oscurece el tímpano y puede requerir succión para visualizarlo. La rotura del tímpano también puede ocurrir como una yatrogenia durante la desimpactación del cerumen o al retirar un objeto extraño. Puede considerarse la sedación para evitar lesiones durante estos procedimientos. La rotura timpánica suele tratarse con antimicrobianos tópicos y curar en un lapso de 2 a 3 semanas. Durante este tiempo, los pacientes deben reexaminarse para detectar la formación de colesteatoma, una estructura similar a un quiste que contiene células cutáneas y desechos. De sospecharse, el paciente tiene que ser referido con un otorrinolaringólogo para una posible remoción. Un barotraumatismo también puede causar lesiones al oído medio o interno. Las trompas de Eustaquio sirven para igualar la presión entre el oído medio y el ambiente durante cambios de presión. El ascenso o el des- censo al viajar en avión o bucear puede producir una diferencia en la presión que conduce a un traumatismo, en especial si ya existe disfunción de la trompa de Eustaquio. Un golpe directo a la oreja también puede transmitir una gran onda de presión o una lesión por conmoción al oído medio e interno que ocasiona daño. Si no se rec- SAMPLE Brian Wagers, MD, FAAP

Made with FlippingBook Annual report