Woolridge.Errores comunes en medicina de urgencias pediatric

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Capítulo 31

Laceración del pabellón auricular La oreja, o pabellón auricular, es particularmente vulnerable a la laceración. Las laceraciones cutáneas sin afección del cartílago pueden cerrarse con una sola capa de suturas 6.0 continuas simples. Las laceraciones sig- ni€cativas de cartílago deben repararse con suturas absorbibles para evitar escotaduras o defectos cosméticos con la cicatrización. Antes del cierre, debe irrigarse de modo abundante la herida y anestesiar con bloqueo auricular o lidocaína local sin epinefrina. El cartílago expuesto está en riesgo de infección o necrosis, por lo que debe tenerse cuidado en la limpieza y el cierre. Las indicaciones para referencia con un subespecialista incluyen laceraciones complejas que afectan el cartílago o se extienden al canal auditivo externo y la avulsión de porcio- nes de la oreja. Hematoma del pabellón auricular Un golpe directo a la oreja puede provocar sangrado entre el cartílago y el pericondrio, formando un hematoma auricular. El hematoma se observa como una in amación tensa púrpura o eritematosa sobre la oreja. Cuando se acumula sangre en el espacio subpericóndrico, el cartílago está privado de su irrigación sanguínea. Como resultado, el cartílago puede presentar necrosis y cicatrización desorganizada, lo que resulta en una oreja defor- mada “de coli or”, como suele observarse en luchadores o jugadores de rugby. El manejo incluye evacuación de los productos de la sangre y prevención de una nueva acumulación con un apósito de presión. Pueden usarse técnicas de aspiración (solo para hematomas pequeños < 48 horas de haberse originado) o incisión y drenaje. Técnica de aspiración 1) Limpiar el área con solución antiséptica. 2) Proporcionar analgesia con bloqueo local o auricular. 3) Aspirar el hematoma con una aguja calibre 18 acoplada a una jeringa. Presionar el área del hematoma para promover el drenaje. 4) Aplicar presión manual y después un apósito de presión. Para el apósito de presión, colocar una gasa con petrolato en la oreja, dándole forma para que se ajuste al contorno. Colocar tres a cuatro capas de gasa de algodón detrás de la oreja y sobre la gasa con petrolato encima del pabellón auricular. Envolver toda la cabeza con una venda para mantener los apósitos en su sitio. Técnica de incisión y drenaje Lesiones térmicas Las quemaduras en la oreja representan un riesgo de infección y necrosis del cartílago. La atención de la que- madura incluye antibióticos tópicos, cambios frecuentes de apósitos y seguimiento estrecho. Las quemaduras de espesor total pueden requerir una consulta de subespecialidad para considerar un injerto cutáneo. Debe ponerse particular atención a prevenir la presión sobre el pabellón quemado, lo que puede conducir a necrosis. Una lesión por congelamiento en la oreja debe manejarse con recalentamiento de esta. Esto puede lograrse sumergiendo el pabellón auricular en solución salina tibia, con enjuagues de solución salina tibia o mediante la aplicación de compresas tibias. Debe evitarse frotar el área congelada porque eso puede exacerbar el daño tisular. SAMPLE 1) Limpiar el área con solución antiséptica. 2) Realizar un bloqueo auricular para anestesia. 3) Hacer una pequeña incisión curvilínea que siga el contorno de la hélice. 4) Evacuar el hematoma usando fórceps para abrir con cuidado el área e irrigar con solución salina. 5) Considerar colocar suturas de colchonero o refuerzos para evitar que se vuelva a acumular la sangre. 6) Aplicar apósitos de presión como se señaló antes. Algunos expertos recomiendan un esquema de 7 a 10 días de antibióticos debido al riesgo de infección, de pre- ferencia con cobertura para Pseudomonas. Los pacientes con un hematoma del pabellón auricular requieren seguimiento estrecho en 24 horas para valorar si hay reacumulación. En caso de ocurrir, puede ser necesaria una consulta quirúrgica y la colocación de un tubo de drenaje.

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