Vías de abordaje de cirugía ortopédica. Un enfoque anatómico
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Abordaje mínimamente invasivo al fémur proximal para el enclavado intramedular
Aguja-guía pegada al muslo en el eje de la diáfisis femoral
Punta de la pinza situada sobre la línea dibujada en la piel de la cara lateral del muslo, bajo la aguja-guía (señala el punto de entrada quirúrgico)
Línea dibujada sobre la piel de la cara lateral del muslo siguiendo la diáfisis femoral
Imagen radiológica del fémur
Imagen radiológica de la aguja-guía sobre el eje de la diáfisis femoral
Imagen radiológica de la pinza, con la punta situada sobre la línea dibujada en la piel de la cara lateral del muslo, directamente por debajo de la aguja-guía
Peligros Figura 9-39 Se coloca una aguja-guía larga sobre la superficie anterior del muslo y después se sitúa bajo el foco del radioscopio de manera que su imagen esté sobre el centro del canal medular del fémur. A continuación, siguiendo la línea que previamente se había dibujado sobre la cara lateral del muslo se desplaza una pinza de hemostasia grande en dirección proximal. Cuando coinciden la imagen radioscópica de la pinza de hemostasia y la imagen de la aguja-guía se dibuja una marca en la piel. AMPLE Deformidad ósea Un punto de entrada incorrecto es potencialmente peli- groso si se está realizando un enclavado intramedular del fémur. Con cierta frecuencia, el punto de entrada se encuen- tra demasiado lateral, hecho que ocasiona una deformi- dad en varo en el foco de fractura si ésta se halla en el tercio proximal del fémur y se utiliza un clavo rígido. Un punto de entrada lateral en la introducción del clavo tam- bién puede producir una fractura iatrógena de la cortical medial. Un punto de entrada demasiado medial puede produ- cir una fractura iatrógena del cuello femoral, generalmente una fractura basicervical de trazo vertical y, en ocasiones, también una lesión en la vascularización de la cabeza femo- ral y la consiguiente necrosis avascular. Nervios El nervio glúteo superior discurre de posterior a anterior a través de las fibras del músculo glúteo medio, entre 3 y 5 cm por encima de la punta del trocánter mayor. Si el fémur se sitúa en aducción no se producirá lesión alguna en el ner- vio durante la introducción del clavo. En cambio, sí puede producirse una lesión si se utiliza una técnica de enclavado retrógrado, que no precisa la aducción del fémur. Cómo ampliar el abordaje La ampliación de este abordaje no resulta útil ni en direc- ción proximal ni en dirección distal porque no utiliza un plano internervioso.
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