Taylor. Speroff endocrinología ginecológica, 9ed

Capítulo 30 • Aborto recurrente en los primeros meses del embarazo 1175

TABLA 30-1 Riesgo de aborto prematuro recurrente en las mujeres jóvenes 4–6

Riesgo de aborto espontáneo en el embarazo siguiente

Número de abortos anteriores

Mujeres que han tenido al menos un recién nacido vivo

0

12%

1

24%

2

26%

3

32%

4

26%

6

53%

Mujeres que no han tenido al menos un recién nacido vivo

2 o más

40%–45%

rrente. Incluso después de una evaluación exhaustiva, el aborto recurrente sigue siendo idiopático en bastante más de la mitad de las parejas afectadas (tabla 30-1). La información proporciona una perspectiva importante a todas las parejas que han sufrido un aborto recurrente; la mayoría agradece el ofrecimiento de llevar a cabo una evalua- ción para ident ifi car cualquier factor predisponente. Cuando se puede de finir una causa probable, el asesoramiento y el tra- tamiento espe cífi cos mejoran el pronóstico de éxito del em- barazo. En los casos en los que no se logra encontrar una cau- sa espe cífi ca, el consuelo y el ánimo no son menos valiosos. EPIDEMIOLOGÍA DEL ABORTO El aborto prematuro es un acontecimiento muy frecuente, más incluso de lo que creen la mayoría de las parejas. Casi todas las concepciones con anomalías cromosómicas concluyen espontá- neamente en aborto, la mayor parte antes de las 10 semanas de gestación, mientras que más del 90% de las concepciones con cariotipo normal siguen adelante 10,11 . Así pues, el aborto espon- táneo puede considerarse como un proceso de selección natural para el control de calidad. Saber que el aborto espontáneo es frecuente, normal e inevitable en la mayoría de los casos no cura las heridas emocionales que dejan los abortos prematuros, ni elimina la ansiedad que sufren las parejas afectadas cuando se plantean la posibilidad de intentar otro embarazo 12,13 . Aun así, es muy importante y conveniente tener una perspectiva correcta del problema. En conjunto, del 12% al 15% de los embarazos clínicamente ident ific ados fin aliza en un aborto espontáneo entre las 4 y las 20 semanas de gestación. Sin embargo, la frecuencia verdadera del aborto prematuro, compuesta tanto por los abortos prema- turos clínicamente reconocidos como por los inadvertidos, es entre dos y cuatro veces mayor, dependiendo de la edad. Es- tudios meticulosos realizados en mujeres jóvenes, sanas y con ciclos menstruales normales que intentaban un embarazo han demostrado que es frecuente detectar transitoriamente gonado- tropina coriónica humana (GCh) en la orina de mujeres que,

por lo demás, ignoraban por completo que habían concebido y abortado 14-16 . No menos del 30% de todas las concepciones terminan en aborto en las 12 primeras semanas de la gestación, y al menos la mitad de todos estos abortos pasan desapercibi- dos. La cantidad de abortos que se producen incluso antes de la primera falta es considerable 17 . La mayoría de los abortos reco- nocidos se producen antes de las 8 semanas de gestación, y son relativamente pocos los que ocurren después de las 12 semanas (fig . 30-1) 18 . Numerosos estudios han documentado que el riesgo de aborto espontáneo varía en función de los antecedentes obs- tétricos 3,18-20 . En general, las mujeres que están en su primera gestación, aquellas cuyo único embarazo anterior fin alizó de forma programada y aquellas cuyo único o último embarazo concluyó de forma satisfactoria tienen un riesgo relativamente bajo de sufrir un aborto espontáneo (4%-6%). Por el contrario, las mujeres cuyo único o último embarazo se malogró tienen un riesgo más alto de sufrir un aborto en su siguiente embarazo (19%-24%) 18 . A menos que haya tenido un embarazo ulterior satisfactorio, incluso un aborto único aumenta el riesgo de su- frir otro aborto espontáneo en el embarazo siguiente. Analiza- dos conjuntamente, los datos disponibles indican además que el riesgo de aborto espontáneo aumenta con el número de abortos, pero de forma muy gradual 4-6 . En conjunto, el riesgo es menor del 40% después de cuatro abortos y no supera el 50% incluso cuando se han producido seis o más abortos; este riesgo es lige- ramente superior en las mujeres con abortos recurrentes y sin niños nacidos vivos. Independientemente de los antecedentes obstétricos, el ries- go de sufrir un aborto espontáneo clínicamente reconocido aumenta con la edad. El riesgo es relativamente bajo antes de los 30 años (7%-15%), aumenta ligeramente en las mujeres de 30 a 34 años (8%-21%) y experimenta un incremento brusco entre los 35 y los 39 años (17%-28%) y a partir de los 40 años (34%-52%) 21-25 . En las mujeres con antecedentes de abortos, la edad avanzada se añade al riesgo asociado a los abortos anterio- res; el riesgo de aborto espontáneo en las mujeres mayores de 40 años (52%) es más de dos veces mayor que el riesgo en las menores de 30 años (25%). Si se tienen en cuenta tanto los abor-

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