Strayer.Patología_8ed
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CAPÍTULO 2: InflamacIón
Muchos mediadores moleculares , tanto solubles como asociados a la célula, estimulan estos cambios. Los más importantes se anali zan a continuación. Los principales acontecimientos de la inamación aguda se pro ducen en oleadas, con cambios vasculares, que se producen predo minantemente en las primeras 6 h después de la lesión, y el ujo de neutrólos, que alcanza un máximo a las 12 h y se mantiene durante unas 24 h. El ujo inicial de monocitos, que señala la transición a inamación crónica, comienza aproximadamente a las 48 h des pués de la lesión; a las 96 h, el inltrado debe ser mayoritariamente mononuclear. Los cambios vasculares y el reclutamiento celular causan tres de los cinco signos locales clásicos de la inamación aguda: calor, en rojecimiento e hinchazón. Los dos signos principales adicionales, dolor y pérdida de función ( functio laesis ), reejan los mediadores solubles y el daño hístico mediado por los leucocitos. Una vez desencadenados, estos cambios se desarrollan a ritmos va riables, en función del lugar del tejido y de la naturaleza y gravedad de la lesión. Son el reejo de la «triple respuesta» descrita por pri mera vez por Sir Thomas Lewis en 1924. En esos experimentos, en el lugar de un traumatismo cutáneo leve se desarrollaba una línea roja opaca, seguida de una erupción (halo rojo) y luego un habón (hinchazón). Lewis hipotetizó la presencia de un mediador vaso activo que provocaba vasodilatación y aumento de la permeabilidad vascular en el lugar de la lesión. ■ Como respuesta inmediata a una lesión o daño, los vasos san guíneos se contraen rápida y transitoriamente (en cuestión de segundos) y luego se dilatan . La vasodilatación, que se produce bajo la inuencia del NO, la histamina y otros fármacos solubles, permite el aumento del ujo sanguíneo y la expansión del lecho capilar. Esto provoca el enrojecimiento ( eritema ) y el calor aso ciados a la inamación aguda. ■ El aumento de la permeabilidad vascular condiciona la acumu lación de líquidos y componentes plasmáticos en los tejidos afectados . Las células endoteliales están conectadas entre sí por uniones estrechas y separadas de los tejidos circundan tes por una membrana basal limitante (g. 2-10A). El endotelio funciona normalmente como una barrera de permeabilidad: re gula y limita el movimiento de líquidos entre los espacios intra vascular y extravascular. La alteración de esta función de barre ra es una característica de la in amación aguda . Poco después de la lesión hística, los mediadores inamatorios producidos en el lugar de la lesión aumentan directamente la permeabilidad de los capilares y las vénulas poscapilares. La fuga vascular se debe a la contracción y retracción de las células endoteliales y las alte raciones de la transcitosis. Las células endoteliales también re sultan dañadas de forma tanto directa como indirecta por los leucocitos. La alteración de la barrera de permeabilidad provoca la pérdida de líquido ( edema ) y de células hacia el espacio extra vascular (g. 2-10B y C). ■ Los mediadores solubles (p. ej., cininas, complemento) estimu lan plaquetas intravasculares y células in amatorias . Estas moléculas se unen a los receptores de las células endoteliales y del músculo liso vascular, lo que provoca vasoconstricción o vasodilatación. La vasodilatación arteriolar aumenta el ujo san guíneo y exacerba la ltración de líquido en el tejido, mientras que la vasoconstricción de las vénulas poscapilares aumenta la presión hidrostática del lecho capilar, lo que estimula aún más el edema. Los componentes del sistema del complemento activa dos aumentan aún más la permeabilidad vascular y contribuyen al edema (g. 2-11). ■ Los neutró los son reclutados hacia el lugar de la lesión . A me dida que el líquido se ltra en el espacio extravascular y con centra de manera efectiva eritrocitos y leucocitos, la viscosidad de la sangre aumenta y la circulación se ralentiza ( estasis vascu lar ). Al microscopio, esto se observa como una gran cantidad de vasos pequeños dilatados y congestionados. A medida la estasis que se desarrolla, los leucocitos (en particular los neu Los cambios vasculares en la inflamación aguda comienzan poco después de la lesión
trólos) comienzan a distribuirse fuera de la sangre uyendo y se acumulan a lo largo de las supercies endoteliales ( mar ginación ), donde pueden adherirse a los receptores expresados por las células endoteliales y, nalmente, acomodarse entre las células endoteliales y migrar al tejido, un proceso denominado diapédesis . Después, los factores quimiotácticos reclutan a los leucocitos hacia el tejido lesionado. Una vez allí, los leucocitos comienzan a atacar a los patógenos invasores con el objetivo de eliminar los componentes dañados e iniciar la reparación del te jido. Los neutrólos también secretan mediadores adicionales, que pueden aumentar o inhibir la inamación. Las interacciones especícas entre receptores y ligandos que median en este pro ceso se analizan a continuación. Inflamación y edema En afecciones siológicas, el líquido se escapa continuamente del compartimento intravascular hacia el espacio extravascular. Los va sos linfáticos eliminan este líquido y lo devuelven a la circulación. El intercambio de líquido entre los compartimentos vascular y ex travascular se debe a un equilibrio de fuerzas que atrae el líquido hacia los espacios vasculares o lo expulsa hacia los tejidos ( v. cap. 7). La presión hidrostática, procedente del ujo sanguíneo y del volu men plasmático, fuerza la salida de líquido de la vasculatura. Esta presión es contrarrestada por la presión osmótica generada por los gradientes de electrólitos entre el plasma y los tejidos, y la presión oncótica generada por las proteínas plasmáticas (en particular, la albúmina), que suelen ser tan grandes que no pueden atravesar el endotelio y, por tanto, permanecen intravasculares. Los cambios vasculares en la in amación aguda alteran este equilibrio de fuerzas, lo que produce edema . El aumento del ujo sanguíneo y el aumento de la presión hidrostática actúan junto con el aumento de la permeabilidad vascular ( v. anteriormente) y la le sión endotelial para trasladar el líquido del espacio intravascular al extravascular. Inicialmente, este líquido es esencialmente un trasu dado (ultraltrado de plasma sanguíneo). Sin embargo, a medida que la permeabilidad vascular aumenta y las células comienzan a migrar a través del endotelio, el líquido que se acumula en los teji dos se convierte en un exudado , rico en proteínas y células. Los tra sudados y exudados pueden distinguirse por su gravedad especí- ca: una gravedad especíca inferior a 1.015 indica un bajo contenido en proteínas y es característica de los trasudados, mientras que los exudados tienen una gravedad especíca superior a 1.015. Las me diciones especícas de las proteínas en el líquido, en comparación con el plasma, también ayudan a poder determinar esta distinción. Muchas afecciones clínicas provocan la acumulación de líquido trasudativo o exudativo. Por ejemplo, la obstrucción del ujo de salida venoso (trombosis) o la disminución de la función del ven trículo derecho (insuciencia cardíaca congestiva) aumentan la con trapresión vascular y, por tanto, la presión hidrostática ( v. cap. 7). La disminución de la albúmina plasmática, ya sea por pérdida renal o por disminución de la síntesis hepática, reduce la presión oncóti ca plasmática. Cualquier anomalía en la retención de sodio o agua altera la presión osmótica y el equilibrio de fuerzas de los líquidos. Por último, el linfedema puede producirse si hay una alteración del drenaje linfático (p. ej., después de una intervención quirúrgica, ra diación, o un tumor o infección). Varios términos clave describen el edema y sus consecuencias: ■ Un derrame es un exceso de líquido en las cavidades corporales (p. ej., los espacios peritoneal o pleural). ■ El exudado seroso (o derrame ) se caracteriza por una escasa res puesta celular y un color amarillo pajizo. ■ El líquido serosanguinolento es un exudado seroso, o derrame, que contiene eritrocitos. Tiene una tonalidad rojiza. ■ El exudado brinoso contiene grandes cantidades de brina debido a la activación del sistema de coagulación. Cuando un exudado brinoso se produce sobre una supercie serosa, como la pleura o el pericardio, se trata de una «pleuritis brinosa» o una «pericarditis brinosa». ■ El exudado purulento contiene componentes celulares promi nentes, y suele estar asociado a infecciones piógenas, en las que predominan neutrólos.
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