Small. Procedimientos toxina botulínica_3ed

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Sección 2

Introducción y conceptos básicos

Anatomía • Musculatura de la cara en posición anteroposterior (sección Anatomía, fig. 1) • Musculatura de la cara en posición oblicua (sección Anatomía, fig. 2) • Musculatura superficial y profunda de la cara (sección Anatomía, fig. 3) • Arrugas y pliegues de la cara en posición anteroposterior (sección Anatomía, fig. 4) • Arrugas y pliegues oblicuos de la cara (sección Anatomía, fig. 5) • Puntos de referencia facial (sección Anatomía, fig. 6) • Anatomía funcional (sección Anatomía, fig. 7) • Músculos de la expresión facial (sección Anatomía, fig. 8) Es necesario un conocimiento detallado de la anatomía facial en las zonas de tratamiento antes de realizar procedimientos con toxina botulínica (sección Anatomía, figs. 1 a 8). La mayoría de los músculos faciales tiene uniones de tejido blando con la piel a través del sistema músculo aponeurótico muscular superficial (SMAS). Cuando los músculos faciales se contraen, la piel suprayacente se mueve con el músculo (m.), lo cual provoca la formación de arrugas (también llamadas rítides) perpendiculares a la dirección de la contracción muscular. Por ejemplo, la con tracción vertical del m. frontal forma arrugas horizontales en la frente, y la contracción horizontal de los músculos corrugador superciliar forma arrugas verticales en el entrecejo, por lo común denominadas “onces”. Anatomía funcional Los músculos faciales pueden dividirse en dos grupos funcionales principales: los elevadores, que levantan las estructuras faciales, y los depresores, que tiran de las estructuras hacia abajo. En la figura 7 de la sección Anatomía se destacan los músculos elevadores y depresores. La mayoría de los músculos faciales está equilibrada de manera funcional por músculos opuestos. Por ejemplo, la posición de las cejas es un equilibrio entre la función elevadora del músculo frontal que jala las cejas hacia arria y el complejo glabelar y la función depresora del músculo orbicular de los ojos que jala hacia abajo. La posición de las comisuras de los labios está equilibrada por los múscu los cigomático, elevador del ángulo de la boca y elevador del labio superior y del ala de la nariz (MELSAN), que tiran hacia arriba y los músculos depresor del ángulo de la boca (DAO, depressor anguli oris ), depresor inferior y platisma facial que tiran hacia abajo. En la juventud, la fuerza del elevador tiende a predominar, manteniendo una posición elevada de las estructuras de los tejidos blandos. Con la edad, los efectos depresores dan lugar a una tracción vectorial general hacia abajo y al descenso de los tejidos blandos. Cuando se intenta elevar estructuras faciales como las cejas, o mejorar un contorno facial como la línea de la mandíbula, el tratamiento de grupos de músculos con toxina botulínica consigue mejoras más espectaculares que el tratamiento de músculos indivi duales y a menudo es necesario para obtener resultados óptimos. Además de las consideraciones estéticas de formación de arrugas y contornos faciales, la musculatura facial es responsable de la expresión facial y de funciones perioculares esenciales como el cierre de los ojos y funciones periorales como comer, beber y articular. Por ejemplo, la contracción del m. orbicular del ojo forma las patas de gallo, cambia la posición de las cejas llevando la porción lateral de la ceja hacia abajo, reduce la apertura ocular y contribuye al par padeo. La contracción del m. mentoniano forma el pliegue mental, hoyuelos en la piel, eleva el mentón y eleva el labio inferior contribuyendo al cierre de los labios. El éxito del tratamiento con toxina botulínica requiere una apreciación de los efectos tanto estéticos como funcionales de los músculos faciales.

Mecanismo de acción La toxina botulínica es una proteína neurotóxica derivada de la bacteria Clostridium botulinum . Cuando se inyectan pequeñas cantidades de toxina botulínica en los músculos diana, se produce Copyright © 2025 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.