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Capítulo 9 • De ectos congénitos y diagnóstico prenatal

FIGURA 9-5 A, B. Ejemplos de ocomelia. Estos de ectos de las extremidades se caracterizan por la pérdida de los huesos largos de la extremidad. A menudo eran producidos por el ármaco talidomida. A B

celular, la disminución de la proliferación celular u otros fenómenos celulares. 5. Las manifestaciones del desarrollo anormal por efecto del teratógeno son muerte, malformaciones, retraso de crecimiento y trastornos funcionales. Agentes in ecciosos Entre los agentes infecciosos que inducen defectos al nacimiento (cuadro 9-1) se encuentran distintos virus. Los defectos congénitos debidos a la rubeola durante el embarazo (síndrome de rubeola congénita) solían ser un problema importante; no obstante, el desarrollo y la aplicación amplia de la vacuna casi han eliminado las malformaciones congénitas por esta causa. El citomegalovirus es una amenaza grave. A me nudo la madre carece de síntomas, pero los efectos sobre el feto pueden ser devastadores. La infección puede causar enfermedad grave al nacer y en ocasiones es letal. Por otra parte, algunos neonatos son asintomá ticos al nacer, pero desarrollan anomalías más tarde, como pérdida auditiva, disfunción visual y discapaci dad intelectual. Los virus del herpes simple y la varicela pueden causar defectos congénitos. Las anomalías inducidas por el virus del herpes son raras y, por lo general, la infección se transmite al neonato durante el naci miento, lo que le genera enfermedad grave y, en oca siones, la muerte. La infección intrauterina por varicela desencadena cicatrización cutánea, hipoplasia en ex tremidades, y malformaciones en ojos y sistema ner vioso central. La presencia de defectos congénitos tras la infección prenatal por varicela es rara y depende del momento en que ocurre la infección. Entre los neonatos

2. La susceptibilidad a la teratogénesis varía de acuer do con la etapa del desarrollo del embrión en que se produce la exposición . Muchos defectos congé nitos son inducidos durante la tercera a la octava semanas de gestación, que corresponde al periodo de la embriogénesis (organogénesis). Los sistemas orgánicos se establecen y desarrollan durante este periodo, y cada uno puede tener una o más fases de susceptibilidad. Por ejemplo, el paladar hendido puede ser inducido en la etapa del blastocisto (día 6), durante la gastrulación (día 14), en la fase tempra na de yemas de las extremidades (quinta semana) o cuando se están formando las crestas palatinas (séptima semana). De igual modo, es importante señalar que no todos los defectos se inducen en tre la tercera y la octava semanas. Casi cualquier tipo de malformación puede ser inducida durante el establecimiento de los ejes corporales que tiene lugar durante la primera semana. De igual modo, otros defectos pueden producirse después de las 8 semanas, en particular los que afectan el cerebro y dan origen a discapacidades para el aprendizaje y de tipo motor (fig. 9-2). Por lo tanto, no existe alguna fase del desarrollo que sea del todo segura. 3. Las manifestaciones del desarrollo anómalo depen den de la dosis y la duración de la exposición a un teratógeno. 4. Los teratógenos actúan de maneras específicas ( me ‑ canismos ) sobre las células y los tejidos en desarro llo, para desencadenar una embriogénesis anormal ( patogénesis ). Los mecanismos pueden implicar la inhibición de un proceso bioquímico o molecular específico; la patogénesis puede implicar la muerte

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