Rubin. Principios de patología
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CapÍtULO 2: InflamacIón y reparacIón
GeneraLidades de La inFLaMaCiÓn La inflamación es una reacción, tanto sistémica como local, de los tejidos y la microcirculación ante una agresión patógena. Se caracteriza por la producción de mediadores inflamatorios y movimiento de líquidos y leucocitos desde la sangre a los tejidos extravasculares. Esta respuesta localiza y elimina células alteradas, partículas extrañas, microorganismos y antígenos, permitiendo así la reparación del tejido. Se recurre a células específicas para que (1) ataquen y destruyan los agentes lesivos (p. ej., microorganismos infecciosos, toxinas y material extraño), (2) los digieran mediante enzimas y los eliminen o (3) retiren. Durante este proceso, las células y tejidos dañados se digieren y eliminan para permitir la reparación. La respuesta a muchos agentes dañinos es inmediata y estereotipada. El carácter de la respuesta inflamatoria se ve «modulado» por numerosos factores, como (1) la naturaleza del agente agresor, (2) la duración de la agresión, (3) la extensión del daño hístico y (4) el microambiente. Los signos clínicos de la inflamación fueron descritos en el s. i d.C. por el enciclopedista romano Aulus Celsus, rubor (enro- jecimiento), calor (aumento de calor), tumor (hinchazón) y dolor. Estos cuatro signos cardinales de la inflamación se corresponden con los episodios inflamatorios de vasodilatación, edema y daño hístico. Aunque de manera habitual la inflamación desempeña un papel defensivo, también puede ser perjudicial. La respuesta inflamatoria aguda puede ser desmesurada o sostenida, con o sin eliminación del agente agresor. La consecuencia puede ser el daño hístico, de lo cual son testimonios los estragos causados por una neumonía bacteriana, causados por la inflamación aguda, o la destrucción articular, en la artritis séptica. La inflamación cróni- ca también puede dañar tejidos y causar cicatrización y pérdida funcional de los mismos. De hecho, la inflamación crónica es la base de muchas enfermedades degenerativas. La debilidad de las respuestas inflamatorias puede provocar infecciones descontro- ladas, como en los huéspedes con inmunodepresión. etapas de la inflamación ■■ La iniciación de una respuesta inflamatoria tiene como consecuencia la activación de mediadores solubles y el re- clutamiento de células inflamatorias hacia el área lesionada. Se liberan moléculas desde el agente lesivo, células daña- das y en la matriz extracelular que alteran la permeabilidad de los vasos sanguíneos adyacentes al plasma, a otras moléculas solubles y a las células inflamatorias circulantes. Esta respuesta estereotipada e inmediata conduce a una rápida inundación de los tejidos lesionados con líquidos, factores de la coagulación, citocinas, quimiocinas, plaquetas y células inflamatorias, en particular neutrófilos (figs. 2-1 y 2-2). El proceso completo se denomina inflamación aguda. ■■ La amplificaci ó n depende de la extensión de la lesión y de la activación de mediadores como las cininas y componentes del complemento. Se reclutan leucocitos y macrófagos adicionales hacia el área. ■■ La destrucción de los agentes lesivos involucra la digestión enzimática y la fagocitosis del material extraño o los microor- ganismos infecciosos. Al mismo tiempo, los componentes del tejido dañado también se eliminan y desbridan, todo lo cual contribuye al inicio de la reparación. ■■ La finalización de la respuesta inflamatoria recibe la me- diación de mecanismos antiinflamatorios intrínsecos que limitan el daño hístico y permiten la reparación y un retorno a la función fisiológica normal. Alternativamente, de acuer- do con la naturaleza de la lesión y la respuesta inflamatoria y reparadora específica, puede desarrollarse una cicatriz en lugar de tejido normal.
el tejido dañado y los agentes extraños. Los infiltrados infla- matorios crónicos están compuestos sobre todo de linfocitos, células plasmáticas y macrófagos (fig. 2-3). Con frecuencia coexisten los infiltrados inflamatorios agudo y crónico. iniCiO de La inFLaMaCiÓn Un agente infeccioso o las células dañadas activan las vías de señalización que producen la respuesta inmunitaria innata o adaptativa. Inmunidad innata se refiere al amplio conjunto de rápidas respuestas del huésped a la lesión, las cuales no involucran productos genéticos o células en regiones variables. Para la in- munidad adaptativa se utilizan moléculas de inmunoglobulina y linfocitos T y B, que dependen de regiones variables de genes para generar especificidad inmunitaria (análisis en el cap. 3). La inflamación involucra un subconjunto específico de mecanismos humorales y celulares de defensa del huésped humoral y celular, que es fundamental para la respuesta inmunitaria innata. Ante la presencia de infección, las familias de receptores de reconocimiento de patrón unidas a membrana reconocen patro- nes microbianos relacionados con los patógenos. Los patrones moleculares relacionados con peligro derivados de células dañadas son liberados extracelularmente tras una lesión hística y también son reconocidos por receptores de reconocimiento de patrón localizados en la superficie celular e intracelularmente. Juntos, activan cascadas intracelulares para impulsar una respuesta inmunitaria coordinada (figs. 2-4 y 2-5). Con la activación, la respuesta inflamatoria multifacética co- mienza y es amplificada por: (1) liberación de citocinas y quimio- cinas; (2) activación de la coagulación y cascadas del complemento y (3) liberación de productos de radicales libres (fig. 2-5). receptores de reconocimiento de patrones Cuatro familias de receptores de reconocimiento de patrón se encuentran en las células inflamatorias e inmunitarias: (1) recep- tores tipo Toll; (2) las proteínas del dominio de oligomerización de nucleótidos ricos en leucina de repetición (receptores tipo NOD, nucleotide oligomerization domain ); (3) activación de la cas- pasa citoplasmática y helicasas con dominio de reclutamiento y (4) los receptores de lectina tipo C. receptores tipo toll Los receptores tipo Toll (RTT) son una clase importante de recep- tores de reconocimiento de patrón que se encuentran en células inmunitarias, inflamatorias y de los tejidos, como los macrófagos, células endoteliales y epiteliales (tabla 2-1). Los RTT de la superfi- cie celular reconocen los componentes de la pared celular bac- teriana y los virus. RTT específicos reconocen lípidos y carbohidratos en bacte- rias grampositivas, hongos, LPS de bacterias gramnegativas y ARN viral. Aunque la participación del RTT activa las vías intracelula- res que defienden contra los microorganismos, también puede dar lugar a la activación excesiva de cascadas de citocinas y así contribuir de forma notable al desarrollo de un shock séptico. receptores tipo nOd Estas proteínas solubles intracelulares también actúan como sensores de los microbios (patrones microbianos relacionados con los agentes patógenos) y la lesión celular (patrones moleculares relacionados con peligro). Forman grandes complejos moleculares llamados inflama- somas, que se relacionan con la activación proteolítica de las citocinas proinflamatorias.
2: Inflamación y reparación
■■ La inflamación crónica es una respuesta persistente. Ciertos tipos de lesiones desencadenan una respuesta inflamatoria e inmunitaria sostenida, a través de la cual no se logra eliminar AMPLE
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