Manual Washington de especialidades clínicas. Neumología

4 0   Insuficiencia respiratoria hipóxica

Pruebas diagnósticas • Las pruebas diagnósticas iniciales suelen incluir oximetría de pulso, radiografía de tórax y gasometría arterial. • Las pruebas diagnósticas adicionales dependerán del diagnóstico diferencial. Pruebas de laboratorio • Debe solicitarse una biometría hemática completa, pues los cambios en la hemoglobina pueden alterar el transporte de oxígeno. • La detección de drogas (suero u orina) puede ayudar en algunos casos de hipoventilación. • Si se cree que el paciente tiene síndrome de dificultad respiratoria aguda, es prudente solicitar pruebas de laboratorio más específicas para determinar la causa. • Los cultivos (sangre, expectoración y orina) siempre deben solicitarse si se sospecha infección. • Si se sospecha de hemorragia alveolar difusa, se debe descartar vasculitis solicitando anticuerpos anticitoplasma de neutrófilo, anticuerpos antinucleares, anticuerpos antimem- brana basal glomerular (anti-MBG), factor reumatoide, niveles de complemento, crioglo- bulinas, creatina fosfocinasa y otras pruebas pertinentes. Pruebas de imagen • Radiografía de tórax: siempre es preferible solicitar dos radiografías de tórax convencio- nales en las proyecciones posteroanterior y lateral que una portátil, pues son más sensibles para detectar y caracterizar patologías pulmonares subyacentes. Sin embargo, se debe considerar el contexto clínico. • TC de tórax: dependiendo de la situación clínica, una TC de tórax puede ayudar a limitar el diagnóstico diferencial de la IR hipoxémica. Una TC no contrastada casi siempre es suficiente, con excepción de la sospecha de embolia pulmonar, en cuyo caso está indicada una angiografía pulmonar. Procedimientos diagnósticos Ecocardiograma: puede ayudar a evaluar algunas causas de hipoxemia (p. ej., insuficien- cia cardíaca, cortocircuito intracardíaco de derecha a izquierda y enfermedad valvular o pericárdica). TRATAMIENTO • El tratamiento de la IR aguda gira en torno al tratamiento de la causa subyacente además del tratamiento complementario general y respiratorio. • El objetivo terapéutico consiste en garantizar la oxigenación suficiente de los órganos vitales. • En pacientes conscientes que respiran de forma espontánea, el oxígeno suplementario es uno de los tratamientos iniciales más importantes para la IR hipóxica. • La concentración de oxígeno inspirado debe ser la menor cantidad de oxígeno suplemen- tario para producir una PaO 2 ≥ 60 mm Hg o una SaO 2 ≥ 92% . Las presiones de oxígeno arterial superiores no tienen ninguna ventaja demostrada. Hay que establecer una distinción importante entre la oxigenación sanguínea y la oxige- nación hística suficientes. Existe una mala correlación entre la hipoxemia arterial y la hipoxia hística. La mejora de la oxigenación arterial puede no generar una mejora posterior de la dispo- nibilidad de oxígeno hístico debido a un descenso del gasto cardíaco o a vasoconstricción sistémica. El conocimiento de la saturación de oxígeno venoso mixto (SvO 2 ) o la saturación de oxígeno venoso central (ScvO 2 ) puede ayudar con el tratamiento posterior. Un descenso profundo de la oxigenación hística se define como shock. • En general, la administración apropiada de oxígeno implica aumentar lentamente la con- centración de oxígeno inspirado (FiO 2 ) vigilando la PaO 2 y la PaCO 2 . • La FiO 2 debe aumentar lentamente hasta llegar a una PaO 2 de 60-70 mm Hg o una SaO 2 ≥ 92%. AMPLE

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