MW_Medicina interna ambulatoria_3ed

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Capítulo 32 • Síndrome del intestino irritable

• El SII puede ser el resultado de la sensibilización de las vías neuronales aferentes del intes tino, de manera que los estímulos intestinales normales producen dolor («hipersensibilidad visceral»). • También se ha planteado la hipótesis de que la inflamación intestinal desempeña un papel en el desarrollo del SII, sobre todo en relación con las interacciones neuroinmunitarias per sistentes tras una gastroenteritis infecciosa (el llamado SII postinfección ). • Cerca de un tercio de los pacientes con SII reportan la aparición de los síntomas tras un episodio de gastroenteritis aguda. • Del total de los pacientes que presentan una infección intestinal aguda, entre el 7 y el 30% desarrollan síntomas similares a los del SII. • El SII postinfección también apunta a las alteraciones en la microbiota intestinal como un posible mecanismo y objetivo de las opciones terapéuticas. • El papel de la hiperproliferación bacteriana del intestino delgado en el desarrollo del SII también ha sido objeto de investigación. 9 • Uno de cada cuatro pacientes con SII-D presenta indicios de absorción deficiente de ácidos biliares; por lo tanto, es candidato a recibir un tratamiento con fármacos secuestrantes de ácidos biliares. 9 • El estrés psicológico parece ser importante para determinar quién desarrolla síntomas fun cionales tras una infección intestinal, así como para modular la red de dolor aferente que impulsa la activación cerebral de la estimulación rectal nociva. 9 • Las comorbilidades frecuentes incluyen el síndrome de dolor somático y los trastornos psi cológicos, lo cual puede llevar a pensar en una patogenia compartida. 7,10 • El diagnóstico del SII se realiza a partir de los síntomas. Los pacientes deben referir dolor abdominal y una asociación temporal de este con la defecación, con alteraciones en el patrón de las deposiciones o con ambos. • El diagnóstico del SII requiere un elemento de cronicidad (según los criterios ROMA IV, 1 día o más por semana durante los 3 meses anteriores), con un inicio de los síntomas de al menos 6 meses antes del diagnóstico. • El diagnóstico debe hacerse después de haber considerado las causas orgánicas o estruc turales , lo que requiere de una búsqueda cuidadosa de los síntomas de alarma . • Entre los síntomas de alarma importantes se encuentran la pérdida de peso involuntaria de 4.5 kg o más, la fiebre recurrente, la diarrea persistente, los síntomas nocturnos, la hematoquecia, la edad mayor de 50 años en el momento de la aparición de los sínto mas, el sexo masculino y los antecedentes familiares de neoplasia digestiva maligna, EII o enfermedad celíaca. 11 • Los antecedentes de síntomas de rápida evolución también son indicativos de enferme dad orgánica. La presencia de cualquier síntoma de alarma justifica una investigación más profunda antes de diagnosticar el SII. • Del mismo modo, la exploración física debe centrarse en descartar enfermedades orgánicas. • El dolorimiento abdominal difuso suele presentarse debido a la hipersensibilidad visceral observada en esta población. • La exploración física debe centrarse en la presencia de anomalías tiroideas, organomegalia, tumoraciones abdominales, linfadenopatía, enfermedad perianal o resultados positivos en la prueba de sangre oculta en heces. Pruebas diagnósticas • La realización de pruebas de laboratorio y estudios invasivos debe reducirse al mínimo en ausencia de síntomas de alarma , ya que las investigaciones extensas o repetitivas podrían resultar costosas y solo reforzarían el comportamiento de la enfermedad. SAMPLE DIAGNÓSTICO Presentación clínica

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