Larrabe. Cirugía plástica facil. 1ed

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PARTE VI  Cirugía plástica facial congénita/pediátrica

FIGURA 36.5  Depresión del labio inferior observado en el síndrome de Van der Woude.

Puede lograrse una mejor visualización del paladar blando si se coloca al niño en posición supina en el regazo de su madre/padre y se extiende su cuello con cuidado. El recién nacido a menudo abre la boca y protruye la lengua en forma espontánea, lo que aporta una vista adecuada. También deben usarse un abatelenguas y una linterna para el paladar y la úvula. Una úvula bífida o una zona pelúcida en el paladar blando obligan a la palpación en busca de una hendidura en el paladar duro. Se inspecciona el labio inferior en busca de hoyuelos labiales nodulares, como los observados en el síndrome de Van der Woude (Fig. 36.5). La comisura bucal y las mejillas se evalúan para detectar hendiduras atípicas o remanentes auriculares, que se encuentran en el espectro oculoauriculovertebral (Fig. 36.6). Se inspecciona la forma y posición de las orejas para detectar microtia u otras características de la microsomía hemifa- cial. Los párpados también presentan colobomas o muescas. Las indicaciones típicas para proceder con la reparación del labio hedido son dificultad para la alimentación, aumento de peso deficiente y obstrucción de la vía aérea. Aunque el aumento deficiente de peso puede indicar una dificultad para la alimentación, el cirujano y el pediatra también pueden considerar defectos cardiacos o de otro tipo que causan la falta de progreso. Se alienta el amamantamiento, aunque es frecuente la complementación con fórmula. Es normal una pérdida de peso posnatal de hasta 10%, pero debe recuperarse en 2 semanas. Después de eso, un aumento pon- deral de al menos 30 g por día indica una alimentación adecuada. Pocas veces es necesaria la alimentación con sonda nasogástrica, si una enfermera especializada en alimentación puede asesorar a la madre de manera efectiva. Los recién nacidos con paladar hendido tienen dificultad para generar succión; deben colocarse en posición vertical para limitar la regurgitación nasal. Los chupones especializados, como el de Haberman (Fig. 36.7), controlan la velocidad del flujo de un biberón y limitan la fatiga del lactante cuando se alimenta. INDICACIONES

FIGURA 36.6  Espectro oculoauriculovertebral, se muestra microsomía hemifacial, anotia izquierda y (A) labio y paladar completos unilaterales reparados; (B) TC tridimensional que muestra la hendidura alveolar no reparada y la reconstrucción de la rama mandibular izquierda con injerto costal. SAMPLE

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