Inmunología Molecular, celular y traslacional_3ed
Inmunología molecular, celular y traslacional 409
Células plasmáticas: derivadas de linfocitos B que se han activa do y diferenciado, son células que producen y secretan anticuerpos específicos para determinados patógenos. En el GALT, estos anti cuerpos, principalmente IgA, desempeñan un papel crucial en la neutralización y prevención de la invasión de patógenos al unirse a estos e inhibir su adherencia a la superficie de la mucosa. Los linfocitos naïve que se activan en los ganglios linfáticos mesentéricos, al diferenciarse en linfocitos efectores expresan mar cadores de migración que los dirige preferencialmente a la lámina propia del GALT en el que ocurrió el primer encuentro con el antí geno o a las PP. Para ello, la recirculación de linfocitos efectores está altamente regulada por diversas quimiocinas, moléculas de adhe sión y vías de señalización ( fig.25-2 ). Los linfocitos T activados en los ganglios linfáticos intestinales expresan altos niveles de la inte grina a 4 b 7 y del receptor CCR9. De forma complementaria, las vénulas poscapilares del intestino delgado expresan MadCAM-1 (mucosal addressin cell adhesion molecule-1 ) y producen CCL25, para permitir la extravasación de los linfocitos efectores. El ácido retinoico (RA, retinoic acid ), derivado de la vitamina A, tiene un papel muy importante en la inducción del perfil molecular de re clutamiento a intestino en los linfocitos efectores. Las células den dríticas CD103 + de las PP y de los ganglios linfáticos mesentéricos pueden metabolizar la vitamina A y generar RA, participando en el tropismo de los linfocitos T. Además, el RA también se requiere para la migración de células B y células secretoras de IgA al intestino. Aunque los linfocitos efectores del GALT desempeñan un papel fundamental en la vigilancia inmunológica y la defensa frente a patógenos, una alteración en su función puede provocar diversos trastornos GI, procesos inflamatorios y susceptibilidad a las infec ciones. Participación de la microbiota en la maduración y activación inmunológica La microbiota intestinal está compuesta por billones de microor ganismos que residen en el tracto GI, y participa en la maduración y activación del sistema inmunológico del huésped. Maduración del sistema inmunológico Durante los primeros años de vida, la microbiota intestinal experi menta cambios dinámicos, estableciendo un complejo ecosistema que influye profundamente en el desarrollo del sistema inmunoló gico del huésped ( fig. 25-3A ). La presencia de bacterias comensales es esencial para el desarrollo, organización y maduración de las estructuras del GALT, como las PP, los ganglios linfáticos, los fo- lículos linfoides aislados y la lámina propia. Además, son cruciales para la diferenciación y maduración de varios subconjuntos de leu cocitos, incluidas las APC y los linfocitos T y B. Por esta razón, los animales sin gérmenes (conocidos también como axénicos), despro vistos de microbiota intestinal, presentan un desarrollo del sistema inmunológico deficiente caracterizado por un número reducido de leucocitos y por respuestas inmunológicas comprometidas. La co lonización de animales sin gérmenes con cepas microbianas espe cíficas restablece las poblaciones leucocitarias, su maduración y función. Activación de las respuestas inmunológicas
interactúa con la E-cadherina presente en los enterocitos para fa cilitar la entrada y la retención en el epitelio intestinal. La mayoría de los IEL expresa un homodímero de CD8 α (CD8 αα ), el cual fun ciona como un regulador negativo de la activación. Alrededor de 90% de todos los IEL expresan TCR. El epitelio especializado que cubre la superficie de las PP, de nominado epitelio asociado al folículo (FAE, follicle-associated epi thelium ), contiene a las células M, cuya membrana basolateral presenta una invaginación o bolsillo poblada principalmente por células B IgM + y linfocitos T, en su mayoría T CD4 de memoria. La cúpula subepitelial (SED, subepitelial dome ) de las PP está formada por DC algunas de las cuales pueden penetrar la membrana basal del FAE, diversas poblaciones de linfocitos T CD4 memoria y B IgM + , IgA + e IgG + , entre ellas células B de memoria FcRL4 + con ca pacidad para secretar anticuerpos en respuesta a citocinas y acti vación vía TLR. Las DC intestinales expresan marcadores de superficie específicos; por ejemplo, expresan altos niveles de CD11c, CD11b, CD103 (integrina α E ). Además, están dotadas de una amplia diversidad de receptores de reconocimiento de patrones molecula res (PRR, pattern recognition receptor s), como los TLR y NLR, des empeñando un papel fundamental como APC a los linfocitos T en el inicio de la respuesta inmunológica adaptativa. En el humano, las PP que presentan áreas foliculares de linfo citos B con centros germinales (GC, germinal centers ) activos se encuentran muy cerca del SED. Alrededor del GC se extiende una zona de manto que contiene linfocitos naïve IgD + , rodeada a su vez por una zona marginal constituida por células B memoria IgM + , IgA + y células B semejantes a las de la zona marginal del bazo ca paces de generar respuestas T independientes. Envolviendo estos folículos ricos en linfocitos B, se extienden las regiones perifolicu lares ricas en linfocitos T naïve y de memoria; entre los más abun dantes los linfocitos T CD4 de memoria centrales, Treg FOXP3 + y T CD4 foliculares. La entrada de los linfocitos a las PP tiene lugar a través de las vénulas endoteliales altas y la salida de las células inmunocompetentes se realiza a través de los vasos linfáticos efe rentes difusos presentes en el lado submucoso de las PP. Las PP son consideradas lugares clave para la generación de respuestas de an ticuerpos en el intestino, produciendo células plasmáticas IgA + que han tenido procesos de hipermutación somática, de una manera T-dependiente y a través de la señalización CD40. Además, cuando las DC son activadas por los microorganismos patógenos, migran a los ganglios linfáticos mesentéricos donde tie ne lugar la activación de linfocitos T, que pueden adquirir diferen tes perfiles de diferenciación y un patrón de recirculación que los dirige a los sitios efectores del GALT. Moléculas de la barrera mucosa. Varias moléculas contribuyen a la integridad y función de la barrera mucosa, entre ellas las proteí nas de unión estrecha (como ocludinas y claudinas), unión adhe rente (cadherinas), unión comunicantes y desmosomas, que regulan la permeabilidad paracelular, y las mucinas, que forman la espina dorsal estructural del moco. Además, los AMP, como defensinas, catelicidina LL-37 y proteínas derivadas de los islotes regenerado res (REG), ejercen efectos antimicrobianos y participan en los pro cesos de reparación tisular. Recirculación de linfocitos efectores Los linfocitos T y B naïve maduros migran a órganos linfoides se cundarios, como el MALT, donde esperan encontrarse con antíge nos presentes en la luz de la mucosa y responden con rapidez. Los linfocitos efectores generados en el GALT incluyen principalmente células T y B: Linfocitos T CD4 + : realizan un papel vital en la regulación y coor dinación de las reacciones inmunológicas contra patógenos. Pueden diferenciarse en varias subpoblaciones: Th1, Th2, Th17 y Treg, con funciones distintas en las respuestas inmunológicas y la tolerancia. Linfocitos T CD8 + : ayudan a eliminar patógenos intracelulares y contribuyen a la inmunidad antiviral y antitumoral.
La microbiota intestinal es una fuente continua de antígenos y mo léculas inmunomoduladoras que estimulan el sistema inmunoló gico del huésped. Los productos derivados de la microbiota , como lipopolisacáridos, peptidoglicanos y ácidos grasos de cadena cor ta (SCFA, short-chain fatty acids ), activan receptores expresados en los leucocitos desencadenando respuestas inflamatorias o tole rogénicas. Las bacterias comensales que forman la microbiota in testinal (y algunas cepas de bacterias probióticas) son capaces de comunicarse con las células M, las DC y las células epiteliales ac tivando vías de señalización que: 1) conducen a la producción de diferentes citocinas (IL-10, IL-17, IFN- γ , TNF- α ) e inmunoglobu linas (IgA, IgM e IgG); 2) inducen a las células epiteliales intesti nales a producir moléculas de defensa como a -defensinas y proteínas de choque térmico; 3) mejoran la absorción de nutrientes Copyright © 2025 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.
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