González. MW. Reumatología_3ed

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Capítulo 10. Artritis reumatoide

• Se ha demostrado que la RM y la ecografía son métodos más sensibles para detectar erosiones articulares tempranas , sinovitis y tenosinovitis (véase capítulo 6). • Es digno de mención que las radiografías simples de los pies, con mayor probabilidad que las de las manos, mostrarán erosiones en la AR temprana. TRATAMIENTO • Las metas del tratamiento de la AR son aliviar el dolor, controlar la in amación, conservar y mejorar las actividades de la vida diaria y evitar la destrucción articular progresiva. • La detección temprana de la enfermedad y su tratamiento farmacológico son las piedras angulares terapéuticas de la AR , y, por tanto, es imperativa la remisión temprana al reuma- tólogo. • El tratamiento médico incluye el uso de AINE, ARME y corticosteroides. • Igual de importante es el tratamiento no farmacológico de la AR, incluyendo la educación del paciente, la sioterapia, la terapia ocupacional y los recursos de ortótica y cirugía. Medicamentos Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) • El uso de AINE a dosis altas puede ayudar a aliviar los síntomas de dolor e in amación en la mayoría de los pacientes con AR. • Deben vigilarse estrechamente a los pacientes en cuanto a los efectos secundarios del fármaco, en especial la aparición de úlceras gastrointestinales y disfunción renal. • Algunos pacientes pueden bene ciarse del uso de inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa (COX)-2, que se ha demostrado presentan menor toxicidad GI, o la adición de pro laxis GI en forma de misoprostol o inhibidores de la bomba de protones. • Los AINE no impiden el progreso del daño articular y óseo ; por tanto, en las estrategias terapéuticas actuales se recomienda usar AINE en combinación con ARME al inicio del tra- tamiento. • Consulte el capítulo 9 para obtener detalles sobre dosi cación, efectos secundarios y vigilancia de agentes especí cos. Glucocorticoides • Los glucocorticoides a dosis baja (p. ej., prednisona, 5-10 mg/día) son e caces para disminuir con rapidez los síntomas de AR y útiles para ayudar a los pacientes a recuperar su estado fun- cional previo. • Desafortunadamente, los ciclos breves de glucocorticoides orales producen solo un bene cio provisional, y a menudo se requiere el tratamiento permanente para mantener el control de los síntomas. • Los glucocorticoides son apropiados para los pacientes con limitaciones signi cativas en sus actividades de la vida diaria, en particular en etapas tempranas de la enfermedad, hasta que se obtienen los bene cios de los ARME de acción lenta. • Se debe disminuir de forma gradual la dosis hasta la más baja posible y eliminar el trata- miento con esteroides cuando sea factible. • Los efectos secundarios de los glucocorticoides son bien conocidos e incluyen aumento de peso, rasgos cushingoides, osteoporosis (para detalles sobre el tratamiento y la prevención de la os- teoporosis relacionada con glucocorticoides, véase el capítulo 48), necrosis avascular, infección, diabetes mellitus, hipertensión y aumento de las cifras de colesterol sérico. Mantener la dosis diaria de prednisona en ≤ 5 mg a menudo puede disminuir su toxicidad. • Las dosis de glucocorticoides deben reducirse lentamente de forma gradual durante varios me- ses para evitar insu ciencia suprarrenal. Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (ARME) • Los ARME pueden hacer más lento el progreso de la AR o detenerlo. Deben suministrarse tempranamente (desde las primeras semanas hasta los 3 meses a partir del diagnóstico). SAMPLE

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