Epstein.Interpretación de biopsias de la próstata, 6ed
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INFORME DEL CÁNCER
localizan dentro de la próstata, el cáncer que invade células ganglionares no es diag- nóstico de extensión extraprostática 106 . En alguna ocasión el urólogo puede tomar de forma intencionada una biopsia de la vesícula seminal para detectar si hay o no inva- sión. Quienes recomiendan este procedimiento lo limitan a los pacientes con vesículas seminales anormales en la ecografía, elevación marcada del PSA o vesículas seminales anormales en el TR 107-109 . El epitelio de las vesículas seminales y el de los conductos eyaculadores tiene una citología idéntica, siendo la única diferencia que las vesículas seminales solo están unidas a la próstata por uno de sus lados y se ubican fuera de ella, mientras que los conductos eyaculadores son intraprostáticos. Si el urólogo indica que una muestra deriva de una vesícula seminal y se observa que el cáncer parece invadir un epitelio de tipo seminal, entonces puede diagnosticarse de forma definitiva la inva- sión a las vesículas seminales en la biopsia. En los casos con cáncer que invade un epitelio que parece de tipo seminal sin que se indique que proviene de una vesícula seminal, se señala que el cáncer invade tejido de vesícula seminal/conducto eyaculador (fig. 8-3, efigs. 8-11 a 8-15). RESECCIÓN TRANSURETRAL En la actualidad se detectan menos cánceres de forma incidental en la RTUP en com- paración con lo que ocurría hace pocos años. Este fenómeno deriva de una combina- ción de factores. En primer lugar, los urólogos están utilizando distintos tratamientos médicos para la hiperplasia prostática benigna en un número creciente de hombres. En segundo lugar, las alternativas terapéuticas a la cirugía, como el uso de láseres, criociru- gía, dilatación con balón, endoprótesis y terapia con microondas pueden no aportar tejido para análisis histológico. Por último, en la valoración diagnóstica de los hombres con síntomas de obstrucción urinaria, las pruebas de PSA en suero y los estudios de ecografía pueden conducir a un diagnóstico de cáncer mediante biopsia con aguja. Con independencia de esto, las RTUP se siguen realizando ya sea como primera línea tera- péutica en algunos hombres o en quienes fallan otras alternativas. El carcinoma que no se sospecha por clínica y se descubre accidentalmente en las muestras obtenidas mediante RTUP que se extraen por hiperplasia prostática benigna se califica como enfermedad en estadios T1a y T1b. Esta situación ocurre cuando: a) la cantidad de carcinoma en la glándula se encuentra muy localizada y no es detectable mediante tacto rectal, b) cuando el tumor muestra infiltración difusa de la próstata sin generar induración o algún nódulo detectable por medios clínicos o c) cuando el tumor tiene predominio anterior o central y no se detecta en el tacto rectal, incluso cuando puede tener un volumen significativo. Como es de esperar, el comportamiento del tu- mor en estas situaciones difiere considerablemente. De hecho, los pacientes con un volumen significativo de tumor sin sospecha clínica en la RTUP tienden a tener un estadio patológico más alto respecto a la extensión extraprostática, la afectación de ve- sículas seminales y las metástasis a ganglios linfáticos pélvicos, que aquellos con carci- noma unilateral palpable 110 . Debido a que el tumor no se reconoce por clínica, todo el sistema de estadiaje usado para evaluar estos tumores se basa en el análisis histológico del tumor. Es así responsabilidad de los patólogos determinar el sistema de clasificación SAMPLE
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