Edwards.Manual de dermatología genital_4ed
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Temas especiales en dermatología genital
5. a edición del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5®), el TDC se clasifica en la categoría del tras torno obsesivo-compulsivo (TOC), trastornos con una comor bilidad extremadamente alta entre sí. Algunos datos recientes indican que el TOC y el TDC comparten factores de riesgo genéticos y ambientales, características clínicas y perfiles socio demográficos comunes. 13 Los pacientes con ambos presentan tasas más elevadas de ansiedad, rasgos esquizotípicos e ideas suicidas que con cualquiera de estos trastornos por separado. También existe comorbilidad entre el TDC y otros trastornos mentales como la depresión, el trastorno de ansiedad y la fobia social. 14,15 Los pacientes con anomalías anatómicas reales pero leves pueden estar preocupados solo al nivel de gravedad del TOC, mientras que aquellos en los que no se detectan anoma lías pueden ser delirantes. 14 No es sorprendente que la preocupación por defectos meno res o imaginarios afecte más a menudo a la cara, la cabeza y el cabello, pero también puede afectar a los genitales. 16,17 El grado de preocupación puede ser relativamente leve y solo de natura leza obsesiva, o puede ser más grave y constituir un TDC com pletamente desarrollado. La preocupación por los genitales suele girar en torno al tamaño o al color. En cuanto a la preocupación por el tamaño, no es sorpren dente que los hombres se centren más a menudo en el pene, percibiendo que su pene de tamaño normal es dema siado pequeño. 18 Por otro lado, en las mujeres suele ser la per cepción errónea de que sus labios menores son demasiado grandes o asimétricos. 19 La preocupación por el pene en los hombres ha dado lugar a una enorme industria de medicamen tos de venta libre que se anuncian como «garantía» de alarga miento del pene. Del mismo modo, la percepción errónea sobre el tamaño o la asimetría de los labios ha dado lugar a un nego cio en auge de la cirugía estética de los genitales femeninos. Se ha publicado muy poco sobre la preocupación por el color de los genitales. No obstante, una búsqueda en Inter net revela un gran nivel de preocupación por parte de las mujeres respecto a la percepción de que sus genitales externos (sobre todo los labios mayores) o la zona perianal están dema siado pigmentados. Debido a esta preocupación, se ofrecen muchos productos y servicios para el blanqueamiento genital y anal. Además, muchas mujeres que desarrollan dolor vesti bular exploran el vestíbulo vulvar y perciben que el color es inusualmente rojo. Esta percepción puede verse reforzada por los médicos que, en la exploración, confirman la presencia de eritema «excesivo». Este eritema «excesivo» se percibe enton ces como un proceso inflamatorio responsable de la aparición del dolor vestibular. Esto llevó al uso del término «vestibulitis vulvar». Sin embargo, en varios estudios se ha mostrado que las mujeres asintomáticas y con biopsias normales en su tota lidad presentan con frecuencia un grado similar de eritema vestibular y, en todo caso, ninguna forma de tratamiento anti inflamatorio ha disminuido el eritema ni mejorado el dolor. Por otro lado, en algunos estudios se respalda la presencia de inflamación, aunque no son convincentes, ya que dejan el tema sin resolver. 20 Los autores consideran que el color rojo es un hallazgo habitual que no está relacionado con la inflamación ni
médico como la cirugía pueden ofrecer buenos resultados en la mayoría de las pacientes con vulvodinia, está claro que estas personas también pueden beneficiarse a partir de diversos abordajes psicológicos durante la terapia. 5,6 Por lo general, un aspecto ignorado de los síntomas vulvovaginales crónicos, en especial de la vulvodinia, es el efecto en la pareja, el cual puede ser enorme. 7 Prurito crónico y rascado en ausencia de enfermedad reconocible Al igual que ocurre con el dolor cutáneo, el prurito puede sur gir como un proceso idiopático (prurito psicógeno) o produ cirse de forma secundaria a un trastorno sistémico, cutáneo o neurológico (neuropático) subyacente ( véase cap. 13). El pru rito psicógeno (que abarca trastornos como la excoriación neurótica, el prurigo nodular y el prurito con delirios de para sitosis) se asocia a una variedad de problemas psicógenos, en particular el comportamiento obsesivo-compulsivo, la ansie dad y la depresión. 8-10 Excoriación psicógena («excoriación neurótica») y prurigo nodular son los términos que se utilizan para designar a los pacientes que se rascan, escarban o excorian de forma crónica en una piel que, por lo demás, no tiene anomalías evidentes. 11,12 Estos trastornos difieren del rascado y frotamiento que se pro duce en las afecciones cutáneas pruriginosas como la derma titis atópica y el liquen simple crónico en varios aspectos. En primer lugar, no hay atopia ni ningún otro trastorno subya cente reconocible. En segundo, las excoriaciones son sensible mente más profundas, por lo que suelen presentarse como úlceras en lugar de erosiones. Y, en tercer lugar, las marcas de excoriación están separadas unas de otras por zonas interme dias de piel sana. Por otra parte, los pacientes con la forma más grave de excoriación psicógena, los que creen que su piel tiene «bichos» (delirios de parasitosis) o fibras (enfermedad de Morgellons), casi siempre deliran. Estas dos últimas afecciones (que son bas tante idénticas desde un punto de vista psicológico) solo se producen en la región anogenital cuando también están impli cadas otras partes del cuerpo. El hecho de que el prurito psicógeno responda bien a los fár macos psicotrópicos, como los antidepresivos tricíclicos, las benzodiazepinas, los inhibidores selectivos de la recapta ción de serotonina (ISRS) y los antipsicóticos, sustenta la suposición de que esta forma de prurito está relacionada sobre todo con una disfunción psicológica. Trastorno dismórfico corporal El trastorno dismórfico corporal (TDC) se define como la pre ocupación por algún defecto leve, o inexistente, en el aspecto físico que causa un malestar apreciable y ocasiona una dis función psicosocial o sexual. El TDC es bastante frecuente, con una prevalencia mundial de casi el 2% de la población adulta general, que puede llegar hasta el 20% de las perso nas que se presentan para someterse a una rinoplastia. 13 En la
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