Edwards.Manual de dermatología genital_4ed

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Temas especiales en dermatología genital

dermatitis atópica suelen describirse como irritables, resentidos, llenos de culpa y hostiles. La mejoría de los resultados con la intervención psicológica y educativa muestra la gran impor tancia que tienen los factores psicológicos en el desarrollo de la dermatitis atópica y el liquen simple crónico. 36 Psoriasis Está claro que hay una predisposición genética y biológica al desarrollo de la psoriasis, aunque, al igual que en el caso de la dermatitis atópica, los factores psicológicos parecen influir en la cronología de las lesiones, la gravedad de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Existe cierto acuerdo en que los gra dos altos de estrés, al menos en algunos pacientes, preceden al desarrollo y reagudización de la psoriasis. 37,38 Las personas con psoriasis presentan niveles apreciablemente más altos de ansie dad y depresión que el control poblacional; por ello, parece razonable creer que su presencia es causada, al menos en parte, por el estrés. 33,39 Además, los hombres con psoriasis consumen más alcohol. Los pacientes de ambos sexos, pero en especial las mujeres, son más propensos a fumar que los controles de los estudios. 40 Estos aspectos conductuales también pueden estar relacionados con la ansiedad y la depresión observadas. Los pacientes con psoriasis también son mucho más pro pensos a presentar alexitimia (incapacidad para comprender, procesar o describir emociones) y es posible que este rasgo de la personalidad influya en el curso de la enfermedad. 41 Por último, estos pacientes presentan grados de estigmatización y evitación o apego social superiores a los habituales, además de que tienden a percibir la falta de apoyo social. 42 La mala salud siempre tiene un efecto perjudicial en la CdV de los pacientes. La medición de la CdV mediante encuestas validadas es quizás el mejor abordaje para medir la disfunción psicosocial. 43 Estas encuestas se han administrado en casos de un gran número de afecciones cutáneas, pero debido a las limi taciones de espacio, aquí solo se considerarán la psoriasis y la dermatitis atópica. Vale la pena explorar cinco aspectos relati vos a los resultados de estos estudios sobre la CdV. En primer lugar, los trastornos cutáneos crónicos, en com paración con las enfermedades médicas sistémicas importan tes, parecen tener un efecto perjudicial desproporcionadamente grande sobre la CdV general. Esto no es motivo de sorpresa, dada la reacción social adversa hacia quienes padecen enfer medades visibles en comparación con quienes padecen afec ciones «invisibles» como la hipertensión y la diabetes. Además, existe un temor injustificado en buena parte de la población a que las enfermedades cutáneas sean contagiosas. En segundo lugar, la magnitud del efecto de estas dos enfer medades utilizadas como ejemplos, la psoriasis y la dermati tis atópica, que tiene sobre la CdV no es menor, sino bastante importante. 44,45 En tercero, el efecto perjudicial sobre la CdV de los pacien tes con psoriasis y dermatitis atópica aumenta con la gravedad La disfunción psicosocial es resultado de la enfermedad

de la enfermedad cutánea. Esto también es de esperar porque, a medida que aumenta la gravedad, es probable que las interaccio nes sociales e íntimas sean más problemáticas para el paciente. En cuarto, una distribución de la psoriasis y la dermatitis atópica que afecte al rostro o la región anogenital aumenta el efecto perjudicial de estas dos afecciones sobre la CdV en gene ral y sobre la intimidad en particular. 46,47 En quinto, la evaluación de la gravedad de la enfermedad y su repercusión en la CdV difiere bastante entre los pacien tes y los médicos. Con gran frecuencia, estos últimos creen que la disminución de la CdV es mucho menor que la perci bida por los pacientes. Esto está relacionado en buena medida con el hecho de que los médicos basan la estimación del efecto de la enfermedad sobre la CdV casi por completo en su obser vación de la extensión y gravedad de la afección, sin tener en cuenta lo que incluso una enfermedad leve puede significar para cada persona. El uso de cuestionarios de CdV completa dos por el paciente mejoraría esta discrepancia entre la pers pectiva del paciente y la del médico, pero, por desgracia, este tipo de encuestas casi solo se utilizan en un entorno de investi gación clínica y no en las consultas con los pacientes. Esta situación debe cambiar, ya que la subestimación de la percep ción del paciente sobre el efecto de la enfermedad en su CdV es degradante para él o ella e inevitablemente tendrá un efecto adverso tanto en la relación médico-paciente como quizás en la respuesta del paciente al tratamiento. Enfermedades genitales en la infancia Algunas afecciones genitales solo se presentan en los niños o son más frecuentes en los niños prepúberes. Además, muchas enfermedades cutáneas que afectan tanto a los niños como a los adultos presentan interrogantes o tratamientos únicos cuando se observan en los pacientes pediátricos. Los trastornos genitales producen ansiedad en los pacientes en general, con temores respecto a su malignización, funciona miento sexual, fertilidad y enfermedades de transmisión sexual (ETS). Los síntomas y las anomalías genitales en los niños oca sionan aún más ansiedad en los padres, quienes se sienten res ponsables de la enfermedad de su hijo, mientras son incapaces de aliviarla. A menudo, los médicos han investigado la posibili dad de una enfermedad de transmisión sexual o han abordado el tema del abuso sexual, lo que produce aún más ansiedad, actitud defensiva e ira. O bien, la atención excesiva de un pro genitor a los síntomas del niño puede causar ansiedad en este o que disfrute de la atención con la consiguiente manipulación. El tratamiento principal para los padres de niños con moles tias genitales es tranquilizarlos y advertirles de la informa ción que pueden encontrar en las redes sociales. Los folletos impresos sirven de apoyo, ya que la palabra escrita se percibe como fidedigna y asegura a los padres que el problema es reco nocido y compartido por otros. Su hija o hijo no está solo y tanto la información como el tratamiento de la enfermedad están disponibles. Para muchas familias es esencial que se les asegure que la enfermedad no es culpa de los padres y que no

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