Dobiez. Manual de emergencias obstétricas_1ed
412 Sección 6 Emergencias después del parto
Figura 30-6 . Tromboflebitis pélvica séptica.
CONSIDERACIONES DE DIAGNÓSTICO Cuadro clínico Las pacientes pueden acudir con dos síndromes distintivos:
• Trombo ebitis de la vena ovárica (TVO): 27 las pacientes se presentan con una enfermedad aguda vinculada con ebre y dolor abdominal en la semana que sigue al parto. El dolor puede ser locali- zado en el lado afectado, por lo general el derecho, pero también puede presentarse en el anco correspondiente o el dorso. A la exploración física puede palparse una masa como cordón que se extiende del centro del útero a la porción alta del abdomen, dependiendo del hábito corporal de la paciente, quien también puede presentar síntomas gastrointestinales leves, como náusea o un íleo. • Trombo ebitis pélvica séptica profunda: 27 este cuadro clínico es más sutil, con ebre que se pre- senta de manera temprana en el posparto, por lo general en el transcurso de 3 a 5 días, pero el inicio de las manifestaciones puede retrasarse hasta 3 semanas. Las pacientes pueden tener un aspecto clínicamente bueno entre los picos febriles y solo presentar ebre o escalofríos, con ausencia de otros síntomas, como dolor abdominal y pélvico. Pruebas de diagnóstico La valoración inicial debe incluir una exploración física exhaustiva, centrada en el abdomen y la pelvis. Las pruebas de laboratorio básicas pueden ser inespecícas, pero incluir BH con diferencial, análisis de orina y urocultivo, así como hemocultivos. Ocurre una leucocitosis de más de 12000/µL en 70 a 100%de las pacientes con TPS, pero sigue siendo inespecíca. El diagnóstico de TPS suele sospecharse cuando las pruebas de labo- ratorio resultan negativas en el contexto de síntomas persistentes. Deben obtenerse imágenes abdominopél- vicas en todas las pacientes con sospecha de TPS. La modalidad de imagen de uso más frecuente es la TC con medio de contraste y una fase venosa especial. La resonancia magnética (MRI) es una alternativa, idealmente con uso de venografía por resonancia magnética (RMV) reforzada por gadolinio, que es más especíca de la TVO. Una ecografía pélvica tiene una sensibilidad mucho menor. Los hallazgos negativos de los estudios de imagen no descartan la TPS, que entonces se convierte en un diagnóstico de exclusión. Tratamiento La exéresis quirúrgica o ligadura de la vena trombosada era el anterior tratamiento de elección. Sin em- bargo, la antibioticoterapia con anticoagulación terapéutica sistémica se ha convertido en la modalidad terapéutica más frecuentemente recomendada en el contexto intrahospitalario. SAMPLE
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