Dobiez. Manual de emergencias obstétricas_1ed
410 Sección 6 Emergencias después del parto
Etiología El factor de riesgo más frecuente es la anestesia general. El alivio deciente del dolor con decremento resultante en la inspiración profunda puede también contribuir. Diagnóstico Las pacientes, por lo general, acuden con uno o más de los siguientes síntomas: ebre, tos productiva, escurrimiento nasal y faringitis. La enfermedad similar a la gripe (ebre, tos y faringitis) debe sospecharse y tratarse con rapidez con antivirales en todas las mujeres durante la temporada de inuenza. Las pruebas rápidas de antígenos tienen una mala especicidad y no debería conarse en ellas para guiar el tratamiento con antivirales. Puede ser de utilidad una radiografía de tórax y es posible que se visualice un inltrado. Debe ordenarse BH y hemocultivos. Tratamiento La selección de los antibióticos debe tomar en consideración si la paciente está amamantando. Como prin- cipio general, los antibióticos como la penicilina, las cefalosporinas y los macrólidos son compatibles con el amamantamiento. Deben evitarse las quinolonas y las tetraciclinas. La consulta en internet de LactMed, https://toxnet.nlm.nih.gov/newtoxnet/lactmed.htm, es un gran recurso para la selección de la medicación para las madres que amamantan. Cuando se sospecha inuenza deben iniciarse antivirales rápido en la paciente. Las mujeres con hasta 2 semanas posparto son tan susceptibles como las embarazadas a las complicaciones graves de la gripe; por lo tanto, debe seguirse el algoritmo de publicación conjunta del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) y la Society for Maternal Fetal Medicine (SMFM) para la selección de pacientes con enfermedad similar a la gripe (gura 30-5). 26 Las mujeres que necesitan tratamiento por una infección respiratoria rara vez requieren separarse de sus bebés, pero se revisará la buena higiene de las manos. La tuberculosis activa es una excepción que requiere una separación temporal de la madre y el neonato. No se desalienta el amamantamiento, pero se promueve una buena higiene de manos para limitar la transmisión. Además, el amamantamiento pro- veerá de inmunidad pasiva al recién nacido. La TPS es una causa menos frecuente de ebre posparto; con incidencia de 1 en 9 000 partos vaginales y 1 en 800 cesáreas. Las mujeres en el periodo posparto tienen alto riesgo de trombosis por su estado de daño endotelial, estasis venosa e hipercoagulabilidad (la triada de Virchow), que aumenta el riesgo de TPS. 27 El daño endotelial puede ser secundario a sucesos de traumatismos durante el parto, que incluyen los intraparto de estructuras vasculares, infección uterina o la intervención quirúrgica misma. La dilatación venosa ovárica inducida por el embarazo y las presiones venosas posparto bajas llevan a la estasis venosa que puede progresar a un ujo sanguíneo retrógrado de las venas ováricas de derecha a izquierda, con el resultado de TPS derecha frecuente (gura 30-6). Los factores de riesgo incluyen endometritis posparto o parametritis poscesárea complicadas por co- rioamnionitis. La cesárea y la corioamnionitis constituyen factores de riesgo independientes con una razón de momios (OR, por sus siglas en inglés) de 6.3 y 4.8, respectivamente. 28 Otros factores de riesgo incluyen edad materna menor de 20 años, embarazo múltiple y preeclampsia, aunque todos en sí son factores de riesgo de cesárea. Etiología Por lo general no hay aislamientos de microorganismos patógenos de cultivos tisulares o hemocultivos de las pacientes afectadas por TPS. Sin embargo, se cree que los involucrados en otras infecciones pélvicas posiblemente también se relacionen con la TPS, e incluyen estreptococos, especies de Enterobacteriaceae y anaerobios. Se han reportado otros microorganismos, entre ellos SARM . SAMPLE TROMBOFLEBITIS PÉLVICA SÉPTICA Fisiopatología
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