Conroy_6ed. Musculos. Función y prurbas

36 CAPÍTULO 2: POSTURA

SECCIÓN I FUNDAMENTOS DE LA POSTURA

INTRODUCCIÓN Tener la postura ideal es un buen hábito que contribuye al bienestar de la persona. La estructura y la función del cuerpo ofrecen la posibilidad de alcanzar y mantener una postura ideal. Por el contrario, una postura incorrecta es otro hábito que, por desgracia, es demasiado frecuente (1). Los defec tos posturales tienen su origen en la disminución o el uso incorrecto de las capacidades que ofrece el cuerpo, no en la estructura y la función del cuerpo sin anomalías. Si la postura defectuosa fuera un problema meramente estético, las preo cupaciones al respecto podrían limitarse a las relativas a la apariencia; sin embargo, las imperfecciones posturales que persisten pueden dar lugar a molestias, dolor, deterioro de la función o discapacidad (1-5). La gama de efectos, desde el malestar hasta la discapacidad, suele estar relacionada con la gravedad y la persistencia de los defectos. El debate sobre la importancia de la postura ideal surge de reconocer la prevalencia de los problemas posturales y las afecciones dolorosas asociadas. Este texto intenta definir los conceptos de postura ideal, analizar los fallos posturales, presentar opciones de tratamiento y discutir algunos de los factores de desarrollo e influencias ambientales que afectan la postura. El objetivo es ayudar a disminuir la incidencia de los fallos posturales que dan lugar a afecciones dolorosas. Los patrones culturales de la civilización moderna aumentan las tensiones sobre las estructuras básicas del cuerpo humano al imponer actividades cada vez más espe cializadas. Es necesario reconocer las estrategias compensa torias habituales empleadas en la vida cotidiana para lograr un funcionamiento óptimo. La alta incidencia de defectos posturales en los adultos está relacionada con el proceso de envejecimiento y con patrones de actividad altamente especializados o repetitivos (1, 3, 6). La corrección de las alteraciones existentes depende de la comprensión de las influencias subyacentes y de la aplicación de un programa de medidas educativas positivas y preventivas. Ambas requieren una comprensión de la mecánica del cuerpo y de su respuesta a los esfuerzos y tensiones que se le imponen. Inherentes al concepto de buena mecánica corporal, están las cualidades inseparables de la alineación y el equi librio muscular. Los procedimientos de exploración y tra tamiento están dirigidos a restaurar y preservar la mecánica corporal ideal en la postura y el movimiento. La instrucción y los ejercicios terapéuticos para fortalecer los músculos débiles y estirar los músculos tensos son los principales medios para restablecer el equilibrio muscular. La mecánica corporal ideal requiere que la amplitud de movimiento articu lar sea adecuada pero no excesiva. La flexibilidad normal es un atributo; la flexibilidad excesiva, no. Un principio básico relativo a los movimientos articulares puede resumirse así: a mayor flexibilidad, menor estabilidad; a mayor estabilidad,

menor flexibilidad. No obstante, surge un problema, ya que el rendimiento experto en diversas actividades deportivas, de danza y acrobáticas requiere una flexibilidad y una longi tud muscular excesivas. Aunque «cuanto más, mejor» puede aplicarse a la mejoría del rendimiento, puede afectar nega tivamente el bienestar de quien lo lleva a cabo. La siguiente definición de postura se incluyó en un informe del Comité de postura de la American Academy of Orthopedic Surgeons (7). Está tan bien afirmado que vale la pena repetirlo: La postura suele definirse como la disposición relativa de las partes del cuerpo. Una buena postura es el estado de equili brio muscular y óseo que protege las estructuras de apoyo del cuerpo frente a lesiones o deformidades progresivas, indepen dientemente de la posición (erguido, decúbito, en cuclillas o encorvado) en la que estas estructuras trabajen o descansen. En tales condiciones, los músculos funcionarán con la máxima eficacia y los órganos torácicos y abdominales adoptarán las posiciones óptimas. La mala postura es una relación defec tuosa entre las distintas partes del cuerpo donde se produce un aumento de la tensión en las estructuras de apoyo y hay un equilibrio menos eficaz del cuerpo sobre su base de apoyo. POSTURA Y DOLOR Las consultas por dolor relacionadas con una mecánica cor poral defectuosa son tan comunes que la mayoría de los adul tos tienen ejemplos propios que repercuten en su vida diaria. El dolor lumbar ha sido la dolencia más frecuente, aunque cada vez son más frecuentes los casos de dolor de cuello, hombros, brazos, pies y rodillas (1, 3, 5, 8, 9). Cuando se habla del dolor en relación con defectos pos turales, a menudo se plantean preguntas sobre por qué hay muchos casos de postura defectuosa sin síntomas de dolor, y por qué imperfecciones posturales en apariencia leves dan lugar a síntomas de tensión mecánica y muscular. La res puesta a ambas depende de la constancia del defecto y de la persona a la que afecta. La postura puede parecer muy defectuosa, pero el paciente puede ser flexible y la posición del cuerpo puede cambiar fácilmente, limitando así la cantidad de tiempo que pasa en esa postura. Por otro lado, la postura puede parecer favorable, pero la rigidez o la tensión muscular pueden limi tar tanto la movilidad que la posición del cuerpo no puede cambiar fácilmente. La falta de movilidad, que no se mani fiesta como un defecto de alineación pero que se detecta en las pruebas de flexibilidad y longitud muscular, puede ser el factor más significativo. Para entender el dolor en relación con la postura, es básico el concepto de que los efectos acumulativos de peque ñas tensiones constantes o repetidas durante largos períodos pueden dar lugar al mismo tipo de dificultades que se pro ducen con tensión repentina y grave. Los casos de dolor

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