Boland. Sinopsis de psiquiatría_12ed

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Kaplan & Sadock. Sinopsis de psiquiatría

se pueden interpretar de diferentes maneras, como representación de los efectos de un virus neurotóxico o como un trastorno autoinmunita- rio endógeno. La observación refuerza aún más la hipótesis de que varias enfer- medades autoinmunes pueden causar psicosis, como la encefalitis lúpi- ca sistémica. De manera similar, algunos tipos de encefalitis inmunita- ria, como la encefalitis antirreceptor de NMDA, pueden causar un trastorno psicótico semejante a la esquizofrenia, al menos al comienzo de la enfermedad. Psiconeuroendocrinología Muchos informes describen diferencias neuroendocrinas entre grupos de pacientes con esquizofrenia y grupos de sujetos de control. Por ejemplo, los resultados de la prueba de supresión con dexametasona son anómalos en varios subgrupos de pacientes con esquizofrenia, aun- que la prueba carece de valor práctico o predictivo. Algunos datos indican la disminución de las concentraciones de la hormona luteinizante o folitropina, quizá relacionada con la edad en el momento del inicio y la duración del padecimiento. Existen dos ano- malías más que podrían estar relacionadas con la presencia de síntomas negativos: la falta de liberación de la secreción de prolactina y de la hormona del crecimiento con la estimulación de la hormona liberadora de gonadotropina o la hormona liberadora de tirotropina, y la falta de liberación de la hormona del crecimiento con la estimulación de la apo- morfina. Infecciones El fundamento de que las infecciones intervienen en la esquizofrenia es principalmente indirecto. Como ya se ha mencionado, las personas que desarrollan esquizofrenia posiblemente hayan nacido durante el invierno, lo que sugiere un factor de riesgo específico de la temporada, como un virus (sin embargo, hay otras explicaciones como cambios en la dieta). Los datos epidemiológicos muestran una alta incidencia de esquizo- frenia después de la exposición prenatal a la gripe durante varias epide- mias de esta enfermedad. Algunos estudios muestran que la frecuencia de la esquizofrenia aumenta después de la exposición a la influenza durante el segundo trimestre del embarazo. La gripe es, por supuesto, más frecuente durante el invierno que en otras estaciones. Otros datos que apoyan una hipótesis vírica son el aumento del número de anoma- lías físicas en el momento del nacimiento, el incremento de la tasa de complicaciones durante el embarazo y el nacimiento, la estacionalidad del nacimiento coherente con la infección viral, los brotes geográficos de casos en adultos y la estacionalidad de las hospitalizaciones. Las teorías virales tienen su origen en su capacidad de explicar la lo- calización concreta de la patología, lo que permite dar cuenta de la espe- cificidad de algunas de las manifestaciones de la esquizofrenia sin ence- falitis febril aguda. Factores ambientales Además de las infecciones, muchos otros factores, particularmente en el período prenatal, pueden contribuir a un riesgo pequeño pero signifi- cativo de esquizofrenia. Estos incluyen complicaciones del nacimiento, trauma después del parto, insuficiencias nutricionales y otros factores que pueden afectar negativamente al desarrollo saludable.

con esquizofrenia son muy susceptibles a los estímulos sensoriales (potenciales evocados prematuros mayores), compensan el aumento de la susceptibilidad inhibiendo el procesamiento de la información a niveles corticales más elevados (indicados por potenciales evocados tardíos más pequeños). Alteraciones oculomotoras. La incapacidad para seguir con pre- cisión un objeto móvil con la vista es la base definitoria de las alteracio- nes del seguimiento visual uniforme y la desinhibición de los movi- mientos oculares sacádicos en los pacientes con esquizofrenia. La disfunción del movimiento del ojo puede ser un marcador de rasgo para este padecimiento; es independiente del tratamiento farmacológico y del estado clínico, y también se observa en los familiares de primer grado de probandos con esquizofrenia. Varios estudios han notificado movimientos oculares anómalos entre el 50% y el 85% de los pacientes con esquizofrenia, en comparación con alrededor del 25% de los pa- cientes psiquiátricos sin esquizofrenia y menos del 10% de los volun- tarios de control sin enfermedades psiquiátricas. Deficiencias de inhibición prepulso. La inhibición prepulso se refiere a una disfunción de la compuerta sensoriomotora. Por lo gene- ral, un prepulso o un estímulo débil, como un ruido, puede disminuir la reacción de sobresalto a un estímulo posterior más importante, como un ruido más fuerte. Ya en la década de 1970, los investigadores encon- traron que los pacientes con esquizofrenia carecían de esta inhibición normal, y esto también se encontró más tarde en los familiares de estos pacientes. La dopamina regula la activación sensoriomotora, lo que sustenta aún más la importancia de la dopamina en la esquizofrenia. Neurotransmisores y receptores La liberación excesiva de dopamina en pacientes con esquizofrenia se asocia con la gravedad de los síntomas psicóticos positivos. Las prue- bas de PET de los receptores de dopamina han demostrado que los pa- cientes con esquizofrenia tienen un aumento del contenido de dopami- na sináptica subcortical y mayor capacidad de síntesis subcortical. Estos están localizados en el área de asociación del núcleo estriado. Estas anomalías, en particular el aumento del contenido de dopamina sináptica subcortical, se asocian con los síntomas positivos de esquizo- frenia y la respuesta positiva al tratamiento. Sin embargo, las anomalías de la dopamina no se deben simplemente a los síntomas, ya que estas preceden al inicio del padecimiento. También ocurren en personas con- sideradas con alto riesgo de esquizofrenia. Además de la dopamina, hay niveles elevados de glutamato y nive- les reducidos de ácido γ -aminobutírico (GABA). Algunos pacientes con esquizofrenia muestran una pérdida de neuronas GABAérgicas en el hipocampo. Los estudios basados en autopsias han demostrado la reducción de los receptores muscarínicos y nicotínicos en los núcleos caudado-puta- men, el hipocampo y ciertas regiones de la corteza prefrontal. Estos receptores desempeñan un papel en la regulación de los sistemas neu- rotransmisores implicados en la cognición, que se ve afectada en la es- quizofrenia. Como resultado de estas alteraciones de los neurotransmisores exis- ten alteraciones en una variedad de receptores. Por ejemplo, los recep- tores de N -metil- D -aspartato (NMDA) parecen ser hipofuncionales como resultado de los excesos de glutamato y dopamina. Psiconeuroinmunología En los pacientes con esquizofrenia se han asociado varias anomalías inmunológicas, como la disminución de la producción de interleucina 2 por parte de los linfocitos T, la reducción del número y la reactividad de los linfocitos periféricos, la reactividad celular y humoral anómala a las neuronas, y la presencia de anticuerpos dirigidos al cerebro. Los datos

Genética de la esquizofrenia Estudios de patrones hereditarios. Al menos ya en la década de 1930, los estudios sobre gemelos y familias demostraron que la esqui- zofrenia era un trastorno hereditario. Se estima que la heredabilidad de la esquizofrenia es del 60% al 80%. SAMPLE

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