Bethesda. Manual de hematología clínica

5 Porfirias Peiman Hematti

Las porfirias son un grupo variado de alteraciones metabólicas poco habituales y producidas por defi- ciencias hereditarias de las enzimas que participan en la vía biosintética del hemo, 1 a excepción de un síndrome de porfiria concreto, descrito recientemente, debido a una mutación con aumento de función. Las mutaciones de los genes de todas estas enzimas sintetizadoras del hemo han sido identificadas a nivel molecular. Una excepción del origen genético de dichos trastornos es la porfiria cutánea tardía (PCT, porphyria cutanea tarda ), en la que la carencia enzimática es, en la mayoría de los casos, adqui- rida. En todos estos trastornos congénitos, lo que causa la enfermedad es la interacción entre factores genéticos, fisiológicos y ambientales específicos de las personas afectadas. Cada alteración enzimática da lugar a un fenotipo clínico característico de porfiria, aunque no se conocen del todo los mecanismos patógenos. Se debe incluir la porfiria en el diagnóstico diferencial de cualquier paciente con una historia prolongada de dolor abdominal no diagnosticado o con síntomas neuropsiquiátricos atípicos. 2 Por lo general, se recomienda practicar pruebas bioquímicas como primer paso, debido a que la cuantificación de las cifras de precursor y porfirina caracterizan a la porfiria de forma funcional; sin embargo, des- pués de un diagnóstico bioquímico de esta afección, es necesario determinar la mutación causal por medio de pruebas de ADN. Una vez que se ha identificado la mutación específica, es posible llevar a cabo con mayor facilidad análisis de ADN en otros miembros de la familia. La investigación de miem- bros de la familia es importante, en especial si se trata de porfirias agudas, porque los portadores de la mutación deben ser informados para que eviten ciertos medicamentos y otros factores ambientales en potencia porfirógenos. El papel del hematólogo en el diagnóstico de trastornos de porfiria, en su manejo o en ambos, comprende supervisar flebotomías en pacientes con PCT para disminuir la sobrecarga hepática de hierro y aminorar las lesiones cutáneas; efectuar el diagnóstico de porfirias eritropoyéticas y su trata- miento mediante transfusión de eritrocitos y, si está indicado, por medio de trasplante de células hema- topoyéticas, y efectuar el manejo de ataques agudos de porfirias hepáticas mediante infusión de hemo. EPIDEMIOLOGÍA Si se combinan las porfirias genéticas y las adquiridas, la PCT es la más prevalente de ellas, aunque la porfiria aguda intermitente (AIP, acute intermittent por fi ria ) es la más frecuente de las variedades genéticas. Se estima que la incidencia de la AIP es de 5 por cada 100 000 personas en Estados Unidos y los países de Europa septentrional. Un 90% de los pacientes con esta deficiencia enzimática hereditaria permanecen asintomáticos durante toda la vida. Por el contrario, hasta la fecha sólo se han descrito algunos casos de deficiencia de ácido aminolevulínico deshidratasa δ (ALAD). AMPLE

59

Made with FlippingBook - Online catalogs