Abali_LIR.Bioquímica_8ed

III. Diabetes tipo 2

405

B

A

Nivel de insulina en sangre

Nivel de glucosa en sangre

La insulina en sangre aumenta desde los niveles basales tras cada comida.

Se necesitan mayores niveles de insulina para controlar la glucemia en los individuos obesos con resistencia a la insulina.

La glucemia se mantiene dentro del mismo intervalo estrecho a lo largo del día en los individuos con peso normal y en los obesos.

160

160

140

120

Obeso Normal

Obeso Normal

Insulina ( μ U/mL) 80 40

120

100

Glucosa (mg/dL)

80

0

8

12 medianoche 4

4

8

12 mediodía

8

12 mediodía

12 medianoche 4

4

8

Figura 26-7 Valores sanguíneos diarios de insulina (A) y glucosa (B) en personas con peso normal y en obesos.

mona. Por ejemplo, en la figura 26-7A se muestra que la secreción de insulina es dos a tres veces más elevada en pacientes con obesi- dad que en aquellos con cuerpos más delgados. Esta concentración más elevada de insulina compensa el menor efecto de la hormona (como consecuencia de la resistencia a la insulina) y produce niveles de glucemia similares a los observados en las personas delgadas (fig. 26-7B). 2. Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2: la resistencia a la insulina sola no inducirá una DM2. En lugar de eso, la DM2 se desa- rrolla en personas con resistencia a la insulina que también muestran un deterioro de la función de las células β . La resistencia a la insulina y el riesgo subsiguiente de desarrollar una DM2 se observa por lo general en las personas obesas, en quienes realizan poca o ninguna actividad física, o en personas de edad avanzada, así como en 3 a 5% de las embarazadas que desarrollan una diabetes gestacional. Estos pacientes no son capaces de compensar lo suficiente la resis- tencia a la insulina con un aumento de la liberación de esta hormona. En la figura 26-8 se muestra la evolución temporal del desarrollo de la resistencia a la insulina, la hiperglucemia y la pérdida de función de las células β . Antes de la edad en la que es posible diagnosti- car la DM2, una persona con resistencia a la insulina es capaz de compensar esta situación al segregar concentraciones de insulina superiores a las normales ( > 100% de lo normal). Como resultado, el individuo es capaz de mantener valores de glucosa cercanos a los normales (aunque puede tener niveles de glucosa en el rango de la prediabetes). En algún momento, la elevada secreción de insulina ya no es suficiente para compensar la resistencia a la insulina, y se produce un aumento de la concentración de glucosa sanguínea por encima del umbral de diagnóstico ( > 125 mg/dL o ≥ 6.5% de HbA 1c ). Tras el diagnóstico inicial, el defecto de las células β puede provo- car una secreción de insulina decreciente y un empeoramiento de la hiperglucemia. La reducción en la secreción de insulina puede llegar a estar muy por debajo de 100% de lo normal. 3. Causas de la resistencia a la insulina: la resistencia a la insulina aumenta conforme lo hace el peso y disminuye con la pérdida del mismo. El exceso del tejido adiposo (en particular en el abdomen) es la clave en el desarrollo de la resistencia a la insulina. El tejido adiposo no es un mero sitio de almacenamiento de energía, sino también un SAMPLE

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