Abali_LIR.Bioquímica_8ed

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26. Diabetes mellitus

inicio juvenil) y el tipo 2 ([DM2] conocido como diabetes del adulto). Ambos tipos de diabetes pueden afectar a adultos y niños, pero la incidencia de la aparición de la enfermedad a edades más tempranas versus más avanza- das se refleja en la terminología coloquial. En Estados Unidos la incidencia y la prevalencia de la enfermedad de tipo 2 están en aumento debido al envejecimiento de la población y al incremento de la prevalencia de la obe- sidad y de las formas de vida sedentarias ( véase p. 414). El aumento del número de niños con diabetes tipo 2 es en particular inquietante. Al ritmo actual, el número de individuos con DM2 menores de 20 años de edad podría elevarse 49% para el año 2050 y, si las tasas aumentan, los casos de DM2 en este grupo de edad podrían cuadruplicarse. La DM1 constituye < 10% de los ~ 30 millones de casos conocidos de dia- betes en Estados Unidos. La enfermedad se caracteriza por una carencia absoluta de insulina causada por destrucción autoinmune contra las células β del páncreas. En la DM1, los islotes de Langerhans se infiltran con linfoci- tos T activados, lo que provoca una afección denominada insulitis. A lo lar- go de los años, esta destrucción autoinmune induce el agotamiento gradual de la población de células β (fig. 26-2). Sin embargo, los síntomas apare- cen de forma abrupta solo después de que se ha destruido entre 80 y 90% de las células β . En este momento, el páncreas no puede responder en forma adecuada a la ingestión de la glucosa y se necesita tratamiento con insulina para restaurar el control metabólico y evitar la cetoacidosis que pone en riesgo la vida. La destrucción de las células β requiere un estímu- lo del ambiente (como una infección viral) y un determinante genético que provoca el reconocimiento erróneo de las células β como “no propias”. (Nota: entre gemelos monocigóticos [idénticos], si un hermano desarrolla DM1, el otro tiene tan solo una posibilidad de 30 a 50% de desarrollar la enfermedad. Esto contrasta con la DM2 [ véase p. 404], en la que la influen- cia genética es más fuerte con el eventual desarrollo de la enfermedad para casi todos gemelos monocigóticos). La incidencia de DM1 puede variar según la etnicidad. En Estados Unidos, la DM1 es más común entre los caucásicos/europeos no hispanos, seguidos por las afroamericanos e his- panoamericanos. Es menos común entre las poblaciones asiáticas ameri- canas, con las poblaciones de nativos americanos que tienen las tasas de incidencia más bajas de DM1. A. Diagnóstico El inicio de la DM1 es súbito, y suele producirse durante la niñez o la pubertad, de ahí la clasificación de “diabetes de inicio juvenil”. Aunque en años recientes, con el aumento de niños diagnosticados con DM2, esta clasificación tiene menos sentido. Los pacientes con DM1 pueden reconocerse en general por la aparición abrupta de poliuria (micción fre- cuente), polidipsia (sed excesiva) y polifagia (hambre excesiva), desen- cadenadas a menudo por estrés fisiológico como una infección. Estos síntomas suelen venir acompañados de fatiga y pérdida de peso. El diagnóstico clínico de diabetes se confirma por una glucemia en ayuno ≥ 126 mg/dL (lo normal es 70 a 99). (Nota: el ayuno se define como nin- gún consumo calórico por al menos 8 horas.) Una glucemia en ayuno de 100 a 125 mg/dL se clasifica como alterada, o tolerancia alterada a la glucosa. Los individuos con una glucemia en ayuno alterada tie- nen un índice de glucemia superior al normal, pero no lo bastante alto como para diagnosticar una diabetes. Estas personas se consideran prediabéticas y están en mayor riesgo de desarrollar DM2. La medición del porcentaje de hemoglobina glucosilada (HbA 1c , véase p. 57) en la SAMPLE II. DIABETES TIPO 1 5 10 DESTRUCCIÓN LENTA DE LAS CÉLULAS β Durante años se destruyen las células β , lo que provoca una reducción de la producción de insulina. Disfunción subclínica de células β Células β destruidas

1 EVENTO INICIADOR

La exposición a un virus o una toxina puede desencadenar el proceso de destrucción de las células β en personas con una predisposición genética.

2

100

Desencadenante inmunológico

Capacidad secretora de insulina (porcentaje de lo normal) Umbral clínico

0

0

Años de destrucción autoinmune de las células β

3 ENFERMEDAD CLÍNICA Cuando la capacidad de

secreción de insulina cae por debajo de un umbral, aparecen repentinamente los síntomas de la diabetes tipo 1.

Figura 26-2 Capacidad de secreción de insulina durante el inicio de la diabetes tipo 1. (Nota: la tasa de destrucción autoinmune de las células β puede ser más rápida o más lenta que la mostrada.)

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