Abali_LIR.Bioquímica_8ed

II. Diabetes tipo 1

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sangre puede servir tanto para diagnosticar la diabetes como para eva- luar el control glucémico general de los pacientes con diabetes. La tasa de formación de la HbA 1c es proporcional a la concentración prome- dio de la glucosa sérica durante los 2 a 3 meses previos. La HbA 1c normal es < 5.7%; la tolerancia a la glucosa alterada o prediabetes oscila entre 5.7 y 6.4%; el diagnóstico de diabetes requiere concentra- ciones de HbA 1c ≥ 6.5%. Una prueba de HbA 1c no requiere ayuno. El diagnóstico también puede hacerse con base en la glucemia sin ayuno (aleatoria) > 200 mg/dL con síntomas clínicos consistentes, aunque es probable que se pida una prueba de glucemia en ayuno o HbA 1c para confirmar el diagnóstico de una prueba de glucosa en sangre sin ayuno. La prueba de tolerancia a la glucosa por vía oral, en la que se mide la glucemia 2 horas después de la ingestión de una solución que con- tiene 75 g de glucosa, también se usa, pero es menos conveniente. Se emplea más a menudo para detección en embarazadas para diabetes gestacional al principio del tercer trimestre ( véase p. 405).

Cuando la glucemia es > 180 mg/dL, la capacidad renal dependiente de los transportadores de sodio-glucosa (TSGL) para reclamar glucosa se ve afectada y la glucosa se “vierte” hacia la orina. La pérdida de glucosa se ve acompa- ñada por pérdida de agua, lo que deriva en la poliuria (con deshidratación) y la polidipsia características de la diabetes.

B. Cambios metabólicos Las anomalías metabólicas de la DM1, sobre todo la hiperglucemia, la cetonemia y la hipertriaciglicerolemia, son consecuencia de una caren- cia absoluta de insulina que afecta de manera profunda al metabolismo en tres tejidos: el hígado, el músculo esquelético y el tejido adiposo (fig. 26-3). 1. Hiperglucemia y cetonemia: las concentraciones elevadas de glucosa y cuerpos cetónicos en sangre son las marcas distintivas de la DM1 no tratada (fig. 26-3, véase Apéndice Casos integrales, caso 3, p. 602-603). La hiperglucemia es causada por un aumento de la producción hepática de glucosa, mediante gluconeogénesis, combinado con una disminución de la utilización periférica de gluco- sa (el músculo y los tejidos adiposos tienen el transportador de glu- cosa regulado por insulina, GLUT-4; véase p. 130). La cetonemia es consecuencia de una mayor movilización de los ácidos grasos (AG) de los triacilgliceroles (TAG) en el tejido adiposo, combinada con una aceleración de la β -oxidación hepática de los AG y de la sínte- sis del 3-hidroxibutirato y el acetoacetato (cuerpos cetónicos; véase p. 240). (Nota: la acetil-coenzima A de la β -oxidación es el sustrato para la cetogénesis y el activador alostérico de la piruvato carboxi- lasa, una enzima gluconeogénica.) Aparece cetoacidosis diabética (CAD), un tipo de acidosis metabólica, en 25 a 40% de los pacien- tes recién diagnosticados de DM1 y puede recurrir si el paciente enferma (casi siempre con una infección) o no cumple el tratamiento. El tratamiento de la CAD consiste en la reposición hidroelectrolítica y la administración de dosis bajas de insulina para corregir de forma gradual la hiperglucemia sin causar una hipoglucemia. 2. Hipertriacilglicerolemia: no todos los AG que llegan al hígado pueden desecharse mediante oxidación y síntesis de cuerpos cetó- SAMPLE

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