9788419284518_Ancha.MW de terapeútica médica_37ed
620 | Manual Washington ® de terapéutica médica cuya enfermedad original se debía a hepatitis C. El tratamiento para el virus de la hepatitis C recurrente con terapia antivírica dirigida puede lograr una respuesta viro lógica sostenida y la eliminación del virus. El VEB desempeña un papel importante en la aparición de enfermedad linfoproli ferativa postrasplante. Este linfoma potencialmente mortal se trata con suspensión o reducción de la inmunosupresión y quimioterapia intensiva. Otros virus: se sigue investigando activamente el papel que desempeñan otros virus, como los herpesvirus humanos VHH-6, VHH-7 y VHH-8, y poliomavirus (BK y JC), en las infecciones postrasplante. En especial, se sabe que el virus BK provoca nefritis intersticial que causa pérdida del aloinjerto renal y, en ocasiones, estenosis ureteral que produce obstrucción. Dado que la nefropatía por virus BK se produce principalmente por reactivación de BK latente en el órgano trasplantado, casi nunca se observa en receptores de trasplantes no renales. Las infecciones micóticas y parasitarias, como las infecciones por Cryptococcus y Mucor, la aspergilosis y las infecciones por el género Candida, se asocian a un aumento de la mortalidad después del trasplante. Para diagnosticar y tratar estas infecciones, es obligado un alto grado de sospecha. No se ha establecido la utilidad de la profilaxiscon flucona ol oral. • Nefropatía: la disfunción crónica del aloinjerto es la principal causa de pérdida del alo trasplante en receptores de un trasplante renal. En estos pacientes, también puede pro ducirse nefrotoxicidad por el inhibidor de la calcineurina (CsA o tacrólimus), que puede producir también insuficienciarenal crónica y nefropatía terminal, que precisa diálisis o trasplante en receptores de otros trasplantes de órganos sólidos. La incidencia de nefropa tía terminal secundaria a toxicidad por los inhibidores de la calcineurina en receptores de trasplante de órganos sólidos es de al menos el 10%, y la incidencia de nefropatía crónica significati a es casi del 50%. • Se producen neoplasias malignas en receptores de un trasplante con una incidencia total tres a cuatro veces mayor que en la población general (de la misma edad). Los tipos de cáncer con un riesgo de cinco veces o mayor en comparación con la población general son el sarcoma de Kaposi, el linfoma no hodgkiniano, y los tumores malignos de piel, labios, vulvares, anales y hepáticos, lo que ilustra el potencial oncógeno de las infecciones víricas asociadas, así como el importante papel de la función inmunitaria en el control y la eliminación de células malignas. Las neoplasias cutáneas y labiales son los tumores malignos de novo más frecuentes (40% al 50%) que se observan en receptores de un trasplante, con una incidencia 10 a 250 veces la de la población general. Entre los factores de riesgo figuranla inmunosu presión, la radiación ultravioleta y la infección por el virus del papiloma humano. Estas neoplasias aparecen a una edad más temprana, y son más agresivas en los pacientes trasplantados. Se recomienda utilizar ropa protectora y protecciones solares, y evitar la exposición al sol. La exploración de la piel es la principal prueba de cribado, y el diag nóstico temprano ofrece el mejor pronóstico. La enfermedad linfoproliferativa postrasplante supone la quinta parte de todas las neoplasias malignas después de un trasplante, con una incidencia de aproximadamente el 1%. Esto es 30 a 50 veces más que en la población general, y el riesgo aumenta con el tratamiento antilinfocítico para la inducción o el rechazo. La mayoría de estas neoplasias son linfomas no hodgkinianos de células grandes de tipo linfocitos B. La enfermedad linfoproliferativa postrasplante se debe a la proliferación de los linfocitos B inducida por el VEB en el contexto de una inmunosupresión crónica. El receptor sero negativo para VEB que recibe un órgano seropositivo es el de mayor riesgo. Las mani festaciones suelen ser atípicas y siempre se deben incluir en el diagnóstico diferencial en pacientes con síntomas nuevos. El diagnóstico precisa un elevado índice de sospecha, seguido por una biopsia hística. El tratamiento incluye la reducción o la suspensión de la inmunosupresión y la administración de quimioterapia. SAMPLE ónica del aloinjerto es la principal causa de pérdida del alo trasplante en receptores de un trasplante renal. En estos pacientes, también puede pro trasplante en receptores de otros trasplantes de órganos sólidos. La incidencia de nefropa trasplante de órganos sólidos es de al menos el 10 %, y la incidencia de nefropatía crónica en receptores de un trasplante con una incidencia total % al 50 % al 50%) que se observan en r %) que se observan en r 250 veces la de la población general. Entre los factores de riesgo figuranla inmunosu exposición al sol. La exploración de la piel es la principal prueba de cribado, y el diag
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