9788418892912. Manual de psiquiatría clínica_5ed

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Kaplan & Sadock. Manual de psiquiatría clínica

Nicotina La nicotina es una de las sustancias más adictivas que se conocen; involucra a los receptores colinérgicos y poten cia la liberación de acetilcolina, serotonina y β -endorfi nas. Los adolescentes jóvenes que fuman cigarrillos tam bién están expuestos a otras drogas con mayor frecuencia que sus compañeros no fumadores. Alcohol El consumo de alcohol en los adolescentes rara vez pro voca las secuelas que se observan en los adultos que abu san crónicamente, como convulsiones por abstinencia, síndrome de Korsakoff, afasia de Wernicke o cirrosis hepática. Sin embargo, en un estudio se ha publicado que la exposición de los adolescentes al alcohol puede aso ciarse con una disminución del volumen del hipocampo en el cerebro. Dado que el hipocampo está implicado en la atención, cabe presumir que el consumo de alcohol por un adolescente provoca una afectación de la función cog nitiva, en especial en lo que se refiere a la atención. Marihuana Los efectos a corto plazo del ingrediente activo de la marihuana, el tetrahidrocanabinol (THC), incluyen el de terioro de la memoria y el aprendizaje, distorsiones de la percepción, disminución de la capacidad para la re solución de problemas, falta de coordinación, aumento de la frecuencia cardíaca, ansiedad y ataques de pánico. La interrupción brusca del consumo intenso de marihua na en adolescentes se ha asociado con un síndrome de abstinencia caracterizado por insomnio, irritabilidad, inquietud, necesidad imperiosa de consumir la droga, estado de ánimo deprimido y nerviosismo, seguidos de ansiedad, temblores, náuseas, contracciones musculares, aumento de la sudoración, mialgias y malestar general. Típicamente, el síndrome de abstinencia se inicia 24 h después del último consumo, alcanza el máximo a los 2 o 4 días, y disminuye después de 2 semanas. El con sumo de marihuana se ha asociado con un aumento del riesgo de trastornos psiquiátricos, y el consumo crónico a un déficit de la función cognitiva, si bien no se ha esta blecido claramente que la marihuana afecte a esta fun ción. En los consumidores crónicos de marihuana se han observado déficits del aprendizaje verbal, de memoria y de atención, y el uso tanto crónico como agudo de esta droga se asocia con alteraciones en el flujo sanguíneo cerebral en algunas áreas del cerebro, lo que puede de tectarse mediante tomografía por emisión de positrones (PET). Los estudios mediante técnicas de imagen funcio nal permiten observar que, en los consumidores crónicos, la actividad en las regiones cerebrales que intervienen en la atención y la memoria es menor. A partir de un estudio en el que se efectuó el seguimiento de 50465 jóvenes mi litares suecos durante 15 años, se llegó a la conclusión de que los participantes en el estudio que habían consumido marihuana desde los 18 años de edad tenían una probabi lidad 2,4 veces mayor de desarrollar esquizofrenia. Entre los riesgos asociados al consumo crónico de marihuana se incluyen altas tasas de accidentes de tráfico, disfun ción respiratoria, aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, y un posible aumento del riesgo de de sarrollar síntomas y trastornos psicóticos.

Cocaína La cocaína puede esnifarse, inhalarse, inyectarse o fu marse. Crack es el término que se da a la cocaína modi ficada para obtener la base libre que se fuma. Los efectos de la cocaína incluyen vasoconstricción periférica, di latación de las pupilas, hipertermia, aumento de la fre cuencia cardíaca e hipertensión. Las dosis elevadas o el consumo prolongado pueden inducir pensamientos para noides. Existe un riesgo inmediato de muerte por paro cardíaco o convulsiones seguidas de paro respiratorio. A diferencia de los estimulantes que se utilizan para tra tar el TDAH, como el metilfenidato, la cocaína atraviesa rápidamente la barrera hematoencefálica y abandona el transportador de dopamina en 20 min; el metilfenidato se mantiene unido a la dopamina durante largo tiempo. Heroína La heroína, un derivado de la morfina, se obtiene a partir de la amapola. Normalmente tiene forma de polvo blan co o marrón que puede aspirarse por la nariz, pero suele administrarse por vía intravenosa. Los síntomas de abs tinencia incluyen inquietud, dolor muscular y óseo, in somnio, diarrea y vómitos, escalofríos con piel de gallina y movimientos de pataleo. La abstinencia aparece a las pocas horas del último consumo; los síntomas alcanzan el máximo entre 48 y 72 h después, y remiten aproxima damente en una semana. Drogas de diseño y recreativas Los adolescentes que frecuentan clubes nocturnos, ba res o discotecas también consumen a menudo MDMA, GHB, flunitrazepam y ketamina. El GHB, el flunitraze pam (una benzodiazepina) y la ketamina (un anestésico) son fundamentalmente depresores, y pueden añadirse a la bebida sin que se detecten, ya que suelen ser incoloros, inodoros e insípidos. Se aprobó una ley de prevención y castigo de la violación mediante drogas (Drug-Induced Rape Prevention and Punishment Act) después de obser var que esas drogas se usaban en violaciones. El MDMA es un derivado de la metanfetamina, una sustancia de síntesis con propiedades estimulantes y alucinógenas que puede inhibir la recaptación de serotonina y dopamina y provocar sequedad de boca, aumento de la frecuencia cardíaca, fatiga, espasmos musculares e hipertermia. Dietilamida del ácido lisérgico El LSD es inodoro e incoloro, y su sabor es ligeramente amargo. Las dosis altas pueden producir alucinaciones visuales y delirios y, en algunos casos, pánico. Las sensa ciones que se experimentan tras su ingesta suelen dismi nuir a las 12 h. Pueden producirse flashbacks hasta 1 año después de haberlo consumido. El LSD puede provocar tolerancia, es decir, su consumo reiterado hace que se ne cesiten mayores cantidades para obtener el mismo grado de intoxicación. COMORBILIDAD

Se ha encontrado que los porcentajes de consumo de alco hol y marihuana son mayores en familiares de niños con depresión y trastornos de ansiedad. Por otro lado, los SAMPLE

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