Williamson. Ejercicios para poblaciones especiales

CAPÍTULO 6 ■ Ejercicio para personas con sobrepeso y obesidad 173

cos se contraen con más frecuencia. En circunstancias normales, el cuerpo se enfría para evitar un aumento peligroso de la temperatura. Esto se logra sobre todo por el enfriamiento por evaporación y radiación. Más específicamente, el cerebro estimula las glándulas sudoríparas para liberar sudor en la superficie del cuerpo. A medida que este se evapora del cuerpo, lleva consigo una tremenda cantidad de calor. Si la temperatura corporal continúa subiendo, el cerebro también estimula la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel. Esta desvía la sangre caliente de los órganos internos a la dermis, lo que permite que el calor se irradie hacia el ambiente. Las personas con sobrepeso y obesidad suelen producir cantidades excesivas de calor, por lo que sus mecanismos de enfriamiento a veces se sobrecargan durante el esfuerzo físico. Además, las per- sonas con sobrepeso y obesidad tienen grandes reservas de grasa subcutánea que ayudan a aislar el cuerpo e impiden la pérdida de calor. Estos factores promueven la hipertermia durante el ejercicio y aumentan el riesgo de enfermedad por calor. BARRERAS PARA HACER EJERCICIO Existen barreras para el ejercicio en cada población; por tanto, los profesionales del entrenamiento físico están acostumbrados a descubrirlas y abordarlas. No solo es importante ser consciente de las barreras, sino que también es esencial tratar a los pacientes con respeto y ayudarles a superarlas. Los equipos de ejercicio estándar, como las bicicletas estáticas y las máquinas de entrenamiento de fuerza, no están diseñados para cuerpos grandes. Hay que ser sensible a las necesidades de una persona obesa y evitar situaciones embarazosas. Si hay asientos más anchos o piezas de equipo más grandes disponibles, se pueden usar. Cuando no se está seguro si una persona encajará o no en una máquina en particular, no usarla y elegir una alternativa de antemano. Tener en cuenta que muchas personas obesas han tenido experiencias previas desagradables con el ejercicio, por lo que podrían darse por vencidas si experimentan otra. Una segunda barrera para el ejercicio es la baja capacidad física general de la mayoría de las perso- nas obesas. Las personas con sobrepeso a menudo afirman que carecen de energía para sus actividades diarias, entonces, ¿cómo pueden empezar a hacer ejercicio? Hay que hacer hincapié en que el ejerci- cio regular en realidad aumenta la energía, mejora el sueño y disminuye las molestias generales, por lo que al final minimiza el letargo. La falta de tiempo, una barrera habitual para todas las poblaciones, también afecta a esta pobla- ción especial. Podría parecer imposible disponer de 30-60 min al día para hacer ejercicio, así que al inicio hay que procurar ser breve y alentar a las personas a ser más activas durante sus actividades típicas diarias. Se puede estacionar el coche más lejos del supermercado, subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor e ir a la oficina de un compañero de trabajo en lugar de llamarle o escribirle por correo electrónico. Si se añaden estas actividades simples a la rutina diaria, se puede aumentar el gasto energético, mejorar el funcionamiento cardiorrespiratorio e incrementar la fuerza y resistencia muscular. DISTRIBUCIÓN DE LA GRASA CORPORAL Y SUS EFECTOS EN LA SALUD La composición corporal y la distribución de la grasa son predictores más fiables del riesgo de enfer- medades crónicas que el peso corporal. Según el Dr. C. Everett Koop, ex cirujano general estadouni- dense y académico principal en el C. Everett Koop Institute en Dartmouth, los hombres y las mujeres menores de 39 años deberían tener un porcentaje de grasa corporal del 8-19% y del 21-32%, respecti- vamente; los hombres y las mujeres mayores de 39 años deben tener un porcentaje de grasa corporal del 11-24% y del 23-35%, respectivamente. El peso hidrostático, la absorciometría de rayos X con energía dual y la resonancia magnética son técnicas de laboratorio que miden con precisión el porcentaje de grasa corporal en relación con la masa magra. En este terreno, es habitual usar los pliegues cutáneos, la impedancia bioeléctrica y la antropometría. SAMPLE

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