Rubin. Principios de patología

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CapÍtULO 2: InflamacIón y reparacIón

Tienden a ser pruriginosas, lo que sugiere la activación de mas- tocitos productores de histamina. Anivel histológico, ambos tipos de cicatrices muestran haces de colágeno extensos e irregulares. La tasa de síntesis de colágeno y el número de entrecruzamien- tos reducibles permanecen elevados. Esta situación sugiere una «detención de la maduración», o un bloqueo del proceso de curación. Contracción excesiva La disminución en el tamaño de una herida depende de la presencia de miofibroblastos, el desarrollo de los contactos intercelulares y la contracción celular sostenida. Una exageración de estos procesos se denomina contractura y tiene como resultado una deformación importante de la herida y los tejidos circundantes. Las regiones que de manera habitual muestran una contracción mínima de la herida (p. ej., palmas, plantas del pie y cara anterior del tórax) son a menudo propensas a las contracturas. Las contracturas son particularmente conspicuas cuando las quemaduras graves cicatrizan, y pueden ser lo suficientemente importantes como para comprometer la movilidad de las articulaciones. En el tubo digestivo, una contractura (estrechez) puede obstruir el paso de los alimentos por el esófago o bloquear el flujo de los contenidos intestinales. Varias enfermedades se caracterizan por una contractura y fibrosis irreversible de la fascia superficial, como la contractura de Dupuytren (contractura palmar), la enfermedad de Lederhosen (contractura plantar) y la enfermedad de Peyronie (contractura de los tejidos cavernosos del pene). En estas enfermedades, no se conoce ninguna lesión desencadenante, a pesar de que el proceso básico es similar a la contractura durante la cicatrización de las heridas. potencial proliferativo de las células Las poblaciones celulares se dividen a diferentes velocidades. Algunas células maduras no se dividen en absoluto, mientras que otras tienen ciclos repetidos. ■■ Células lábiles : las células lábiles se encuentran en tejidos que se hallan en un estado constante de renovación. Los tejidos en los que más del 1.5% de las células están en mitosis en cualquier momento están compuestos por células lábiles. Los tejidos lábi- les epiteliales que típicamente forman barreras físicas entre el cuerpo y el ambiente externo se renuevan constantemente. Entre estos se incluyen el epitelio del intestino, la piel, la córnea, las vías respiratorias, las vías reproductoras y las vías urinarias. Las células hematopoyéticas de la médula ósea y de los órganos linfoides implicadas en la defensa inmunitaria también son lábiles. Los neutrófilos polimorfonucleares y los reticulocitos son células diferenciadas de manera terminal que se renuevan con rapidez. Bajo condiciones apropiadas, los tejidos compuestos por células lábiles se regeneran después de la lesión, siempre que haya suficiente remanente de blastocitos. ■■ Células estables: habitualmente, los tejidos poblados por células estables se renuevan de manera muy lenta, pero están poblados con células progenitoras capaces de una renovación más rápida después de la pérdida del tejido. El hígado, el hueso y los túbulos renales proximales son ejemplos de po- blaciones celulares estables. Los tejidos poblados con células estables presentan menos del 1.5% de las células en mitosis. Los tejidos estables (p. ej., glándulas endocrinas, endotelio e hígado) no tienen blastocitos notables. En su lugar, sus células requieren un estímulo apropiado para dividirse. El potencial para replicarse, y no el número real de mitosis en estado es- table, determina la capacidad de un órgano para regenerarse. Por ejemplo, el hígado, un tejido estable con menos de una mito- sis por cada 15 000 células, se recupera a través de una rápida hiperplasia de los hepatocitos después de perder hasta el 75% de su masa.

■■ Células permanentes: son las que están diferenciadas de manera definitiva, tienen pérdida total de su capacidad de re- generación y no entran en el ciclo celular. Tradicionalmente, las neuronas, condrocitos, cardiomiocitos y células del cris- talino se consideraron células permanentes. Se considera que, de perderse, los cardiomiocitos y las neuronas pueden ser reemplazados por células progenitoras, pero no a partir de la división de los cardiomiocitos existentes o de neuro- nas maduras. Las células permanentes no se dividen, pero la mayoría de ellas renuevan sus orgánulos. reGeneraCiOn La regeneración es la restauración de un tejido dañado o de un anexo perdido a su estado original. La regeneración y el mante- nimiento hístico requieren una población de blastocitos o células precursoras que puedan diferenciarse y replicarse. El poder para reponer o regenerar tejido se deriva de un pequeño número de células no especializadas de larga vida, o blastocitos , exclusivas en su capacidad para tener una tasa lenta de replicación, capaci- dad de autorregeneración y producción de progenie clonal que rápidamente se divide y diferencia en tipos más especializados de células. Los blastocitos, en la mayoría de los tejidos, incluso en la médula ósea, la epidermis, el intestino e hígado, mantienen una plasticidad de desarrollo suficiente como para regenerar un tejido específico. embrioblastocitos y blastocitos Los embrioblastocitos , hasta la etapa del blastocito previo a la implantación, pueden diferenciarse en todas las células del or- ganismo adulto y preservar pequeñas poblaciones de blastocitos más restringidas. Por tanto, estas células son pluripotenciales . Los blastocitos/células progenitoras posnatales, que son capaces de dividirse indefinidamente sin diferenciación terminal, residen en muchos tejidos del adulto, y han sido identificadas en tejidos que no se sabe si se regeneran. Estos blastocitos adultos pueden residir en un tejido es- pecífico o ser reclutados hacia el sitio de la herida por células circulantes que se originan en la médula ósea. En cualquier caso, del reciente reconocimiento de la presencia de blastocitos en muchos tejidos destaca la importancia de un ambiente per- misivo y de soporte para la regeneración dirigida de blastocitos (tabla 2-11). Los blastocitos pluripotenciales de los tejidos del adulto tienen un espectro más restringido de diferenciación celular que los embrioblastocitos y pueden aislarse de tejidos autólogos, lo que reduce la preocupación por el rechazo inmunita- rio después del implante. En fechas más recientes, los reguladores de los patrones de transcripción activos de los embrioblastoci- tos han sido utilizados para inducir pluripotencialidad en células de los tejidos del adulto (blastocito pluripotencial inducido [iPS]). Los blastocitos pueden definirse de manera más general por propiedades comunes: ■■ Capacidad ilimitada para dividirse, evitar el envejecimiento y mantener la integridad genómica. ■■ Capacidad para dividirse intermitentemente o permanecer sin movimiento. ■■ Capacidad para propagarse por autorrenovación y diferen- ciación de las células hijas. ■■ Ausencia de marcadores de clase. ■■ En algunos casos, localización anatómica específica. ■■ Presencia compartida de marcadores del crecimiento y la transcripción común a las células no comprometidas. autorrenovación

2: Inflamación y reparación

La autorrenovación es la propiedad que define a los blastocitos y a los embrioblastocitos iniciales in vivo. La definición de un AMPLE

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