Moore. Anatomía_9ed

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Capítulo 1 ■ Descripción general y conceptos básicos

mente en los labios y las puntas de los dedos, aparece azul). Otras estructuras o derivados de la piel son las uñas (de manos y pies), las glándulas mamarias y el esmalte dentario. Localizado entre la piel suprayacente (dermis) y la fascia pro funda subyacente, el tejido subcutáneo (fascia super cial) cons ta principalmente de tejido conectivo laxo y grasa almacenada . Contiene glándulas sudoríparas, vasos sanguíneos super ciales, vasos linfáticos y nervios cutáneos ( g. 1-6). Las estructuras neu rovasculares del tegumento (nervios cutáneos, vasos super ciales) discurren por el tejido subcutáneo y solo distribuyen sus ramas terminales en la piel. El tejido subcutáneo constituye la mayor parte del depósito de grasa corporal y su espesor varía considerablemente, según el esta do nutricional del individuo. Además, la distribución del tejido sub cutáneo varía notablemente en los diferentes lugares del mismo sujeto. Compárese, por ejemplo, la abundancia relativa de tejido subcutáneo, evidente por el grosor del pliegue de piel que puede pellizcarse en la cintura o el muslo, con el de la parte anteromedial de la pierna (la espinilla, o borde anterior de la tibia) o el dorso de la mano; estos dos últimos lugares se hallan casi desprovistos de te jido subcutáneo. Considérese también la distribución de tejido sub cutáneo y de grasa entre ambos sexos. En la mujer tiende a acumu larse en las mamas y los muslos; en cambio, en el hombre la grasa subcutánea se acumula en la parte baja de la pared abdominal. El tejido subcutáneo participa como aislante en la termorregu lación, al conservar el calor en el núcleo central del organismo. También sirve de almohadilla protectora de la piel frente a la compresión de las prominencias óseas, como en las nalgas. Los retináculos de la piel (ligamentos cutáneos) son peque ñas bandas brosas que, en gran número, se extienden a través del tejido subcutáneo y unen la cara profunda de la dermis con la fascia profunda subyacente ( g. 1-6). La longitud y la densidad de estos retináculos determinan el grado de movilidad de la piel so bre las estructuras profundas. Allí donde los retináculos cutáneos son más largos y escasos, la piel es más móvil, como ocurre en el dorso de la mano ( g. 1-8 A y B). En cambio, donde los retinácu los son cortos y abundantes, la piel se halla rmemente unida a la fascia profunda subyacente, como ocurre en las palmas de las ma nos y las plantas de los pies ( g. 1-8 C). En la disección, para ex tirpar la piel de los lugares donde los retináculos son cortos y abundantes, es necesario utilizar un escalpelo muy a lado. Los retináculos de la piel son largos, pero particularmente bien desa rrollados, en las mamas, donde constituyen los ligamentos suspen sorios de la mama para la sujeción del peso (v. cap. 4). Además de las diferencias raciales y sexuales, el ser humano presenta una considerable variante genética, como la polidacti lia (dedos supernumerarios) o dextrocardia (corazón a la iz quierda). Un 3% de los recién nacidos presenta una o más ano malías congénitas signi cativas (Moore et al., 2020). Otras malformaciones (p. ej., atresia o bloqueo del intestino) no se detectan hasta que aparecen síntomas. El descubrimiento de variantes anatómicas en cadáveres es realmente uno de los múl tiples bene cios de la disección efectuada personalmente, ya que permite al estudiante conocer la existencia de variantes y tener una idea acerca de su frecuencia. SAMPLE FASCIAS, COMPARTIMENTOS FASCIALES, BOLSAS Y ESPACIOS POTENCIALES Las fascias son los elementos que envuelven, compactan y aíslan las estructuras profundas del cuerpo. Bajo el tejido subcutáneo (fascia super cial), en casi todos los lugares se halla la fascia pro funda ( g. 1-9). La fascia profunda es una capa de tejido conec tivo denso y organizado, desprovisto de grasa, que cubre la mayor parte del cuerpo paralelamente a (y en la profundidad de) la piel y el tejido subcutáneo. Las extensiones que se originan en su su per cie interna recubren las estructuras profundas, como los dis tintos músculos (también denominado epimisio; v. g. 1-21) y pa quetes neurovasculares, en forma de fascia de revestimiento. Las líneas de tensión (también denominadas líneas de Lan ger) tienden a discurrir en espirales longitudinales en los miem bros, y transversalmente en el cuello y el tronco ( g. 1-7). Las lí neas de tensión en los codos, las rodillas, los tobillos y las muñecas son paralelas a los pliegues transversales que aparecen al €exionar los miembros. Las bras elásticas de la dermis se deterioran con la edad y no son reemplazadas; por lo tanto, en los individuos de edad avanzada la piel se arruga y cuelga al perder su elasticidad. La piel también contiene muchas estructuras especializadas ( g. 1-6). La capa profunda de la dermis contiene folículos pilo sos, asociados a músculos lisos erectores y glándulas sebáceas. La contracción de los músculos erectores del pelo provoca la erección de este, causando la «piel de gallina». Los folículos pilo sos suelen estar inclinados hacia un lado, y varias glándulas sebá ceas se disponen en el lado hacia donde se dirige el pelo cuando emerge de la piel. Así pues, la contracción del músculo erector da lugar a que el pelo se enderece, lo que comprime las glándulas sebáceas y les ayuda a emitir su secreción oleosa sobre la super - cie de la piel. La evaporación de la secreción acuosa (sudor) de las glándulas sudoríparas de la piel constituye un mecanismo termo rregulador para la pérdida de calor (enfriamiento). Asimismo, en la pérdida o conservación del calor corporal intervienen las pe queñas arterias (arteriolas) en el interior de la dermis, que se dila tan para llenar los lechos capilares super ciales con el n de irradiar calor (la piel tiene un aspecto rojo), o se contraen para minimizar la pérdida de calor en la super cie (la piel, especial C U A D R O C L Í N I C O VARIANTES ANATÓMICAS Variantes clínicamente significativas y defectos de nacimiento En la mayor parte de las descripciones de este texto se asume una gama normal de variantes. Sin embargo, la frecuencia de las variantes a menudo di ere entre los grupos humanos, y es posible que las variantes observadas en una población no sean aplicables a otra. Algunas variantes, como las que ocurren en el origen y el curso de la arteria cística de la vesícula biliar, son clínicamente importantes (v. cap. 5). Es esen cial conocer estas variantes en la práctica médica, sobre todo en cirugía. Las variantes clínicamente signi cativas se describen en los cuadros clínicos de correlación clínica, identi cados con un icono de variante anatómica (arriba a la izquierda).

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