Liguori. Manual ACSM para la valoración y prescripción, 4ed

viii Manual ACSM para la valoración y prescripción del ejercicio • www.acsm.org

Aunque numerosos informes han enfatizado que la inactividad física representa una de las principales causas de muerte en todo el mundo, los efectos beneficiosos del ejercicio regular y el aumento de la actividad física sobre el estilo de vida en general son subestima- dos por muchos médicos y por el público en general. La carga de la inactividad física sigue creciendo con los avances tecnológicos, la planificación subóptima del paisaje urbano y el poco énfasis que se pone al ejercicio durante la mayoría de los encuentros clínicos. Esto último, es decir, no considerar la AF habitual como un «signo vital», significa perder oportunidades para asesorar a las personas que utilizan intervenciones conductuales para combatir nuestro entorno cada vez más hipocinético. Las estrategias o las intervencio- nes relacionadas pueden incluir la recomendación de programas de ejercicios con base en la comunidad, el hogar o los centros médicos, así como la promoción de tecnologías de asistencia, como podómetros, acelerómetros, aplicaciones para teléfonos inteligentes y monitores de frecuencia cardíaca. Se dice constantemente que la elección del estilo de vida es el principal factor determi- nante de la muerte prematura, que se aproxima a la predisposición genética, las circuns- tancias sociales, la exposición ambiental y el acceso a la atención médica combinados. De hecho, las características comunes de las poblaciones más longevas del mundo (p. ej., sar- dos, adventistas, okinawenses) incluyen la AF diaria. Se ha sugerido que «una prescrip- ción para caminar 30 min por día podría ser una de las indicaciones más importantes que una persona podría recibir». Los médicos, los profesionales adjuntos de la salud y los del ejercicio desempeñan un papel influyente en la prestación de la atención y el aseso- ramiento necesarios a las personas y pueden ofrecer un poderoso impulso pa ra que estas se vuelvan más activas. Estos esfuerzos deben complementarse haciendo que la responsa- bilidad propia (o sea, el cumplimiento de ciertas métricas de salud, como la AF regular) sea una prioridad mayor en el entorno de cobertura de atención médica. Quizás, Joseph Alpert, MD lo resumió mejor cuando sus amigos o familiares le preguntaron «¿Con qué frecuencia debo hacer ejercicio?». Él respondió: «Solo los días que comes».

En conclusión, la 11. a edición en inglés (4. a en español) del Manual ACSM para la valoración y prescripción del ejercicio , el manual más completo hasta la fecha, sigue po- niendo el énfasis en los beneficios de la intensidad moderada a alta de la AF, y presenta las consideraciones normativas pertinentes. Los autores, directores y revisores deben ser elogiados por este recurso único e invaluable que, sin duda, tendrá un impacto profundo y favorable en «ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas» para alcanzar mejores re- sultados en salud. SAMPLE

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