LIR. Microbiología

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8. Estafilococos

que puede ser un pinchazo de una aguja o una herida quirúrgica. Otra puerta de entrada es el sistema respiratorio. Por ejemplo, la neumonía estafilocócica es una complicación importante de la infección por el virus de la gripe (influenza). La respuesta localizada del hospedero a la infección estafilocócica es la inflamación, caracterizada por tumefacción, acumu­ lación de pus y necrosis tisular. Los fibroblastos y sus productos pueden formar una pared alrededor del área inflamada, que contiene bacterias y leucocitos. Esto crea un absceso lleno de pus característico. Las conse­ cuencias graves de las infecciones estafilocócicas aparecen cuando las bacterias invaden el torrente sanguíneo. La septicemia resultante (pre­ sencia y persistencia de microorganismos patógenos o sus toxinas en la sangre) puede ser rápidamente mortal. La bacteriemia (la presencia de bacterias viables circulantes en el torrente sanguíneo) puede sembrar abscesos internos, lesiones cutáneas o infecciones en los pulmones, los riñones, el corazón, el músculo esquelético o las meninges. Un absceso en cualquier órgano o tejido es causa de sospecha de S. aureus , aunque muchas otras bacterias pueden producir abscesos. 1. Infecciones cutáneas. Las infecciones más frecuentes por S. aureus son pequeños abscesos superficiales que involucran folículos pilosos (foliculitis) o glándulas sudoríparas o sebáceas ( véase fig. 8-12). Por ejemplo, el orzuelo común se forma por la infección de un folículo de una pestaña. Los abscesos subcutáneos, llamados furúnculos (forúnculos o diviesos), a menudo se forman alrededor de cuerpos extraños, como astillas. En general, responden al tratamiento local, es decir, la extrac­ ción del cuerpo extraño, los paños húmedos y el drenaje, según la indi­ cación. El carbunco es una infección grande, profunda, multiloculada de la piel que puede producir bacteriemia y requiere antibioticoterapia y desbridamiento. El impétigo es una lesión cutánea costrosa superfi­ cial, localizada o extensa, que se ve generalmente en los niños. Puede ser causado por S. aureus , aunque se debe con mayor frecuencia a Streptococcus pyogenes ( véase p. 81), o ambos microorganismos jun­ tos. Por lo general, las infecciones humanas por estafilococos perma­ necen localizadas gracias a las defensas normales del hospedero en el sitio de entrada del microorganismo. 2. Infecciones localizadas profundas. Estas infecciones pueden ser una complicación de infecciones superficiales, por la condición de portador en la piel o por traumatismos. La causa más habitual de infección aguda y crónica de la médula ósea es S. aureus . Este pató­ geno también es la causa más habitual de infección aguda del espa­ cio articular en niños (artritis séptica) (nota: la sepsis articular es una urgencia médica, porque el pus puede causar con rapidez un daño irreparable del cartílago; debe tratarse de inmediato con drenaje y antibióticos). 3. Endocarditis aguda. A menudo (aunque no siempre), se asocia con el abuso de drogas intravenosas. La endocarditis aguda es causada por la inyección de preparaciones o el empleo de agujas contamina­ dos con S. aureus . Esta especie también coloniza la piel alrededor del lugar de la inyección, y si esta no se limpia antes de la inyección, las bacterias pueden introducirse en los tejidos blandos y el torrente sanguíneo, incluso si se utiliza una aguja estéril. 4. Septicemia. La septicemia es una infección generalizada con sepsis que puede vincularse con un foco conocido (p. ej., una artritis séptica) o no (un foco oculto). 5. Neumonía. S. aureus puede producir una neumonía necrosante grave. Figura 8-5 Enfermedades causadas por Staphylococcus aureus . AMPLE

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