Higgins. Neurociencia en Psiquiatría 3ed

7

● Introducción

CAPÍTULO 1

un buen ejemplo de un espectro. La prosopagnosia o “ceguera facial” es un trastorno neurológico en el cual los pacientes, que por lo demás se encuentran intelectualmente intactos, son incapaces de recono- cer caras humanas —incluso la propia—. Eso puede ser bastante problemático, por ejemplo, cuando una madre recoge al niño equivocado en la escuela. Todas las personas padecen esto hasta cierto grado, pero los pacientes con el trastorno se encuentran en un punto signiŠcativo más alto en la escala de disfunción. La prosopagnosia se describió en el siglo XIX. Lo que es nuevo es el otro extremo del espectro, lo que Russell y sus colegas denominan “superreconocedo- res: personas con extraordinaria capacidad de recono- cimiento facial” en su artículo publicado en 2009. Al parecer, en Scotland Yard se emplean superrecono- cedores para revisar videograbaciones de delitos e intentar identiŠcar al culpable. Russell y colaborado- res declararon que “estos ‘superreconocedores’ son casi tan buenos para el reconocimiento y la percep- ción de rostros como malas las personas con proso- pagnosia del desarrollo para esta tarea”. El reconocimiento facial es un buen ejemplo de una función del cerebro que ocurre a lo largo de un espectro desde “gravemente alterado” hasta “excep- cional”; la mayoría de las personas se ubica en algún punto medio. Los autores de este texto creemos que los trastornos psiquiátricos residen a lo largo de espec- tros similares, que se entienden mejor como pensa- mientos/sentimientos/conductas controlados por el cerebro; la mayoría de las personas tiene capacidad promedio y algunos individuos funcionan en uno u otro extremo. Localización de funciones Antes de la década de 1860, el cerebro se conside- raba un órgano multipropósito único, de modo muy parecido a la opinión actual del hígado o del pán- creas. El médico francés Paul Broca (Šgura 1-6) , con

Con la categorización basada en síntomas, es imposi- ble diferenciar una forma de esquizofrenia de otra. La biología quizá sea diferente, pero los síntomas son los mismos. El punto principal es este: no hay análisis de laboratorio, radiografías, gammagrafías del cerebro o perŠles genéticos que permitan separar las diferentes formas de enfermedad mental —con la posible excep- ción de la enfermedad de Alzheimer. Los autores creen que el diagnóstico psiquiátrico se encuentra aproximadamente donde se encontraba la neumonía a la mitad del siglo XIX . En esa época, la neumonía se describía mediante varios síntomas: tos, producción de esputo, Šebre y así por el estilo. No fue sino hasta el reconocimiento de la teoría de los gérmenes que se identiŠcaron con precisión las dife- rentes causas de neumonía. Andrew Solomon, en su libro Far From the Tree ( Lejos del árbol ) proporciona un cambio similar de la nomenclatura que ha ocurrido para algunas formas de autismo. El autismo es una categoría general para un conjunto de síntomas inexplicable. Cada vez que se descubre un subtipo de autismo con un mecanismo específico, deja de llamarse autismo y se le asigna su propio nombre diagnóstico. El síndrome de Rett produce síntomas de autismo; también suelen hacerlo la fenilcetonuria (PKU), la esclerosis tuberosa, la neurofibromatosis, displasia cortical-epilepsia focal, síndrome de Timothy, síndrome de X frágil y síndrome de Joubert. Por lo general se describe que las personas con estos diagnósticos tienen “conductas tipo autista”, pero no autismo en sí. Esa es una excelente descripción de cómo los tér- minos diagnósticos (como autismo, esquizofrenia, depresión, etc.) regularmente se reservan para lo que es imposible explicar. Una vez que se encuentra el mecanismo, se le asigna un nombre médico. Ostensi- blemente, todos los trastornos psiquiátricos tendrán un nombre médico en el futuro, es solo que aún no se han descubierto. A Tom Insel, el exdirector del National Institute of Mental Health (NIMH), le gustaría ver a nues- tro campo avanzar hacia criterios diagnósticos que incorporen biomarcadores: genética, neuroimágenes y datos metabólicos, junto con signos y síntomas. El NIMH publicó los Research Domain Criteria (RDoC; Criterios de dominio de investigación) para clasiŠcar los trastornos mentales con mayor preci- sión biomédica. Insel quisiera ver evaluaciones de la salud mental que identiŠquen e intervengan antes de que los problemas evolucionen hacia un trastorno completo, de modo similar a la manera en que se tra- tan la hiperlipidemia y la hipertensión para prevenir enfermedades del corazón. Lamentablemente, con el conocimiento actual, los marcadores neurobiológicos no son suŠcientemente precisos… todavía.

Los espectros de las funciones del cerebro de que algunas funciones —en este caso la capacidad para hablar— estaban localizadas en el cerebro. (Adaptado de Bear MF, Connors BW, Paradiso MA, eds. Neuroscience: Exploring the Brain . 4th ed. Baltimore: Lippincott Williams & Wilkins; 2015). AMPLE Se cree que los trastornos psiquiátricos ocurren a lo largo de espectros más que en categorías separa- das. Datos recientes sobre la prosopagnosia brindan Surco central FIGURA 1-6 El cerebro preservado del paciente que ayudó a Broca a convencer a los médicos

Made with FlippingBook flipbook maker