Feigenbaum. Ecocardiografía

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Feigenbaum. Ecocardiografía

Tiempo →

Perfil plano

t

t

t

0

x

z

Velocidad →

Flujo laminar

Velocidad instantánea en t x

Perfil parabólico

V

en t

Flujo turbulento

x

x

Perfil curvo

Flujo = velocidad del flujo AS La velocidad del flujo varía entre t 0 y t z Suma de todas las velocidades = IVT IVT = V 0 → z Volumen de eyección = IVT AS

A

B

FIGURA 8-5.  Demostración esquemática del concepto de cuantificación del flujo usando la técnica Doppler. El Doppler registra la velocidad instantánea a lo largo de todo el ciclo cardíaco. El área bajo la curva de velocidades medidas con Doppler representa la integral de velocidad tiempo, que es la suma de todas las velocidades instantáneas individuales durante el período sistólico. En el texto se proporcionan más detalles. AS, área de la sección; IVT, integral velocidad-tiempo.

FIGURA 8-7. A) Las diferencias entre flujo laminar y turbulento se demuestran con Doppler pul- sado. El flujo laminar se asocia a una velocidad menor y a una envoltura de flujo más delgada. B)  Varios perfiles de flujo. Véase el texto para más detalles.

de eyección e integrarlas luego para medir el volumen del flujo. Esta suma de velocidades se denomina integral velocidad-tiempo (IVT), y es igual al área que queda dentro del perfil de velocidad con Doppler durante un solo período de eyección. Este concepto esencial se ilustra en la figura 8-5. La integración del área bajo la curva de velocidad con- siste simplemente en medir las velocidades en cada momento concreto y luego sumarlas todas. Hay que señalar que, cuando la velocidad se integra en el tiempo, las unidades que resultan de esta operación son una medida de distancia (en centímetros), y de ahí el término «distan- cia eyectiva», que es la distancia lineal que recorre la sangre durante un período de flujo. Cuando la IVT y el área de la sección correspondiente (en cm 2 ) se miden en el mismo punto, como por ejemplo a través de una de las cuatro válvulas cardíacas, su producto es igual al volumen sistó- lico (en cm 3 o ml), que es el volumen de sangre expulsado por el corazón con cada contracción (suponiendo que no exista insuficiencia valvular ni un cortocircuito cardíaco). Estos principios se ilustran en la figura 8-6, que muestra cómo se pueden aplicar estos conceptos al flujo aórtico para medir el volumen sistólico. De la ecuación del efecto Doppler se debe recordar la impor- tancia del ángulo θ, es decir, el ángulo entre el haz de ultrasonidos y la dirección del flujo sanguíneo. Debido a que la función del coseno varía entre 0 y 1, y aparece en el numerador de la ecuación del efecto Doppler, los errores en θ tendrán un efecto predecible sobre las velocidades medi- das. Por ejemplo, si θ se encuentra entre 0 y 20 grados, el coseno de θ variará entre 1 y 0,92, lo que hace que se subestime ligeramente la velocidad real. Cuando θ aumenta a más de 20 grados, el coseno dismi- nuye con rapidez y el grado de subestimación de la velocidad aumenta también rápidamente. Por tanto, si se va a determinar la velocidad real, es esencial alinear lo más posible el haz de ultrasonidos con la dirección del flujo. Igual de importante es tener en cuenta que una mala alineación entre el haz de ultrasonidos y el flujo sólo puede dar como resultado una subestimación de la velocidad, nunca una sobrestimación. Otro factor que afectará a la exactitud de la ecuación del efecto Doppler es el patrón del flujo sanguíneo en que se está midiendo la velocidad. El flujo normal en el corazón y los grandes vasos es laminar, lo que significa que el líquido se mueve aproximadamente a la misma velocidad y en la misma dirección general. Si un volumen de muestra se encuentra en un patrón de flujo de este tipo, el Doppler registrará una clara señal de velocidad uniforme. El flujo se vuelve cada vez más des- ordenado o turbulento (es decir, menos laminar) a medida que aumenta la velocidad o cambia el área de la sección (fig. 8-7A); la viscosidad de la sangre también afecta al perfil del flujo. En el borde del patrón del flujo, cerca de la pared del vaso, el flujo tiende a ser más lento y más turbulento; las velocidades más altas y el flujo más laminar se producen generalmente en el centro. Esta distribución espacial de las velocida- des del flujo tridimensional es lo que se denomina «perfil de velocidad del flujo», que en un vaso ancho y recto, con flujo laminar, tiende a ser plano (fig. 8-7B), mientras que en vasos más pequeños y curvados tiene forma de parábola. La velocidad será mayor en el centro y menor en los márgenes. Los patrones de flujo en los vasos curvados, como el arco aórtico, son más complejos. En este caso, la distribución de las veloci- dades depende del tamaño del vaso, del perfil del flujo que entra en la curva, y de la presencia y la localización de los troncos supraaórticos. Si el volumen de muestra se sitúa dentro de un patrón de flujo de este tipo, la velocidad registrada variará dependiendo del lugar exacto. Afortunadamente, el flujo que pasa a través de una válvula cardíaca normal o de los grandes vasos proximales tiende a ser laminar con un perfil plano, por lo que es adecuado para realizar un análisis cuanti- tativo. Como es más fácil determinar la velocidad promedio del flujo sanguíneo con un perfil plano que con uno parabólico, no es de extrañar que las investigaciones para medir el flujo sanguíneo intenten usar ori- ficios más amplios y el flujo cercano al origen de los vasos. También hay que tener en cuenta que el flujo sanguíneo fisiológico nunca es perfecta- mente uniforme, es decir, que en cualquier momento puede producirse una distribución de las velocidades que cause una ampliación de la señal Doppler. Cuanto más amplio es el rango de velocidades en un momento determinado, más amplia es la señal Doppler. La línea más oscura que atraviesa el centro de la distribución representa la frecuencia modal, es decir, la velocidad a la que se desplaza el mayor número de células san- guíneas (fig. 8-8). En teoría, ésta es la velocidad que debe usarse para Volumen sistólico = Área × IVT AMPLE FIGURA 8-6.  Método para cuantificar el volumen sistólico. Se necesitan dos mediciones: el área y la integral velocidad-tiempo. Véase el texto para más detallles. D, diámetro; PES, período de eyección sistólica; IVT, integral velocidad-tiempo. Volumen de eyección = Área IVT Área = r 2 Área = ( D /2) 2 Área = D 2 0,785 D D Velocidad ← PES → IVT = Área bajo la curva

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