Feig.Manual MD Anderson_7ed
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Capítulo 6 / Sarcoma de tejidos blandos y huesos
La resección debe realizarse con el objetivo de una resección R0 o R1 con la mayor conservación de órganos posible. La presencia de enfermedad peritoneal, la afectación del tronco celíaco o de la arteria mesentérica supe rior proximal o la afectación de la médula espinal pueden impedir una resección quirúrgica segura, pero no son contraindicaciones absolutas en los centros de excelencia que tienen una experiencia operatoria considerable en estas áreas. En general, se desaconseja la resección citorreductora/R2 de los tumores grandes, a menos que se rea lice con fines paliativos. La colocación del paciente depende de la ubicación del tumor, pero se puede acceder ade cuadamente a la mayoría de los tumores y extirparlos desde el decúbito supino o decúbito lateral de unos 30º con una incisión grande en la línea media o una incisión de Makuuchi modificada. A la hora de planificar la colocación y la resección quirúrgica, es importante hacer una incisión lo suficientemente grande como para permitir la expo sición segura de todas las estructuras vitales. El análisis preoperatorio con el equipo de anestesia sobre el bloqueo epidural o regional adecuado es importante para la movilización postoperatoria temprana. La resección del tumor debe efectuarse en bloque con las estructuras que se considere que están implicadas en el tumor; esto puede incluir a menudo la resección del intestino delgado, el colon, el riñón, el páncreas distal, las glándulas suprarrenales o porciones de la vena cava inferior y la aorta. En los pacientes en los que debe conservarse la función renal, puede plantearse una capsulectomía renal si existe un plano de disección adecuado entre el tumor y el parénquima renal. Tras la resección del tumor, los bordes del lecho quirúrgico deben marcarse con clips metálicos para la iden tificación postoperatoria de los límites de la resección. La colocación de tubos de drenaje debe determinarse en función de la resección quirúrgica y a menudo no es necesaria debido al drenaje intraperitoneal de líquidos. Debe considerarse la colocación de un tubo de drenaje cuando se realizan resecciones pancreáticas, ya que en este con texto presentan una elevada tasa de fugas postoperatorias. Se realiza la resección quirúrgica de un liposarcoma desdiferenciado de 38 × 22 × 15 cm con resección en bloque del riñón derecho debido a la importante afectación ureteral. El seguimiento postoperatorio inmediato es determinado principalmente por el grado de manipulación de los órganos intraabdominales y por si ha sido necesaria la resección de algún órgano. En general, cuanto mayor sea la duración de la intervención y la manipulación del intestino, más prolongado será el íleo postoperatorio. Los pacientes sometidos a resecciones extensas de tejido retroperitoneal presentan con frecuencia pérdidas consi derables de líquido en el tercer espacio y, por lo tanto, sus necesidades de líquidos intravenosos serán a menudo extremadamente elevadas en las primeras 48 h del postoperatorio. Los pacientes deben seguir una pauta de vigi lancia similar a la de los sarcomas de tejidos blandos de las extremidades, con exploración física y TC cada 3 o 6 meses durante los primeros 2 o 3 años, luego cada 6 meses hasta los 5 años y después anualmente. La recidiva tras la resección del SRP es muy elevada y es frecuente repetir la resección quirúrgica. Sorpresas desagradables frecuentes ■ Complicaciones postoperatorias de la herida. ■ Masa tumoral retroperitoneal grande que no es un sarcoma. ■ Enfermedad irresecable (afectación vascular crítica, enfermedad peritoneal) detectada durante la exploración quirúrgica. Puntos para recordar ■ La RT preoperatoria para tratar el SRP no es el tratamiento estándar. ■ El objetivo de la cirugía es la resección R0 con la máxima conservación posible de los órganos. ■ Las tasas de recidiva son muy altas después de la resección y la planificación quirúrgica debe tener esto en cuenta cuando hay un alto riesgo de morbilidad quirúrgica con una resección amplia.
Preguntas 1. Un hombre de 58 años de edad con antecedentes de hipertensión arterial presenta un tumor de 6 cm en la cara anterior del muslo. En la exploración física, la masa tumoral es dura y está fija, no hay déficits neurovasculares asociados ni alteraciones cutáneas. ¿Cuál es el estudio de imagen adecuado para caracterizar este tumor? A. Radiografías simples del fémur B. Ecografía C. TC con contraste D. PET/TC E. RM con y sin contraste REVISIÓN DE CASOS PRÁCTICOS Copyright © 2024 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.
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