Casciato Manual de oncología clínica, Chmielowski, Bartosz

VI. Tumores de células insulares  | 395 fármaco junto con la evidencia emergente que coloca la eficacia de este fármaco en duda llevaron a que su popularidad decayera. (b) La quimioterapia combinada de cisplatino más etopósido se usa con mucha frecuencia. La temozolomida como monoterapia y en combi- nación con la capecitabina también puede ser efectiva. (c) El tratamiento dirigido frente a moléculas específicas , en especial everolimús y sunitinib, está aprobado para los tumores neuroendocri- nos pancreáticos bien diferenciados.

B. Gastrinoma (síndrome de Zollinger-Ellison). Alrededor del 60% de estos tumo- res son malignos, un 90% son múltiples y cerca del 30% se asocia a síndromes MEN; la mayoría de ellos se localizan en el duodeno, y son menos los que lo hacen en el páncreas. Los gastrinomas duodenales tienen un riesgo del 40% al 70% de diseminación a los ganglios linfáticos locales, pero un riesgo bajo (5%) de producir metástasis hepáticas, mientras que es más probable que los gastrinomas pancreáticos se diseminen al hígado. El pronóstico es peor en los casos que muestran metástasis hepáticas. 1. Diagnóstico a. Síntomas. Entre ellos, se encuentran la úlcera gastroduodenal grave (dolor abdominal, ardor de estómago) y diarrea severa. También puede ocurrir pér- dida de peso y sangrado gastrointestinal b. Estudios y pruebas analíticas (1) Endoscopia gastrointestinal superior muestran ulceración grave e hiper- trofia de los pliegues gástricos. (2) La concentración plasmática de gastrina en ayunas (el valor sano es < 100 pg/mL) suele estar elevada hasta > 1000 pg/mL. Otras causas del aumento de las concentraciones de gastrina (uso de inhibidores de la bomba de protones, gastritis atrófica, vagotomía, retención antral tras una gastroyeyunostomía de tipo Billroth II e hiperplasia de células G) deben diferenciarse del gastrinoma. (3) Estudios de estimulación . Si se sospecha un gastrinoma pero los niveles de gastrina séricos no se encuentran elevados, puede intentarse la estimu- lación de la gastrina con calcio o secretina. La secretina se infunde con rapidez, a razón de 2 U/kg durante 1 min. El nivel de gastrina se mide antes de la infusión y a intervalos de 5 min durante los siguientes 20 min. Un aumento de 120 pg/mL desde el valor basal se considera un resultado positivo de la prueba para demostrar gastrinoma. También puede efec- tuarse una prueba de infusión similar que utilice calcio; a pesar de ello, consume más tiempo y tiene menor sensibilidad y especificidad. 2. Tratamiento a. El tratamiento con inhibidores de la bomba de protones controla los síntomas en la mayoría de los pacientes. Se recomiendan dosis iniciales elevadas, con disminución progresiva hasta la dosis de mantenimiento eficaz más baja. b. La gastrectomía total casi nunca es necesaria porque los síntomas ulcerosos pueden controlarse con inhibidores de la bomba de protones. Es posible la escisión tumoral curativa en pacientes con tumores solitarios sin metástasis hepáticas, y la cirugía citorreductora puede mejorar la calidad de vida en aquellos que muestran una diseminación hepática limitada. c. La quimioterapia se utiliza cuando existen metástasis ( v.  sec. VI.A.2.b). C. Insulinomas. Se observan la mayoría de las veces entre los 40 y los 60 años. Alrededor del 80% al 85% son benignos, el 90% son solitarios, 90% son < 2 cm y el 80% tienen actividad hormonal funcional. Los insulinomas se encuentran a veces asociados a los gastrinomas. En el 25% de los pacientes existen antecedentes familiares de diabetes mellitus. Los insulinomas se producen con la misma frecuencia en la cabeza, cuerpo y cola del páncreas; alrededor del 3% se encuentra fuera del páncreas. Los tumores malig- AMPLE

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