Brenner. Manual de manejo del dolor, 4ed

306 Sección V / Alternativas terapéuticas: abordajes no farmacológicos/no intervencionistas

en el dolor empeora las cosas, mientras que el apoyo social positivo, incluyendo las personas que fomentan una actividad razonable, es útil para reducir el dolor y su impacto. 26 Estas conversaciones llevan a comprender la naturaleza compleja de su dolor y dan como resultado una mayor motivación para participar en la TCC. La mayoría de los pacientes reconocen que cualquier estrés de la vida, incluido el asociado con el dolor crónico, aumenta su percepción del dolor. El mecanismo puede ser cualquier combinación de tensión muscular, aumento de la in¥amación en el cuerpo, atención excesiva al dolor o tendencia a cogniciones negativas, todo lo cual es el resultado de pasar demasiado tiempo en el modo de «lucha o huida». La información sobre los sistemas nerviosos simpático y para- simpático es útil para explicar la conexión entre el estrés y el dolor. Las explica- ciones siológicas de la conexión entre el dolor y el estrés pueden desestigmatizar y normalizar el proceso en el que las emociones incrementan o causan el dolor, haciendo que los pacientes estén más dispuestos a aprender a abordar el estrés en sus vidas. El entrenamiento en relajación puede ayudar a los pacientes a afrontar con mayor e cacia el dolor, la ansiedad y el estrés asociados. Estas técnicas se desarrollaron para reducir la tensión muscular, aumentar los sentimientos de autoe cacia y disminuir la intensidad del dolor. Ejemplos de técnicas de relajación formales incluyen respiración diafragmática, relajación muscular progresiva, ima- ginación guiada y meditación. Algunas estrategias adicionales de reducción del estrés pueden incluir hábitos de sueño saludables, nutrición adecuada, ejercicio regular, desarrollo y mantenimiento de conexiones sociales positivas y actividades placenteras o signi cativas.

Es frecuente que los pacientes con dolor crónico queden jados en patrones de actividad desadaptativos, que pueden tomar dos formas: 1) evitación persis- tente de la actividad, que conduce a desacondicionamiento, rigidez, aburrimiento y depresión; o 2) exigirse demasiado, lo que aumenta el dolor y lleva a períodos pro- longados de sedentarismo. Ambos patrones conducirán a un aumento del dolor y una disminución en el funcionamiento físico con el tiempo. La programación de actividades con base en cuotas, que se cubre en la sección de condicionamiento operante, puede ayudar a los pacientes de la primera categoría a recuperar len- tamente su función en incrementos pequeños y de nidos. Los pacientes de la segunda categoría a menudo pueden bene ciarse del trabajo con base en el ritmo de actividad en función del tiempo, lo que les ayuda a mantener niveles de activi- dad relativamente constantes y a resistir la tentación de llevar a cabo cualquier tarea hasta el punto de sentir un dolor excesivo. Los pacientes aprenden a parti- cipar en una actividad durante un período predeterminado que puede implicar dolor a un nivel manejable, seguido de un breve período de descanso y luego un regreso a la actividad. Al igual que con la actividad con base en cuotas, los pacien- tes aprenden a asociar su actividad con el tiempo en lugar de con el dolor. A través de este nuevo patrón, pueden reducir el dolor y mejorar la función general. Las distorsiones cognitivas son errores constantes en los patrones de pen- samiento que conducen a emociones negativas y conductas desadaptativas. 27 Al comprender la percepción del dolor, los médicos también aprenden qué distorsio- nes provocan un aumento del dolor y la discapacidad. Las distorsiones cognitivas que se observan con mayor frecuencia en el tratamiento del dolor crónico inclu- yen, entre otras, la catastro zación (ya analizada), el pensamiento en blanco y negro (p. ej., «O me dan esta dosis de medicamento o me quedaré en la cama») y la sobregeneralización (p. ej., «Probé sioterapia varias veces hace 10 años y fue demasiado doloroso; no quiero volver a hacerlo»). La reestructuración cognitiva implica que los pacientes primero se den cuenta de sus pensamientos, creencias y actitudes negativas automáticas y de su impacto en su estado emocional y su com- portamiento. Después se les pide que desafíen y prueben la realidad de estos pen- samientos, evaluando la evidencia que respalda y contradice su validez. Por último, se guía a los pacientes para que desarrollen pensamientos más adaptativos, como aquellos que expresan una sensación de control sobre el dolor o creencias acerca SAMPLE

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