Bickley. Guía de exploración física e historia clínica_13ed

exPLORACión De ARTiCULACiOnes POR RegiOnes

Palpa los ocho huesos del carpo que se sitú an distales a la articulació n de la muñ eca, y luego cada uno de los cinco metacarpianos y las falanges proximal, media y distal (fig. 23-36). Palpa cualquier otra regió n que indique una anomalía. Debe haber poco o ningú n movimiento. Comprime las articulaciones MCF apre- tando cada una de ellas entre el pulgar y los dedos. Otra posibilidad es utilizar

EJEMPLOS DE ANOMALÍAS

El movimiento excesivo de cualquier hueso del carpo, especialmente cuando es doloroso, puede sugerir una laxitud del ligamento subyacente o una rotura que puede resultar de un traumatismo.

Ejemplos de anomalías Al igual que en ediciones anteriores, la Guía de exploración física e historia clínica de Bates ofrece un formato de dos columnas fácil de seguir con técnicas de exploración, paso a paso, a la izquierda y anomalías con diagnósticos dife- renciales a la derecha. Conforme aumenten tus habilida- des, estudia las variantes anómalas de los hallazgos frecuentes en las secciones de Ejemplos de anomalías impresas en rojo, para profundizar tus conocimientos sobre alteraciones clínicas importantes. u a c el pulgar para palpar cada articulació n MCF distal y a cada lado de los tendones extensores, mientras con el dedo índice se identifica la cabeza del metacarpiano situad e la palma de la mano. Registra cualquier tumefacció n, abultamiento o presencia de dolor. Ahora, examina los dedos y el pulgar. Palpa las caras medial y lateral de cada articulació n IFP entre el pulgar y el dedo índice y comprueba de nuevo si hay tume- facció n, abultamiento, ensanchamiento ó seo o dolor a la palpació n. Mediante las mismas té cnicas, se exploran las articula- ciones IFD (fig. 23-37). FIGURA 23- 36 . Palpació n de las articulacio- nes metacarpofalá ngicas.

Las articulaciones MCF a menudo están excesivamente sensibles en la AR, pero rara vez están afectadas en la artrosis. El dolor a la compresión también ocurre en la artritis postraumática. La sensibilidad local después de un traumatismo puede sugerir una fractura subyacente.

Los nódulos de Bouchard en las articu- laciones IFP son hallazgos frecuentes en la artrosis. Los nódulos de Heberden (articulaciones IFD) y los nódulos de Bou- chard (articulaciones IFP) son hallazgos habituales en la artrosis (fig. 23-38).

FIGURA 23- 37 . Palpació n de las articulacio- nes interfalá ngicas distales.

FIGURA 23- 38 . Nó dulos de Heberden (IFD) y nó dulos de Bouchard (IFP) pre- sentes en la mano de una paciente con artrosis (modificado de Ballantyne JC, et al. Bonica’s Management of Pain. 5th ed. Wolters Kluwer; 2019, fig. 34-3).

Palpa a lo largo de los tendones insertando el pulgar y los dedos en busca de sensibi- lidad, eritema o inflamació n. Examina para identificar cualquier engrosamiento local.

El dolor y el edema ocurren en la teno- sinovitis o inflamación de las vainas del tendón. La tenosinovitis de De Quer- vain afecta los tendones extensores y abductores del pulgar cuando cruzan la estiloides radial en el primer comparti- mento dorsal de la muñeca.

TABLA 13-4. Patrones de la pérdida auditiva

Pérdida conductiva

Pérdida neurosensorial

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U N I D A D 2  EXPLORACIONES REGIONALES

Membrana timpánica Oído medio

Membrana timpánica Oído medio

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Nervio coclear

Nervio coclear

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Fisiopatolo gí a

Trastorno del oído interno con implicaciones en el nervio coclear y en la transmisión de impulsos neuronales al cerebro. Las causas incluyen exposición a ruidos de tono elevado, infecciones del oído interno, traumatismos, neurinoma del acústico, trastornos congénitos y familiares, así como el envejecimiento.

Trastorno del oído externo o medio que altera la conducción del sonido hacia el oído interno. Las causas incluyen cuerpos extraños, otitis media, perforación del tímpano y otoesclerosis de los huesecillos.

Para agudizar aún más tu perspicacia clínica, consulta las Tablas de anomalías al final de cada capítulo, que te permitirán comparar y contrastar condiciones clíni- cas en un formato compacto con fotografías e ilustraciones.

417 SAMPLE C A P Í T U L O 1 3  Oídos y nariz En la niñez y edad adulta temprana hasta la edad de 40 años. Anomalía que suele ser visible, excepto en la otoesclerosis. Poco efecto sobre el sonido. La audición parece mejorar en un ambiente ruidoso. La voz permanece baja porque el oído interno y el nervio coclear están intactos. Base del diapasón en el vértice. El sonido se desvía hacia el oído afectado; el ruido del entorno no se escucha bien y eso mejora la detección de las vibraciones. Base del diapasón en la apófisis mastoides y después sobre el meato auditivo externo. CO mayor o igual a la CA (C O • C A). Mientras esté alterada la conducción aérea a través del oído externo o medio, las vibraciones a través del hueso sortean el problema de alcanzar la cóclea. En los años de madurez o posteriores. Conducto auditivo y tí mpano La afección no es visible. Ef ectos Se pierden los registros más altos, por lo que el sonido puede distorsionarse. La audición empeora en los ambientes ruidosos. Se alza la voz debido a las dificultades de audición. Base del diapasón en el vértice. El sonido se desvía hacia el oído sano; el daño del oído interno o del nervio coclear altera la transmisión al oído afectado. Base del diapasón en la apófisis mastoides y después sobre el meato auditivo externo. CA mayor que la CO (C A > CO). El oído interno o el nervio coclear tienen menor capacidad de transmitir impulsos, independientemente de cómo lleguen las vibraciones a la cóclea. Prevalece el patrón normal. Prueba deWeber (en la pérdida auditiva unilater al) Prueba de Rinne Bickley13e9781496398178-ch13_TR_F_CE_R1_R2_RC_R3.indd 417 28/01/21 12:57 Edad usual de inicio

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