Baron. Manual de procedimientos gastroenterologicos, 5ed
Capítulo 29 Principios básicos de la ecografía endoscópica 303
INDICACIONES PARA EE 1. Para la adquisición de tejido diagnóstico en el caso de un tumor ma‑ ligno conocido o sospechado (p. ej., masas mediastinales/abdomi‑ nales, nódulos subepiteliales o ganglios linfáticos). 2. Para la evaluación de una obstrucción conocida o sospechada de la vía biliar o de los conductos pancreáticos (p. ej., litos, tumoral, estenosis). 3. Para la identificación y caracterización de una lesión quística pan‑ creática (p. ej., seudoquiste/neoplasia quística) y para obtener líquido del quiste por aspiración con aguja fina (AAF) con el fin de analizarlo (antígeno carcinoembrionario [ACE], citología, amilasa, lipasa). 4. Para distinguir la capa de origen de nódulos subepiteliales identi‑ ficados con otras modalidades (p. ej., TC, imagen por resonancia magnética [IMR], endoscopia estándar). 5. Para diagnosticar/localizar tumores neuroendocrinos pequeños en el páncreas (p. ej., insulinoma, gastrinoma), ya que la EE es supe‑ rior a la TC/IRM para identificar lesiones pequeñas. 6. Para el diagnóstico de una pancreatitis crónica temprana en la que los cambios diagnósticos podrían no ser evidentes en las imágenes por TC. Adicionalmente, la BAAF guiada por EE podría facilitar el diagnóstico de pancreatitis asociada con IgG4. 7. Para la estadificación de tumores malignos esofágicos, pancreáticos y rectales. Sin embargo, con las mejoras en los estudios no invasi‑ vos, las solicitudes para la estadificación de tumores malignos pan‑ creáticos y rectales están en descenso. 8. Para la colocación de marcadores fiduciarios en tumores que requie‑ ren guía para la terapia por radiooncología. 9. Para el bloqueo del plexo nervioso celiaco (pancreatitis crónica) o neurolisis del plexo celiaco (malignidad) para el manejo del dolor. 10. Para el drenaje transluminal de seudoquistes pancreáticos (p. ej., formación de una cistogastrostomía o cistoduodenostomía). 11. Para el manejo de la necrosis pancreática encapsulada (típicamente el drenaje del quiste seguido de una serie de procedimientos enfo‑ cados a la necrosectomía endoscópica, para desbridar y facilitar su resolución). 12. Para permitir el drenaje de la vesícula biliar cuando no pueden rea‑ lizarse otras opciones de manejo como la cirugía o el drenaje trans‑ papilar de la vesícula biliar. 13. Para lograr hemostasia de un sangrado variceal (p. ej., inyección de pegamento/ coil dentro de las várices gástricas) y ocasionalmente para el sangrado no variceal intratable que no es susceptible a una endoterapia estándar. 14. Para evaluar la integridad del esfínter anal interno y externo en el caso de disfunción defecatoria. SAMPLE
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