Allingham- Glaucoma, 7ed
Un tributo a R. Rand Allingham, MD 1953–2018
La fuerza que dirigió las dos ediciones anteriores de este libro de texto fue el Dr. R. Rand Allingham. Amablemente consintió, a peti- ción mía, aceptar esta responsabilidad adicional a pesar de una carga ya abrumadora de atención al paciente, investigación, publicaciones, conferencias y sus muchas tareas administrativas y docentes. Ese es el tipo de amigo que era. Bajo su liderazgo, y con la ayuda capaz de varios colegas talentosos y generosos, el texto creció mucho más de lo que había sido en ediciones anteriores. Y estaba comenzando a traba- jar en la presente edición cuando fue afectado por una rara enferme- dad neurológica progresiva que le cobraría la vida en agosto de 2018. El fallecimiento del Dr. Allingham es una pérdida de grandes propor- ciones para nuestra profesión, en la que se desempeñó con integri- dad y distinción como clínico-científico y educador por excelencia . También es una gran pérdida para los innumerables pacientes que se beneficiaron de su atención e investigación innovadora, y para los estudiantes y médicos que aprendieron tanto de él. Pero para aquellos que conocíamos y amamos a Rand, la pérdida es aún más profunda. Un rayo de sol se ha ido de nuestras vidas. El simple hecho de estar en su presencia levantaba el ánimo de quienes lo rodeaban. Tenía un maravilloso sentido del humor y una risa contagiosa. Siempre fue generoso con su tiempo y talentos y parecía obtener su mayor alegría en llevar felicidad a los demás. Su vida comenzó en junio de 1953 en Iowa City, aunque su familia pronto se mudó a Cincinnati, donde completaría gran parte de su educación formal. Rand siempre tuvo un poco de espíritu libre en él. Tras graduarse de la escuela secundaria, él y su novia de la escuela secundaria se casaron, se subieron a una motocicleta y se fueron a probar suerte en la agricultura con los abuelos de Rand en Bald Knob, Arkansas. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que tenía una vocación diferente (y que la agricultura era un trabajo duro), por lo que regresó a la University of Cincinnati, donde obtuvo su licenciatura, ingresó en Phi Beta Kappa y obtuvo su título de doctor en medicina con honores. Pero todavía parecía sentir un llamado a la vida rural y, después de completar una residencia en medicina fami- liar, se dedicó a la práctica familiar en Wilson, Carolina del Norte. Después de 3 años de práctica familiar, todavía parecía haber algo que faltaba en su vida, y fue entonces cuando Rand decidió empren- der una carrera en oftalmología, a la que dedicaría el resto de su vida. Completó su residencia en el Eastern Virginia Medicine Center, donde también se desempeñó como Jefe de Residentes, y luego fue a Boston para una beca de 2 años en glaucoma en el Massachusetts Eye and Ear Infirmary. Permaneció en Harvard como instructor durante los siguientes 2 años y luego se unió a la facultad del Centro Médico de la University of Texas Southwestern en Dallas. En junio de 1993, llegó al Duke Eye Center, donde su carrera desarrollaría un recono- cimiento internacional.
Durante 3 años, Rand y yo fuimos los únicos profesores de tiempo completo en el Servicio de Glaucoma. Durante ese tiempo desarro- llamos una fuerte amistad que duraría por el resto de su vida y que siempre apreciaré. Cuando me fui a Yale en 1996, Rand asumió el cargo de Director del servicio y, al igual que lo haría al hacer crecer este libro de texto, también hizo crecer el Servicio de Glaucoma a uno de los más grandes y respetados del país. Ascendió rápidamente de rango y fue nombrado profesor de Oftalmología en 2005. En 2006 también fue elegido miembro de la sociedad médica honoraria, Alpha Omega Alpha. Fue nombrado Presidente Distinguido de Oftalmología Richard y Kit Barkhouser en 2009 y, ese mismo año, fue incluido en la AmericanOphthalmological Society. Rand se convirtió de inmediato en uno de los profesores más popula- res y eficaces de Duke. En reconocimiento a su don como educador, los residentes lo eligieron para recibir el Globo de Oro como el mejor adscrito del año en 1999, los estudiantes de medicina lo honraron con el Premio a la Excelencia en la Educación en 2012, y la escuela de medicina le otorgó el premio Duke Research Mentoring Award in Clinical Sciences en 2015. Además de ser el autor encargado de las dos últimas ediciones de este libro de texto y comenzar la presente, Rand también fue coe- ditor de la sección de Glaucoma del libro Principles and Practice of Ophthalmology: The Harvard System , de Albert y Jakobeic, y fue edi- tor asociado de la cuarta edición de Chandler y Grant’s Glaucoma . También publicó 13 capítulos en otros libros.
Además de ser un educador sobresaliente, su abordaje a la atención clínica le ganó el corazón de todos sus pacientes. Todavía tenía un poco del médico familiar en él y disfrutaba pasar tiempo extra con cada paciente, hablando de sus vidas y necesidades y asegurándose de que fueran atendidos de manera adecuada. Su secretaria de toda la vida, Robin Goodwin, recordó: “No puedo decirle cuántas veces levanté el teléfono y escuché a un paciente decir: ‘¡AMO al Dr. Allingham!’”. Su excelencia en la atención al paciente lo llevó a ser citado continuamente entre los mejores médicos de Estados Unidos. A pesar de su excelencia en la enseñanza, la atención al paciente y la administración, la verdadera pasión de Rand fue su investiga- ción, para la cual recibió apoyo gubernamental y privado continuo. Publicó más de 180 artículos científicos revisados por colegas, casi todos los cuales se trataron sobre investigaciones sobre las causas y curas del glaucoma. Ayudó a desarrollar nuevos tratamientos y métodos de administración de fármacos para el glaucoma, aunque su mayor interés y contribución a nuestra comunidad científica fue su compromiso con nuestra comprensión de la base genética de muchos de los glaucomas. Sample
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