Wieber. Manual Ictus_3ed

PRÓLOGO

Durante la primera mitad del siglo ®®, se prestó muy poca atención científica a la comprensión de las características clínicas de los pacientes con diferentes tipos de ictus ( stroke ) y no se prestó atención a diferenciar los mecanismos. El término nosoló gico para el ictus en las estadísticas de mortalidad de principios del siglo ®® era «apo plejía», del griego «golpear». La derivación del término clínico genérico «accidente cerebrovascular» es oscura. Este término contribuyó a promover la idea de que los pa cientes con ictus eran víctimas y que, de alguna manera, el trastorno era providencial; por lo tanto, no era algo que estuviera sujeto a la intervención de médicos o científicos. En los hospitales de enseñanza, los pacientes con ictus no se consideraban apropiados para enseñar a los residentes y estudiantes sobre los procesos patológicos. Estos pa cientes no eran admitidos en los hospitales de cuidados intensivos o ingresaban a un servicio sin fines de enseñanza para recibir cuidados de seguimiento. La última mitad del siglo ®® comenzó con pocos médicos que llamaron la aten ción sobre la importancia del ictus como problema clínico y que lideraron los esfuer zos por comprender los mecanismos sobre cómo algunos trastornos conducen a su aparición. Estos primeros esfuerzos derivaron en un creciente interés de los médicos y pronto atrajeron la atención de la investigación clínica y de laboratorio hacia este trastorno clínico frecuente. Los clínicos reconocen ahora la importancia de diferenciar los tipos de ictus y el sustrato siopatológico cuando sea posible. Los estudios de imagen, cada vez más so sticados, han mejorado mucho la capacidad del neurólogo y de otros profesionales para determinar el tipo y las características del ictus. El objetivo del médico actual mente es evaluar al paciente para determinar las opciones de tratamiento, que po drían ser médicas, quirúrgicas o de otro tipo. Hasta hace poco, el éxito del tratamiento se centraba en el control de los factores de riesgo y las enfermedades concomitantes para prevenir el ictus. Ahora la atención se centra en la lisis de los trombos en las arterias que irrigan el encéfalo para prevenir o disminuir los daños de la isquemia. Se han desarrollado esfuerzos para proteger o preservar la integridad del encéfalo después de la isquemia, pero, hasta ahora, no han tenido éxito. Los médicos deben ser conscientes de la necesidad de proporcionar una atención urgente para que los tratamientos del ictus sean e caces. Este Manual de Ictus ha sido elaborado por médicos experimentados que han presentado los temas de una manera única, siguiendo los procesos de pensamiento que utilizan los clínicos neurovasculares experimentados. El énfasis en la importan cia de lo que se puede aprender de la anamnesis es casi único en la literatura médica reciente sobre el ictus. Los autores utilizan algoritmos de tratamiento clínico que son útiles para los clínicos de todo tipo. También han abordado cuándo los pacien tes con ictus deben ser hospitalizados y cuándo pueden ser evaluados con seguridad como pacientes ambulatorios. El triaje telefónico se considera parte de la evaluación. El desarrollo de tratamientos e caces contra el ictus, destinados a preve nir la muerte y reducir el deterioro de la función, exige que los médicos estén bien SAMPLE

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