Snell. Anatomía clínica por regiones

Prólogo a la edición en español

Clínica (AACA), ambas priorizando la alianza con cirujanos y clínicos para la docencia y la investigación. Más tarde, y demostrando que el problema era universal, se crea, en 1988, la Sociedad Europea de Anatomía Clínica (EACA). Los objetivos de estas sociedades son eternos: crear un foro para discutir entre clínicos que practican y enseñan anatomía con una profunda orientación clínica. En ese marco social, se produce también la aparición de nuevas revistas y libros de anatomía que, con el título de “Anatomía Clínica”, se diferencian del resto de los libros clásicos que ya tuvieron su tiempo, y que ahora son impo- sibles de enseñar y exigir a nuestros alumnos. Hay que decir que, a nivel internacional, todos los cole- gios profesionales y gobiernos recomiendan una reducción importante del conocimiento factual que se transmite a nuestros alumnos en favor de un mayor énfasis en la adqui- sición de habilidades y actitudes muy necesarias para su futuro desarrollo profesional. En este contexto ya no tienen cabida los grades trata- dos de anatomía compuestos por varios volúmenes. Ya no hay tiempo para su estudio. Se necesita una anatomía en que la descripción de detalles sea la justa y necesaria para comprender la fisiología, la patología, la terapéutica o las pruebas de imagen que se realizan en la clínica. ¿Cómo se consigue eso? Para el libro que estoy prologando, como para muchos otros anatomistas del panorama internacio- nal, entre los que me cuento yo mismo, abandonando la anatomía sistemática por otra descrita de forma regional, que es donde se manifiestan signos y síntomas o se rea- lizan los abordajes quirúrgicos, con una clara renuncia a los detalles factuales que no tengan repercusión en la clínica. Esta anatomía no es nueva: ya existió a finales del siglo xix con el nombre de anatomía topográfica o medicoquirúrgica .

Los textos de anatomía que se han publicado o tra- ducido al español a lo largo del siglo xx no diferenciaban si iban dirigidos a estudiantes o a profesionales. Y esos textos han estado influidos, o pertenecían, a las dos gran- des escuelas de Anatomía que existían en el continente europeo, la escuela francesa y la escuela alemana, salvo excepciones, cuando se colaba alguna traducción de algún libro de la escuela británica. En todas esas obras, el orden expositivo de los conteni- dos anatómicos era muy clásico, en la mayoría de los casos el orden ya apuntado por Vesalio, el de una anatomía sis- temática, es decir, explicando primero los huesos y, luego, las articulaciones, músculos, vísceras, etcétera. Unos casos eran libros muy descriptivos (anatomía francesa), mientras otros eran más funcionales e incorporaban embriología e histología al contenido (anatomía alemana o británica). Es importante destacar que la docencia de la anatomía hasta mediados del siglo xx era ejercida fundamentalmen- te por cirujanos o clínicos, pues no existía la figura del anatomista. Hasta la década de 1950, ocurrieron grandes avances médicos y quirúrgicos que exigieron que la mayo- ría de los cirujanos, que practicaban la anatomía, tuvieran que abandonar la misma, pues sus especialidades médicas o quirúrgicas les exigían una dedicación exhaustiva. Hubo grandes excepciones a lo mencionado en Francia, Reino Unido o Estados Unidos. Al tiempo que los cirujanos fueron dejando de ser profesores de anatomía, la laguna se fue cubriendo por la llegada de licenciados procedentes de otras ramas del saber, fundamentalmente de las ramas de la biología. En los departamentos de anatomía se pasó poco a poco a investigar con un amplio espectro de material y métodos, y la disección y la clínica fueron quedando relegadas a un segundo plano. El mejor barómetro de esa evolución fueron los congresos de anatomía, que pasaron a ser con- gresos de una “anatomía molecular, celular, tisular” y en los que la anatomía clásica era residual. El malestar de los profesores que persistían con la enseñanza de una anatomía clásica con orientación clíni- ca, y que se sentían relegados en el foro de las sociedades anatómicas que ellos mismos crearon, pronto tuvo una respuesta. Dicha respuesta se produjo en julio de 1977 con la creación de la Sociedad Británica de Anatomía Clínica (BACA) e, inmediatamente después, en febrero de 1983, con la creación de la Sociedad Americana de Anatomía

El Profesor Richard S. Snell nace en el año 1925 en el Reino Unido. Se traslada a Estados Unidos en el año 1950, donde muere el 30 de enero del 2015 con 90 años de edad. Toda su vida profesional estuvo íntimamente vinculada a la historia reciente de la anatomía. Él supo entender, como pionero, que se había producido un cambio en el cambio de paradigma de una anatomía sistemática a una ana­ tomía clínica o regional, y su obra es un claro ejemplo de esa evolución. Un buen ejemplo es esta 10.ª edición de su Anatomía clínica por regiones , publicada en 2019 y que él no puedo acabar, editada por Lawrence E. Wineski. AMPLE

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