Shenenberger_Dermatología pediátrica

Agradecimientos

E n cuanto terminé la 1. a edición de mi libro de texto Genodermatosis , y vi que a muchos médicos les encantaba el formato para entender un tema dermatológico complejo, me di cuenta de que el diseño podía prestarse a casi cualquier campo dentro de la der matología. Eso fue hace 27 años, y por fin esa visión se ha hecho realidad con nuestro libro Dermatología pediátrica . Por supuesto, una idea sigue siendo solo una idea a menos que te rodees de un grupo de personas increíbles para convertirla en realidad. A la cabeza de la lista está Liz Menges, mi asistente editorial, quien me ha mantenido centrado en la línea de meta durante más de 15 años guiando mis dos libros de texto hasta su finalización en el 2024. Este libro no habría visto la luz sin Don Shenenberger, quien, con disciplina y precisión militares (al fin y al cabo, es un marino), luchó y se esforzó por conseguirlo. Gracias, Don. Mi decisión de colaborar con Vaune Hatch hace más de 30 años sigue siendo una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Una vez más, sus ilustraciones dan vida al paciente y a su enfer medad, utilizando su increíble talento para formar a miles de estudiantes de medicina, resi dentes y médicos por igual. Muchas gracias a Buddy Cohen y Jon Glass, quienes colaboraron con Don en la mayor parte de la redacción. Sería negligente de mi parte no dar las gracias a la Dra. Alexandra McCollum por ayudar a poner en marcha el libro hace más de 10 años. James Sherman y Eric McDermott, nuestros editores de Wolters Kluwer, creyeron en el proyecto en cuanto se los propuse; gracias de nuevo por sacar adelante otro de mis proyectos. Por último, como siempre, a mi equipo local: ¡Jax, Soph, Jonesy, Aves, Grif, Scar y Rowie!

Joel L. Spitz, M.D. New York City, New York

En primer lugar quiero dar las gracias a Joel Spitz por confiarme este proyecto. Su libro de texto Genodermatosis fue mi primera introducción a cómo un libro de texto podía ser a la vez legible y útil. Que un día escribiría con él para introducir este «concepto» en otro mundo de médicos va más allá de mi imaginación. También me gustaría dar las gracias a Antoinette Hood por alen tarme a emprender esta tarea y permitirme ayudar a enseñar a sus residentes de dermatología. Cuando se jubiló, dejó un espacio que uno no puede llenar; solo espero poder, como mínimo, estar a la altura de su reputación y su legado. Este libro tampoco sería lo mismo sin la experta y generosa participación de Buddy Cohen en cada tema. Buddy me permitió hacer una rota ción con él en el Johns Hopkins durante 2 meses mientras yo hacía la residencia en Bethesda. Eres un gato tranquilo e imperturbable, y tus estudiantes de medicina, residentes, becarios y pacientes te adoran por el ambiente colegial positivo que has creado a tu alrededor. Y luego está mi amigo, colega, compañero de la Marina y alma gemela en la escritura, Jon Glass. Gracias por tu trabajo sólido y paciente con este libro. Gracias también a los colaboradores de este libro, cuya paciencia durante los largos períodos de «silencio radiofónico» es sobrehumana. También me gustaría dar las gracias a mis mentores en el mundo de la medicina familiar, la pediatría y la dermatología: Bob Kiser (KODB), Bob Raspa, Stephen Oosterman (q.d.e.p.), Fred Guyer, George Turiansky, Scott Norton y Leonard Sperling. Ellos me ayudaron a ser quien soy hoy y son ejemplos de lo que aspiro a ser cada día. Este libro tampoco habría sido posible sin el inagotable entusiasmo y el incansable apoyo de Liz Menges, y eso es una enorme e injusta subestimación a la que las meras palabras no pueden hacer justicia. Además, sin las excelentes ilustraciones de Vaune Hatch, este libro sencillamente no podría existir. Gracias también a James Sherman y Eric McDermott de Wolters Kluwer por su apoyo entu siasta y por hacer que esta «hazaña literaria» fuera lo menos dolorosa posible. Copyright © 2025 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.

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